Aromas y Sabores

La importancia del marketing en el vino

  • Desde luego: lo importante es el contenido, pero el aspecto del continente, el nombre, la forma de la botella, influyen y mucho en la compra

La importancia del marketing en el vino

La importancia del marketing en el vino

Hace unos días leí un post de Luis Pablo en la web Vinetur que me hizo mucho que pensar y, llegados al final del texto, no tuve más que darle la razón.

Antes de comenzar quiero plantear una reflexión, ¿piensa usted que Mac sería una marca igual de potente si no se reconociese a metros de distancia su manzana mordida? Lo que le voy a contar no tiene tanto que ver con logos ni marcas, sino con metros y distancias.

En los muchos años que llevo consumiendo vino y dedicándome a él en carias vertientes (divulgativa, promocional, docente, analítica…) he comprobado como las bodegas lanzan marcas de vinos una y otra vez en busca de dar con la tecla que les permita llegar a los consumidores y vender muchas botellas de vino.

En el mundo del marketing y concretamente en el mundo de las marcas hay un sinfín de variables que se pueden analizar a la hora de lanzar un producto al mercado o intentar mejorarlo: logo, identidad, botella, etiqueta, nombre, tipografía, colores... todas ellas se pueden analizar por separado o interrelacionadas de manera tan extensa que sería imposible resumirlo en este artículo. Así que lo que les cuento hoy es una simple observación y reflexión sobre un hecho que poseen en común algunas marcas de vinos que funcionan y que voy a desvelar a continuación.

Por ende, este truco, además de muy simple, resulta bastante efectivo a la hora de entrar por el ojo, a juzgar por el éxito que consiguen todas las marcas que lo comparten. Cabe destacar que no se trata de algo excluyente, es decir el hecho de que una marca no comparta esta característica no significa que no vaya a tener éxito de ventas ya que, como he dicho, existen otros muchos factores que pueden resultar definitivos a la hora de atrapar a los consumidores, como de hecho ocurre.

Antes de comenzar, quisiera que hiciera una reflexión: ¿piensa que la marca informática Mac sería una marca igual de potente si no se reconociese a metros de distancia su manzana mordida? Lo que te voy a contar no tiene tanto que ver con logos ni marcas, sino con metros y distancias. El truco para saber si una marca resulta atractiva a los consumidores por los ojos consiste en: alejarla. Sencillamente eso, simplemente aléjese 10 metros de una botella de vino y si a esa distancia la reconoce con facilidad es un buen punto de partida para una marca de vino que gane en ventas. Ahora solo falta crear un buen nombre, un buen logo, una buena identidad... y sobre todo un buen vino, porque si lo de dentro no acompaña, lo demás de nada sirve. Incluso los que no entienden de vinos reconocen la franja roja en los pódium de la Formula 1. Una simple franja roja bien visible a metros de distancia ha convertido a la marca Mumm en una de las referencias del Champagne.

Y podemos seguir con incontables ejemplos: hace años, la característica forma de la botella y su color rosa, unido a una fuerte inversión publicitaria, convirtió a Peñascal en un éxito de ventas sin precedentes en vinos rosados de aguja; cuando nadie usaba el color azul para envasar, Mar de Frades rompió el mercado con su botella azul cobalto; la Gran Dama no sería lo mismo si no se vistiese de amarillo-naranja para etiquetar el champagne Veuve Clicquot. Lo mismo ocurre con Don Perignon, su nombre es apenas legible sin embargo su etiqueta con forma de escudo es inconfundible. Si viene con sombrero, nadie duda de que se trata de Tío Pepe, además su potente nombre refuerza la marca. Si a la singular botella color oro de Freixenet, unimos la Navidad, el mítico anuncio de diciembre y un bajo precio, el negocio está hecho. Esto son solo algunos ejemplos, pero la lista de vinos que consiguen cuota de mercado al ser reconocibles de lejos es interminable.

Y quiero reiterar en el hecho de la distancia, no se trata de destacar, ni de ser visibles, ni diferentes, pintorescos, llamativos, sino de algo tan simple como dar 10 o incluso 20 pasos y comprobar si identificas una botella de vino. Insisto, este simple truco “marketiniano” no es exclusivo, ni excluyente; es decir, hay marcas que no son reconocidas visualmente pero funcionan muy bien en el mercado porque se apoyan en otros segmentos de ventas, y por otro lado una marca muy reconocible tampoco tendrá el éxito garantizado si no se apoya en otras variables del marketing. Simplemente se trata de una visión personal y una estrategia más dentro del extenso mundo del marketing a tener muy en cuenta por la cantidad de marcas que la usan con éxito.

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