La homilía del arzobispo sobre el aborto, una "barbaridad" fuera de lugar e "inapropiada"

La homilía del pasado domingo del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, en la que se ensañó con la ley del aborto y llegó a realizar comparaciones con las dictaduras de Hitler y Stalin, sigue generando reacciones.

Desde Sevilla, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Pérez, dijo ayer que las declaraciones de Martínez "se descalifican por sí mismas", por lo que pidió al prelado que "reflexione concienzudamente sobre la barbaridad que dijo sacada de contexto".

Martínez llegó a decir que la ley "da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer porque la tragedia se la traga ella".

En declaraciones a Europa Press, Pérez manifestó su "total y absoluto rechazo" a las palabras del arzobispo por estar hechas "fuera de lugar" y por confundir "las relaciones de género y las relaciones entre hombres y mujeres". Pérez dijo estar "absolutamente convencida" de que en el discurso de Martínez no se ven reflejados muchos de los ciudadanos que hoy por hoy se consideran creyentes y aseguró que "no habló por boca de todos".

Igualmente, calificó de "verdadera barbaridad" las comparaciones realizadas por el arzobispo con respecto al aborto y al movimiento nazi, las cuales, consideró "inapropiadas y poco reflexionadas".

También ha habido reacción de la Asociación de Mujeres Progresistas de Andalucía. Su presidenta, Alicia Vañó, tachó de "tremenda barbaridad" las declaraciones y le instó a que "se preocupe de limpiar su casa que tiene mucha porquería que echar fuera y deje a las mujeres tranquilas".

Vañó señaló que a la Iglesia, "le importa poco la vida humana y los demás", y añadió que "lo único que le importa a los religiosos es tener a las mujeres cogidas para que sigan transmitiendo los valores que a ellos les permiten tener el poder que tienen". Por tanto, aseveró, "las feministas y las mujeres que estamos en otra honda los ponemos en peligro".

Por su parte, el vicesecretario general del PSOE en Granada, Juan Manuel Fernández, calificó las palabras del arzobispo como "agresivas, confusas y que pueden provocar violencia de género". Para Fernández, que dijo que estos argumentos "son más propios de un sacerdote de la Edad Media", esta forma de actuar "no está permitida en una democracia".