Ahorro energético

Los hosteleros de Granada se aferran a la norma de 1997 para bajar a 25 grados el aire acondicionado

  • El decreto sobre seguridad y salud en los lugares de trabajo considera que, para "trabajos ligeros" como los de los bares y restaurantes, el termostato se puede situar entre 14 y 25 grados

Un camarero prepara una bebida en la barra de un restaurante

Un camarero prepara una bebida en la barra de un restaurante / G. H. (Granada)

Quien hace la ley hace la trama. Eso debieron pensar los hosteleros de Granada cuando localizaron que, frente a las medidas para el fomento del ahorro y la eficiencia energética anunciadas por el Gobierno de España, publicadas el pasado martes en el BOE, y que obligan a establecer la temperatura del aire acondicionado a 27 grados como mínima, existe un Decreto de 1997 que fija en 25 los grados máximos en los que se debe trabajar en los bares y restaurantes.

En virtud al Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, en el artículo 7, el texto remite al anexo III, en el que se recogen las condiciones termohigrométricas que deben cumplirse en los locales cerrados. Cuando se realicen trabajos sedentarios (oficinas y similares), la temperatura deberá estar comprendida entre los 17 y los 27 grados. En locales en que se realice un trabajo ligero, estará comprendida entre 14 y 25 grados.

A tenor de este artículo, la temperatura en restaurantes, bares o cafeterías de Granada, en los que se desarrolla "un trabajo ligero", el aire acondicionado no podrá superar los 25 grados. Interpretando esta normativa deberá entenderse que ningún local de hostelería puede refrigerarse por debajo de los 25 grados.

Ante esta salida legal, sobre la que la Federación Provincial de Hostelería y Turismo ya ha informado a sus locales de restauración asociados que pueden ejecutar sin temor a ser multados, su presidente, Gregorio García, ha destacado que, aunque simplemente sean dos grados de diferencia entre 25 y 27 "estos se van a notar, y mucho".

"Este cambio va a ser muy importante tanto para el cliente, que podrá desayunar, comer o cenar con un mejor bienestar ambiental, y por su supuesto para el trabajador, que podrá hacer un servicio digno y seguro, sin acusar tanto el cambio de temperatura", ha señalado García.

Desde la Federación han señalado que, tras el anuncio del presidente del Gobierno de las medidas para el ahorro energético, se realizaron varias pruebas con los aires acondicionados a 27 grados en locales con características diferentes, y se comprobó que podrían ejecutar sus servicios, pero pasando mucho calor.

"Hay que explicar que dentro de un local de restauración se genera mucho calor. Ya no solo en las cocinas, donde para preparar los alimentos hay parrillas, freidoras, fuegos, etc, sino también en la zona de la barra y la sala. La máquina cafetera genera mucho calor a causa del vapor, los frigoríficos vierten mucho calor de sus motores al ambiente, diversos aparatos también se calientan y eso pasa al ambiente... Sin el aire acondicionado, no es seguro realizar nuestro trabajo", ha alegado García.

El presidente ha añadido que han adoptado esta determinación después de haber consultado con el equipo jurídico de Hostelería de España, aunque este decreto de 1997, con sus casuísticas, está también recogido en el publicado el martes. 

Además, el Gobierno ha aclarado que no tendrán que cumplir las limitaciones de temperatura aquellos recintos que justifiquen la necesidad de mantener condiciones ambientales especiales o dispongan de una normativa específica que así lo establezca. En este caso debe existir una separación física entre el recinto con los locales contiguos que vengan obligados a mantener las condiciones indicadas anteriormente.

Un camarero limpia la máquina cafetera, una de las principales emisoras de calor en un local de restauración Un camarero limpia la máquina cafetera, una de las principales emisoras de calor en un local de restauración

Un camarero limpia la máquina cafetera, una de las principales emisoras de calor en un local de restauración / ANTONIO L. JUÁREZ / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

García, además, ha mostrado su enfado por la falta de consenso por parte del Gobierno a la hora de adoptar esta medida tan importante, cuya gravedad en el caso de Granada se multiplica por el intenso calor que sufre la ciudad durante muchos meses. La situación de ola de calor que se vive desde julio en la provincia tampoco ayuda.

"Tengo que mostrar la indignación de la Hostelería de Granada por la falta de diálogo. No es lo mismo poner el termostato en 27 en Granada o en Asturias, y ese punto de las diferencias geográficas no se ha tenido en cuenta. Cuesta poco trabajo hablar con el sector y consensuar las cosas ante medidas tan importantes", ha destacado.

Finalmente, el presidente de los hosteleros ha advertido de la preocupación que hay en el sector por las complicadas situaciones actuales y los nubarrones que aguardan tras el verano. Las previsiones turísticas a la baja y la posible recesión económica puede derivar, según la Federación, a cerrar a muchos locales. Unos comercios que resistieron como pudieron a las restricciones del Covid-19 y que no aguantarán más si la situación no cambia.

"Estamos muy preocupados por las consecuencias que está trayendo la guerra de Ucrania, por la inflación... va a venir un otoño incierto. Hemos tenido datos de paro malos en julio, así como menos turismo del inicialmente previsto, y tenemos que hacer una buena gestión para evitar los cierres de los negocios", ha comentado.

La fecha de inicio de aplicación de la medida será a los siete días naturales desde el mismo día de la publicación del Real Decreto Ley en el BOE, o lo que es lo mismo, a partir del próximo 9 de agosto. Estas medidas estarán vigentes de momento hasta el 1 de noviembre de 2023.

En lo que respecta al apagado de alumbrado de escaparates de los restaurantes, el horario de corte de las luces desde las 22:00 horas se aplicará exclusivamente a tiendas y comercios privados, así como a edificios públicos que estén desocupados en ese momento.

Los comercios tampoco apoyan la medida

Un paseo por las principales zonas comerciales de la capital deja clara la dependencia que los locales tienen del aire acondicionado durante buena parte del año. Las máquinas que generan el frío se exprimen al máximo en estos días para hacer frente a una ola de calor que parece eterna. La mayoría de las tiendas deberán adaptar sus accesos e instalar puertas que permitan el aislamiento térmico.

El eje comercial, formado por las calles Mesones, Alhóndiga y Salamanca, es un oasis cuando el calor aprieta. El aire acondicionado de las tiendas sale al exterior, bajando bastantes grados la temperatura, algo que combinado con los toldos instalados por el Ayuntamiento y la sombra, ofrece un alivio térmico a los sufridos viandantes. Pero esto, en virtud del decreto del Gobierno, va a cambiar. A partir de ahora las puertas van a tener que estar cerradas, instalándose sistemas que permitan el aislamiento térmico.

La mayoría de los comercios carecen ahora mismo de este tipo de instalación, lo que mantener la temperatura de los locales a 27 grados parece casi un imposible. Quedan cuatro días para que entre en vigor el Decreto y, ante las dificultades y la oposición por estas medidas, así como los resquicios legales, todavía no parece claro que en Granada se vaya a poder dar cumplimiento de estas normas.

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