Un hombre bueno y un buen amigo

Grandes políticos y amigos. Con esta declaración de sus compañeros, el hasta ayer portavoz socialista, Javier Torres Vela, y el concejal Juan López Domech dijeron adiós a la Corporación municipal, que despidió con abrazos y halagos a dos de los hombres fuertes del grupo municipal socialista. Eso sí, se echó en falta algún representante del partido que arropase a los salientes.

A Juan López Domech no le hizo falta, su hija salió pronto de la Facultad para estar presente en el acto público de despedida de su padre. Fue precisamente López Domech el primero en tomar la palabra y lo hizo recordando una reflexión del abogado granadino Francisco Murillo. "En estas circunstancias uno tiene dos posibilidades: quedarse callado y que el auditorio piense que eres tonto, o hablar y que lo corroboren". Se decantó por la segunda para agradecer a sus compañeros y adversarios políticos este último año de trabajo en el Consistorio.

"Mi más sincero agradecimiento a todos los compañeros. Ha sido una etapa que ha aportado mucho a mi proyecto de vida", argumentó el edil, que el lunes debe estar en Sevilla para empezar a trabajar en su nuevo puesto como jefe del gabinete de la presidenta del Parlamento andaluz, Fuensanta Coves.

El alcalde, José Torres Hurtado, celebró el nuevo destino de López Domech y no dudó en pedirle que se acuerde de sus compañeros de Granada "cuando estés en el Parlamento". Torres Hurtado calificó a Domech como "una buena persona". El concejal dimitido "es la elegancia personificada en la política", según expresó con cariño el primer edil.

Hubo que esperar más de cinco horas de pleno para presenciar el abrazo de despedida entre el alcalde de la ciudad y Javier Torres Vela. Para decir adiós, el ex portavoz municipal socialista recurrió al escritor Paulo Coelho: "Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más tiempo del necesario pierdes la alegría y el sentido del resto", indicó, para asegurar que este es el instante preciso para cerrar un capítulo de su vida.

"Aunque los políticos dicen tener siempre todo previsto, es la vida la que determina los acontecimientos", añadió, y recordó que hace justo 25 años tomó posesión como concejal en el mismo salón de plenos en el que ayer se despidió de su vida política.

De Torres Vela, el alcalde de la ciudad dijo que es un buen amigo: "Siempre hemos estado a la altura de los puestos en los que hemos estado. Por encima de todo somos dos personas granadinas y amigos", manifestó el primer edil, que reconoció su alegría cuando, al inicio de la campaña vio que como oponente político tenía un amigo con el que debatir y compartir. Antes de decirle adiós al ex portavoz, le recordó que siempre tendrá las puertas del Ayuntamiento abiertas. Tanto Torres Vela como Domech, "al que espero seguir encontrando en los toros".

Las palabras del portavoz del equipo de gobierno, Juan Antonio Mérida, fueron en la misma línea que las de sus compañeros. El también concejal de Economía ha mantenido a lo largo del último año una estrecha relación con ambos ediles, de los que dijo: "Sólo puedo hacer una valoración positiva de su actuación y su paso por el Ayuntamiento buscando la unidad y el buen funcionamiento interno", opinó Mérida, quien confía en que el nuevo equipo municipal del PSOE siga la fructífera línea ciudadana de sus antecesores. "Hablando de corazón les digo que en su nueva andadura les deseo lo mejor y donde yo esté siempre me van a tener a su disposición".

La portavoz municipal de Izquierda Unida, Lola Ruiz, cree que los valores más valiosos de los dos concejales han sido durante este último año la seriedad, el rigor y el trabajo. "Sólo puedo desearles lo mejor y agradecerles su estancia aquí. Juntos hemos compartido momentos buenos, regulares y malos ratos".

Momentos después de expresar a Torres Vela y Domech su agradecimiento, el alcalde entregó a los dos concejales el escudo de la ciudad y varias foros ilustrativas de su paso por el Ayuntamiento, lo que desató el cruce de abrazos con todos los miembros de la Corporación municipal, que dijeron adiós a los dos compañeros.