Granada

El club, investigado por delito fiscal y blanqueo de capitales

  • El juez responsabiliza a Pina, Pozzo y a los gestores del Granada CF entre 2013 y 2016

El expresidente del Granada CF, Quique Pina, ingresó en prisión provisional el pasado 2 de febrero.

El expresidente del Granada CF, Quique Pina, ingresó en prisión provisional el pasado 2 de febrero. / g. h.

Si el Granada CF ya había sido señalado a nivel internacional tras la entrada en prisión de su expresidente, Quique Pina, ahora el propio club también ha sido imputado en el marco de la llamada 'Operación Líbero'. Así se recoge en el auto emitido por el juez José de la Mata, por el que se confirma que el Granada CF, entre 2013 y 2016, habría realizado prácticas con el objetivo de "la elusión ilícita de cuotas fiscales y/o el blanqueo de capitales procedentes". Además, el club habría formado un "triángulo mercantil" junto al Udinese Calcio y al club inglés, desde el que se defraudaba en España, Italia e Inglaterra, a través del desvío a Luxemburgo del dinero obtenido con los traspasos de jugadores.

Tal y como se recoge en el auto, cuyas diligencias se incoaron mediante un auto con fecha 28 de diciembre de 2016, "los investigados en este caso son el Granada CF SAD, Enrique Pina Campuzano y Gino Pozzo, además de los gestores del mismo en los citados ejercicios y cualesquiera otras personas cuya identidad pudiera ser conocida a resueltas de la investigación a realizar". Es decir, que toda la cúpula que controlaba el Granada CF entre 2013 y 2016 podría estar sujeta a ser investigada.

Pina continuará en prisión preventiva tras haberse desestimado su recurso

En concreto, según se detalla en el auto, "los riesgos fiscales identificados son: La discrepancia entre el resultado declarado en el Impuesto sobre Sociedades ejercicio 2014/2015 y el correspondiente a las Cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Las operaciones relacionadas con jugadores del Udinese Calcio. Las operaciones de adquisición/transmisión de derechos de jugadores. Por una parte por la interposición de una entidad luxemburguesa (Fifteen Securitisation SA)", todo ello para no tributar en España la totalidad del dinero generado por los traspasos, así como "la posible diferencia entre el precio real de los traspasos y el declarado en los contratos que se formalizan entre clubes de fútbol".

Además, también se investigan "los pagos a la entidad Grup Serton 33 y Calambur Intermediaciones, que podrían no corresponder a servicios reales. Los pagos relacionados con la compra, venta o cesión de jugadores del Club al Watford, equipo al que la Auditoria considera vinculado con el Granada CF, al igual que el Udinese", así como los "relacionados con la adquisición de una embarcación de Calambur Intermediaciones SL", el famoso yate que Pina habría adquirido gracias a las ganancias del traspaso de Siqueira al Atlético de Madrid.

Precisamente por todo ello, se considera a Pina como el cabecilla de esta trama, acusado de fraude a Hacienda, blanqueo de capitales e insolvencia punible. Por estos delitos, el que fuera presidente del Granada CF ingresó en prisión provisional el pasado 2 de febrero tras prestar declaración ante el juez. Ante esta medida, el día 7 de febrero presentó un recurso por el que solicitaba que se modificase su situación con el fin de salir de prisión mientras continúa la investigación, sin embargo, el juez finalmente ha denegado la petición.

Pese a que según se recoge en el auto "va disminuyendo el peligro de fuga", sí que existe "riesgo concreto de destrucción u ocultación de fuentes de pruebas. (...) Riesgos de que comenzara a mover capitales, cerrar cuentas o eliminar rastros documentales. No se olvide que Pina Campuzano ha demostrado alta experticia en armar estructuras para ocultar su patrimonio y sus ingresos, transfiriéndolo a sociedades propiedad de su hermana y padres, y para parapetrarse tras sociedades gestion adas por testaferros". Así, para evitar que "tuviera comunicación previa con estas personas, muchas de las cuales pertenecen a su entorno más próximo (...) que podrían ser manipulados o presionados".

Además de ello, según se recoge en este auto, "existen notables contradicciones entre sus afirmaciones y los documentos obrantes en autos, y también (...) con otros relatos sostenidos por testigos e investigados sobre las mismas cuestiones, lo que contribuye a corroborar la importancia que ha tenido evitar que los involucrados en las investigaciones hubieran podido entrar en contacto para destruir evidencias, alinear versiones o, simplemente, para presionar".

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