El invierno se resiste a entrar en Granada

El invierno en Granada sigue por unos derroteros atípicos. Ayer volvieron a repetirse estampas poco habituales para estas fechas. Granadinos y turistas, algunos de ellos en mangas de camisa, para disfrutar de un día soleado y caluroso. Sobre todo al mediodía. Una situación que se va a mantener, según la Agencia Estatal de Meteorología, hasta mañana lunes. Y es que a partir de la segunda mitad de la jornada se esperan algunos bancos de nubes, sin grave peligro de que se produzcan precipitaciones.

En lo que a los termómetros se refiere, la caída será la tónica general. De los 20 grados de máxima que hay previstos para hoy bajarán a los 15, igual pasará con las mínimas aunque el descenso será más moderado. Sólo dos grados de diferencia, de ocho a seis. Del martes en adelante los cambios sí que serán más bruscos. Tal es así que en la capital se alcanzarán los cero grados de mínima la madrugada del martes al miércoles.

A pesar de ese contexto, la preocupación se centra por las ausencia de precipitaciones en un ciclo propicio para ello -aunque siempre menos que en otoño o primavera, según el clima continental-. En Sierra Nevada están muy pendientes de esta cuestión ya que con las altas temperaturas el macizo granadino empieza de nuevo a perder parte del manto blanco propio de esta época. La acción de los cañones podría ser clave en los próximos días para mantener la calidad de la nieve en las pistas que ya están operativas.

En la Costa Tropical hubo quienes aprovecharon ayer el buen tiempo para disfrutar de la playa. Aunque el agua estaba fría, se vieron paseantes y usuarios para disfrutar de los intensos rayos de sol. En Motril hubo termómetros que llegaron a marcar los 26 grados.

Al margen del tiempo, el ambiente que presentó ayer la ciudad de la Alhambra fue envidiable. El periodo de rebajas fue motivo de atracción para que centenares de personas se desplazaran hasta el centro. Muchas de ellas con bolsas en mano, demostraron que la situación económica empieza a remontar. Al mismo tiempo, una ocasión extraordinaria para adquirir prendas a buen precio.

Las terrazas de bares y restaurantes también fueron uno de los puntos más elegidos para pasar un buen rato con familiares o amistades. Y es que la climatología está beneficiando a los establecimientos que esta temporada han apostado por mantener las mesas y sillas en la calle. Caso de plazas emblemáticas como la de San Miguel Bajo o el Campo del Príncipe, confirmaron este extremo.

Los espacios más turísticos de Granada estuvieron también muy concurridos. Por la Carrera del Darro un constante trasiego de paseantes vino a confirmar que es una de las calles más bellas de Europa y, por ende, de las más transitadas de la ciudad. Igual ocurre con el recinto de la Alhambra o el entorno de la Catedral y la Capilla Real. Desde Plaza Nueva se podía contemplar la gran cantidad de visitantes que desde la Torre de la Vela aprovechaban para contemplar la panorámica de la urbe y la Vega al fondo.

A pesar de no ser temporada alta -enero es uno de los peores meses para el sector de la hotelería-, otros atractivos de Granada como la Casa de Zafra o el Cuarto Real de Santo Domingo dieron cobijo a turistas con ganas de conocer estos rincones cargados de historia.

Hay quienes optaron por un plan más familiar y de ocio, en el caso de los granadinos. Por ejemplo, los carriles bici del Área Metropolitana soportaron un elevado número de ciclistas que bien por hacer ejercicio o despejarse contribuyeron su granito de arena a la movilidad sostenible.