La Iglesia Católica, "abierta" a cambiar la fecha de la Semana Santa: consecuencias para las hermandades y el Corpus Christi de Granada

La celebración de la Semana Santa tal y como la conocemos ahora podría cambiar pronto, algo que afectaría de lleno a cómo se desarrolla la festividad de la pasión, muerte y resurrección de Cristo en Granada. Esto además tendría como efecto dominó acotar aún más las fiestas mayores de la capital: el Corpus Christi, que también vería modificada su celebración. Y es que la Iglesia Católica ha anunciado que está "abierta" a aceptar una nueva fecha para celebrar la semana de Pasión el fin de alcanzar un acuerdo con los ortodoxos, dentro de la línea emprendida por los anteriores pontífices y que mantiene el actual Papa León XIV.

El presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ramón Valdivia, anunció este miércoles el cambio de postura de la Iglesia, a nivel universal, que podría tener importantes consecuencias en Granada. Un consenso nada fácil, pero que de ser factible supondría una notable alteración en el calendario religioso de la ciudad, y haría cambiar los planes a las diferentes hermandades granadinas. Llegado el caso, la CEE confía en que estas corporaciones, como han hecho a lo largo de su historia, se "amolden" a lo que decida el Vaticano.

Además, este cambio tendría un efecto colateral importante en Granada, ya que fijaría la fecha de la celebración del Corpus Christi en un calendario mucho más acotado, en torno a la cual se celebra la feria grande de la capital y una de las festividades más importantes ya no solo del término municipal granadino, sino de toda la provincia.

Semana Santa siempre en abril, y Corpus siempre en junio

La idea que se baraja en el Vaticano es que la Pascua de Resurrección se celebrara siempre el segundo domingo de abril, por lo que el Domingo de Ramos sería el primero, en un intervalo de días que irían del 1 al 7 de abril. De esta manera, la fiesta en Granada se desarrollaría en un arco temporal mucho más limitado y acotado que el actual, en el que el arranque puede fluctuar entre el 15 de marzo y el 18 de abril. De hecho, en 2026 la Semana Santa se va a celebrar cercana a esa fecha, del 29 de marzo al 5 de abril. Sin embargo, la de 2027 se iría al 21-28 de marzo.

La Semana Santa en la Iglesia Católica cambia cada año al estar condicionada por el ciclo lunar. La Pascua de Resurrección, culmen de toda la celebración, tiene lugar el domingo después de la primera luna llena de primavera (Luna de Nisán o del Parasceve). Este hecho provoca que la principal fiesta religiosa pueda celebrarse en el intervalo de un mes, desde terminar un 22 de marzo, como muy pronto, hasta hacerlo en la segunda quincena de abril, como ha ocurrido este 2025.

Este cambio a concretarla siempre en abril podría ser toda una revolución, ya no solo en el mundo cofrade y de las hermandades, que tendrían que ajustarse a este calendario, sino también en el ámbito del normal desarrollo de una gran ciudad como Granada. También supondría que todo el turismo atraído por la Semana Santa granadina se localizara siempre en la misma época, pudiendo trabajar más en la promoción del destino o actividades paralelas.

Pero en Granada tendría otras implicaciones, y no sólo afectarían a la semana de Pasión como tal. Establecer en el calendario siempre el segundo domingo de abril como Domingo de Resurrección afectaría, evidentemente, al inicio de la Cuaresma, y por consiguiente, al resto de cultos católicos del calendario, tocando en última instancia la celebración del Corpus Christi.

De esta manera, este vendría a celebrarse, aproximadamente, en el segundo jueves de junio, en un intervalo de días que iría del 8 de junio como el más tempranero al 11 de junio como el más tardío, y estableciendo de forma definitiva siempre este mes como en el que se celebraría la feria. El Corpus Christi en 2026 se celebrará el jueves 4 de junio, y si la Iglesia no consigue consenso para cambiar las cosas, en 2027 se celebraría durante la última semana de mayo.

Esta festividad es una de las más emblemáticas de Granada. Su celebración se remonta al año 1492, coincidiendo con el final de la Reconquista, y ha evolucionado hasta convertirse en una explosión de religiosidad, cultura popular y vida social. Desde primera hora de la mañana, la ciudad se llena de actividad con el concurso de altares del Corpus, una tradición consolidada en la que vecinos, cofradías y colectivos montan elaborados altares efímeros por patios, calles y plazas del centro histórico. La jornada continua con la solemne procesión del Santísimo Sacramento, y se completa con la feria en el recinto de Almanjáyar, convirtiendo el día en una de las celebraciones más vivas del calendario granadino.

Una idea que viene de largo

El intento de acuerdo con los ortodoxos para establecer una fecha fija de la Semana Santa no es algo nuevo. En 2015 el Papa Francisco expresó este deseo de consenso, dentro de la línea ecuménica emprendida por los anteriores pontífices, y que mantiene el actual Papa. La propuesta coincide con la conmemoración de los 1.700 años del Concilio de Nicea, que fijó el modo de determinar la Pascua. Valdivia insistió en que las diferencias entre católicos y ortodoxos son “más de calendario que teológicas”, lo que anima a mantener el diálogo. Unas declaraciones realizadas en vísperas de la celebración ecuménica en la catedral madrileña de la Almudena por el aniversario que dio origen a la fecha de la Semana Santa.

"La Iglesia católica no tendría ningún problema en aceptar la fecha de la Pascua que propusieran los ortodoxos, aunque plantearía cuestiones difíciles", ha referido este miércoles monseñor Valdivia, quien ha asegurado que "no hay un sentido de hostilidad hacia ese punto, ni muchísimo menos". Según monseñor, quien además es obispo auxiliar de Sevilla, las pocas diferencias con las Iglesias ortodoxas a la hora de conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo invitan a "estar dialogando continuamente sobe este tema" con el ánimo de llegar a un acuerdo.

En la rueda de prensa celebrada en la CEE previa a este encuentro, no se ha pasado por alto la repercusión que este cambio, de llevarse a cabo, tendría en las cofradías, corporaciones que salen en estación de penitencia y que tanta importancia tienen en el tejido social de ciudades como Granada, donde también se han convertido en un gran reclamo turístico. Conocedor de esta realidad de la Iglesia, Valdivia expresó que "las cofradías se han amoldado siempre" a los distintos cambios, lo que les ha permitido mantenerse hasta la actualidad, y confió en que en caso de llevarse a cabo este cambio estas se adaptarían.

La determinación de la primera luna de la primavera como celebración de la Pasión de Cristo tuvo lugar en el Concilio de Nicea, del que se conmemoran ahora 1.700 años. Entonces el calendario que regía era el juliano, establecido por Julio César 46 años antes de que naciera Cristo. Hasta ahí hubo consenso.

La división temporal en la conmemoración de la Pascua llegó bastantes siglos después, en 1582, en pleno Concilio de Trento (como respuesta al protestantismo), cuando los católicos optaron por el calendario gregoriano, lo que provoca que normalmente haya varias semanas de diferencia en esta celebración por parte de las dos iglesias, aunque también puede ocurrir como en 2025 que coincidan. En otros casos existe mayor espacio temporal, como en 2024, cuando la Pascua ortodoxa se celebró a principios de mayo, mientras que la católica tuvo lugar a finales de marzo.