Un íntimo escondite para lo ilícito

Los 245 euros en billetes arrugados que ocultaba en sus calzoncillos un traficante detenido en Las Gabias y la droga hallada en sus pantalones fueron pruebas esenciales para su condena, ahora confirmada por el TS

Los agentes encontraron en los pantalones del joven 26 pastillas de éxtasis y 6 bolsitas de cocaína.
Los agentes encontraron en los pantalones del joven 26 pastillas de éxtasis y 6 bolsitas de cocaína.
Y. H. / Granada

13 de abril 2009 - 01:00

Los pequeños traficantes utilizan los lugares más insospechados para guardar sus prohibidas mercancías y los beneficios de sus ilícitas transacciones. Por la Audiencia Provincial de Granada han desfilado muchos de estos acusados, eso sí, algunos más imaginativos que otros. Las guanteras, maleteros y mochilas son sitios habitualmente escogidos por aquellos incautos que piensan que nunca les van a pillar, que son la mayoría. Pero los hay que se esfuerzan un poco más y emplean otros escondites no mucho más originales aunque quizás más efectivos para retrasar el hallazgo, como pueden ser sus propios calzoncillos.

Ese fue el íntimo escondite que eligió un joven, A.S.P., detenido por traficar con éxtasis y cocaína, para guardar los 245 euros en billetes arrugados que había recaudado con el trapicheo de sustancias prohibidas.

El hecho de que llevara esa cantidad de dinero en los slips, la huida temeraria que protagonizó en un vehículo cuando vio a la Guardia Civil y el hallazgo de 29 pastillas de MDMA -éxtasis- y 6 bolsitas de cocaína en sus pantalones le llevaron directamente al banquillo de los acusados.

El juicio acabó en condena. La Audiencia dictó sentencia en noviembre de 2007 y consideró a A.S.P., de 27 años, autor de un delito contra la salud pública y de otro contra la seguridad del tráfico. La pena que se le impuso: tres años y un día de prisión por traficar con drogas y otro año más por la peligrosa forma en que condujo mientras huía de los agentes. En total, cuatro años.

Disconforme con el fallo del tribunal granadino, el joven decidió recurrir ante el Tribunal Supremo. Consideraba vulnerado su derecho a la presunción de inocencia, porque, según alegó en su recurso, no había quedado acreditada la autoría en ninguno de los dos delitos.

Los magistrados del Alto Tribunal han emitido un auto, al que ha tenido acceso este diario, mediante el que declaran "no haber lugar a la admisión del recurso formulado" por el acusado.

Entiende el TS que los hechos recogidos en la sentencia de la Audiencia "han sido correctamente calificados como un delito contra la salud pública y otro delito contra la seguridad del tráfico". La autoría, según prosigue la resolución, "se acredita conforme al resultado de las pruebas testificales".

La detención de este traficante se produjo el 11 de junio de 2006, después de que los agentes recibieran aviso de que en el interior de un Audi A3, estacionado en el aparcamiento de una discoteca de Churriana de la Vega, se estaba vendiendo droga.

Los guardias se acercaron al vehículo tras observar una operación de intercambio de dinero por algo no identificado, momento en que el ocupante -el acusado- arrancó y se dio a la fuga a gran velocidad. Los agentes se tuvieron que apartar de inmediato para no ser arrollados.

El joven se saltó en su huida todas las señales y casi se lleva por delante a un ciclista, que tuvo que salirse de la vía para no caer al suelo. La Guardia Civil le persiguió hasta que detuvo el coche en Las Gabias. Se bajó en calzoncillos. Eran rojos. Allí dentro, junto a sus vergüenzas, había ocultado el dinero.

El acusado se había desprendido de sus pantalones, donde guardaba la droga, pero al final condujo a los agentes hasta el lugar donde los había dejado.

A.S.P. sostuvo que las pastillas y la 'coca' que llevaba eran para consumo propio, un extremo que la Audiencia no creyó, pues no se acreditó "en modo alguno que el acusado fuese consumidor de tales sustancias más allá de sus manifestaciones", así como tampoco "su capacidad económica para adquirir la droga" que llevaba y poseer 245 euros en metálico, puesto que no constaba que trabajase.

stats