Una investigación soñada y un sueño financiado con fondos públicos

El investigador Miguel Caballero no ha tirado la toalla y tras diversos contratiempos ayer anunció que finalmente se inician las excavaciones en la zona donde prevé que está enterrado Lorca. Su análisis de las fuentes se basa también en los trabajos del periodista Eduardo Molina Fajardo, que situó el enterramiento de Lorca frente al cortijo ubicado entre la carretera que une Víznar con Alfacar, en el Pago del Peñón del Colorado, que era el antiguo campo de instrucción de las tropas de Falange.

El investigador considera clave lo que dijo a Molina Fajardo el capitán José María Nestares -jefe del sector de Víznar en 1936-; su hijo, Fernando Nestares; un agricultor de Alfacar que labraba terrenos cercanos al lugar de fusilamientos; el que fuera alcalde de Pulianas, Pedro Cuesta Hernández; y un quinto individuo que el periodista identifica con las iniciales A.M.F.

"Eran personas que nada o casi nada tenían que ver entre sí, y los testimonios son coincidentes. Todos apuntan al campo de instrucción", según Caballero, quien opina que en aquel lugar, cerca del entonces cortijo Gazpacho -hoy conocido como Cortijo Pepino- se cavaron pozos para la búsqueda de agua subterránea, y por ello, el enclave era idóneo para enterrar cuerpos.

Además, Caballero no sólo se basa en los testimonios que recogió Molina Fajardo, sino que encargó un estudio a un equipo de arqueólogos y geólogos de Aragón que han analizado las depresiones del terreno y que han delimitado "perfectamente" el posible enterramiento en el lugar.

El investigador no ha desistido nunca de estas tesis. Han sido varias las ocasiones en las que se ha dado de bruces con la negativa a colaborar en su proyecto desde varios sectores públicos y de la administración, pero ha continuado con su lucha y parece haber cambiado de estrategia.

A pesar de que su primera intención era acometer el proyecto asumiendo los gastos con sus propios recursos y pagándolo de su bolsillo, luego su cambió. "Estamos esperando a que la Junta de Andalucía resuelva la subvención que hemos presentado", admitió a mediados de octubre. Hacía meses que el historiador declaró estar dispuesto a comenzar la búsqueda de la fosa del aclamado artista en cuanto el Gobierno autonómico diese el visto bueno y pusiese fin a todo el trámite burocrático que había iniciado.

Hasta ese momento siempre ha tenido la esperanza de retomar los trabajos en el menor tiempo posible y marcar el mes de noviembre como el posible inicio. "Los papeles se presentaron entre finales de agosto y principios de septiembre y la Junta tiene tres meses para resolver el asunto y responder a nuestra petición", aseguró en su momento.

De acuerdo con sus palabras, presentar su proyecto en Sevilla y que se convirtiese en un quehacer oficial fue la única salida que les quedó: "La financiación ya no es sólo privada puesto que, al solicitar la subvención, se ha convertido en un proyecto público, que es a lo que nos abocaron; el permiso de excavación y la subvención van implícitos en la misma petición", aclaró. Una petición que ha obtenido respuesta afirmativa. El aspecto negativo ha sido que, a pesar de que se pidió la financiación máxima, 40.000 euros, la dotación ha sido de 10.000.

Según sus indagaciones, la sepultura en la que habría sido enterrado García Lorca estaría situada en un área del Peñón Colorado. En concreto, el enclave se extiende junto a la carretera local GR-310, un entorno alejado de las concentraciones de población y que, según Miguel Caballero, fue la demarcación perfecta para realizar ejecuciones tan comunes a las realizadas en los años de la Guerra Civil española.