La huella del cáncer en Granada: sube la incidencia cada año, se mejora la detección y crece la supervivencia
Salud
En una década se han conocido cerca de 1.000 casos más, debido a la mejora en los métodos de diagnóstico, al crecimiento de hábitos insanos en la población y al aumento de la esperanza de vida
El 55% de los hombres y el 62% de las mujeres logran superarla, y gracias a la detección precoz y los mejores tratamientos se están elevando las posibilidades hasta incluso el 90%
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La detección de casos de cáncer en Granada, sean del tipo que sea, no para de subir. Es el frío dato detrás de una patología que aumenta su incidencia no solo en toda la sociedad granadina, sino también a nivel andaluz y nacional. Una huella que se mide en incidencia, en la detección precoz y en la supervivencia. La línea de la última década es de subida constante de los casos, aunque lleva unida a ella una buena noticia: el aumento de la supervivencia también es sostenido.
En la provincia de Granada, en 2023 se registraron 5.544 nuevos casos en todo el territorio, cuando en 2013, esta cifra era de 4.655. Esto significa un aumento en la tasa de incidencia de 500,5 a 596,1 por cada 100.000 habitantes en una década. Así lo reflejan los últimos datos del informe dinámico sobre las dimensiones del cáncer en España elaborado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en una provincia que cuenta censadas con 930.181 habitantes. O lo que es lo mismo, un nuevo cáncer fue detectado en Granada en 2023 al 0,6% de su población.
La previsión es que ese indicador siga creciendo, y la AECC estima que para 2030 se diagnostiquen 6.280 nuevos casos, en 2035 se conozcan 6.797 nuevos casos, y en 2040 se detecten 7.210. O lo que es lo mismo, la incidencia crecería de los 596,1 casos por 100.000 habitantes actuales hasta los 775,2 estimados en 17 años.
La situación es la misma en el resto de Andalucía, tanto hacia atrás como hacia adelante. En la comunidad autónoma, la tasa era de 479 nuevos casos por 100.000 habitantes en 2012, fue de 576 en 2023 y previsiblemente llegará a 635 en 2030, según los datos
Este aumento anual en los casos de detección de diferentes tipos de cáncer se debe principalmente a dos cuestiones, una buena y una mala: la mejora en los procesos de detección temprana, y al empeoramiento de la salud general de la población, sobre todo debido a la incidencia de hábitos insanos (sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo, contaminación o exposición al sol sin protección, entre otros) y al crecimiento de la esperanza de vida, que desgasta más al cuerpo humano. También hay que tener en cuenta factores como la genética, que también juegan un importante papel a la hora de predisponer a ciertas personas para desarrollar la enfermedad.
El presidente de la AECC en Granada, José J. García Montero, ha destacado a Granada Hoy que es fundamental cambiar los hábitos de vida para hacerlos más saludables, y así ayudar a evitar cuantos más tumores mejor. "El 50% de los cánceres se podrían evitar. La educación sanitaria no es buena, y estamos centrando nuestro trabajo en tomar conciencia de que cuidarnos ayuda a evitar la enfermedad".
De los 5.544 nuevos casos de cáncer detectados en 2023 en la provincia de Granada, 3.252 afectaron a hombres y 2.291 a mujeres. En hombres, los más frecuentes serán los de próstata, colorrectal, pulmón, y vejiga urinaria; mientras que, en mujeres, los más frecuentes serán los de mama, colon y recto, pulmón y cuerpo uterino (endometrio). Hay que subrayar que en los últimos años se viene produciendo un descenso de cáncer de pulmón y vejiga en hombres debido a la reducción del hábito tabáquico, mientras que en mujeres la incidencia del cáncer de pulmón sigue creciendo por su posterior incorporación al tabaquismo en el siglo XX. Además, en torno a un tercio de los cánceres se producen por una predisposición genética y entre un 10 y un 20%, por causas inexplicables, según la AECC.
En términos absolutos, en Granada se registraron el año pasado 792 nuevos casos de cáncer colorrectal, 697 de próstata, 664 de mama, 584 de pulmón, 413 cánceres de piel de diferentes tipologías, 365 de vejiga, 169 de riñón, 161 de linfoma No Hodgkin, 160 de páncreas, 135 de estómago, 131 de hígado y de útero, 115 leucemias, 112 melanomas de piel y 100 de tiroides.
Respecto a las edades a las que se detectaron los cánceres, en todas las franjas de edad aparecieron estas enfermedades, pero principalmente lo hicieron entre granadinos con más de 75 años. 1.891 de los 5.544 nuevos casos se dieron en esta franja de edad. Le siguieron los hombres y mujeres con edades entre los 65 y los 69 (741), entre 70 y 74 años (726), entre 60 y 64 años (720) y entre 55 y 59 años (579). Desde estas edades hacia abajo, también hay muchos casos, pero se reducen casi a la mitad. De 50 a 54 años se diagnosticaron 356, de 45 a 49 se detectaron 219, de 40 a 44 fueron 129, y en edades más jóvenes fueron un total de 181 (19 casos de 0 a 14 años, y 162 casos de 15 a 39 años).
Estas son cifras y datos fríos detrás de una enfermedad todavía muy estigmatizada y que no solo sufre el paciente, sino también todo su entorno. Sin embargo, cada año también aumentan los esfuerzos de lucha y diagnóstico, lo que acaba repercutiendo satisfactoriamente en la recuperación y supervivencia.
"En España, todavía a día de hoy la palabra cáncer va asociada a muerte. La gente tenía miedo a la enfermedad por el desconocimiento. Incluso gente tratándose de la enfermedad no conoce los servicios que desde la AECC que prestamos. Tratamiento psicológico, ayudas con pisos de acogida para la gente desplazada mientras reciben tratamiento, trabajadores sociales e incluso pago de medicinas. Cuando estos pacientes ven que hay una asociación que sabe tanto, la percepción cambia", ha destacado García Montero.
Un mejor diagnóstico aumenta la supervivencia
Detrás del aumento de casos de cáncer detectados cada año hay dos vertientes fundamentales que ayudan a sumar a esta cuenta: la mayor expectativa de vida actual de la población y los cribados que hay para diferentes tumores, que sacan a la luz muchos casos. De este modo, podemos hablar que esta causa por la que se contabilizan más casos es a la vez una de las razones por la que también aumenta la supervivencia. Cuanto más temprano se detecte el cáncer, más posibilidades de supervivencia hay. Otra explicación para el incremento de la supervivencia es la mejora de los tratamientos, cada vez más personalizados y, en consecuencia, más exitosos.
La supervivencia no es igual en todos los cánceres. Hay algunos más agresivos y con peor pronóstico, pero otros –como el de mama– ya roza el 90%. Haciendo una media muy global, alrededor del 50% de los pacientes superan la enfermedad. "Nuestro objetivo de cara al 2030 es llegar al 70% de supervivencia. No es lo mismo detectar un cáncer en un primer estadío, cuando la esperanza de vida puede estar en el 90-100%, que cuanto más tardamos, pues la esperanza de vida se va reduciendo. Sigue habiendo mucho rechazo a hacerse pruebas, cuando debería ser al revés, deberíamos mirar por nuestra salud y atajar posibles problemas a tiempo", ha analizado García Montero.
Para la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) y la Sociedad Andaluza de Cancerología (SAC), el gran avance que se ha logrado en el abordaje, diagnóstico y tratamiento del cáncer en Andalucía en los últimos años está suponiendo un aumento de la supervivencia y mejora de la calidad de los pacientes con algún tipo de tumor. "Un avance gracias a los progresos más recientes en las terapias oncológicas, la investigación y la mejora de la calidad asistencial de los pacientes, además de en los programas de detección precoz y prevención", han destacado.
La supervivencia de los pacientes con cáncer de Granada ha crecido, y de hecho se ha duplicado en los últimos 40 años, con una previsión de que continúe igualmente creciendo de manera progresiva en el futuro. Un 55% de los hombres y casi un 62% de las mujeres con cáncer logrará superarlos gracias a las técnicas de diagnóstico precoz, los programas de cribado y los últimos tratamientos oncológicos, como la inmunoterapia o las terapias personalizadas dirigidas.
La doctora Ana Laura Ortega, presidenta de la SAOM, y el doctor Ismael Herruzo, presidente de SAC, han recordado que es fundamental también evitar los hábitos insanos, lo que favorece que esta enfermedad no aparezca, o si lo hace que sea de forma menos agresiva. "Si evitamos los factores de riesgo generales se reduciría un 30% los diagnósticos y la mortalidad, por lo que es clave seguir insistiendo en concienciar a la sociedad sobre la prevención y desarrollar un estilo de vida saludable".
Además, ambos responsables han señalado que, además de apostar por la investigación, el diagnóstico precoz y la prevención, es necesario potenciar otros aspectos como la mejora de la atención integral al paciente, el abordaje multidisciplinar y la humanización durante todo el proceso que atraviesan los pacientes con cáncer. "Tenemos razones para ser optimistas y mirar el futuro con ilusión. Hemos avanzado mucho en los últimos años y vamos a seguir haciéndolo en el futuro a medio plazo con el trabajo conjunto entre los profesionales, la administración sanitaria, los pacientes, y toda la sociedad", han valorado.
García Montero también se reafirma en este mensaje: "Cuando la investigación avanza, el cáncer retrocede". En Granada, la AECC ha destinado más de medio millón de euros en programas de investigación de las diferentes patologías cancerígenas, entre las que se incluyen becas de laboratorio con la UGR para crear la "cantera de futuros investigadores", 200.000 euros para investigar una vacuna contra el cáncer de pulmón, y 300.000 euros donados por una pareja que murió por cáncer de páncreas entregado a un proyecto en Zaragoza para seguir investigando la patología.
Los oncólogos quieren recordar que es muy importante que aquellas personas que tengan dudas, síntomas o algún problema de salud, acudan a su médico de Atención Primaria para su valoración y, en caso necesario, lo derive para que su diagnóstico sea lo más temprano posible, y se pueda actuar cuanto antes. Un tumor que se detecta de forma precoz tiene muchas más posibilidades de tratamiento, curación y supervivencia en los pacientes, y también mayor calidad de vida durante los años de terapia.
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