Sucesos

Un jurado popular enjuiciará al legionario acusado de asesinar a su expareja en Granada

  • La vista se celebrará entre los próximos días 16 y 19 de mayo

Interior de una sala de audiencias de Granada

Interior de una sala de audiencias de Granada / E. P.

Un jurado popular será el encargado de enjuiciar al legionario al que se acusa de asesinar a su expareja con una puñalada en el cuello en la vivienda del barrio del Zaidín donde residía la víctima, y que se enfrenta a una petición de pena de cárcel de 25 años por asesinato con agravante de parentesco y género. Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide que el acusado sea condenado a indemnizar a la hija menor en 600.000 euros por el daño moral causado por la muerte de su madre, según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Fiscal. La vista tendrá lugar del 16 al 19 de mayo en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada. 

La mujer, Ana María M.M, de 38 años, trabajaba como profesora de Educación Infantil en el Colegio Isabel La Católica de La Zubia y tenía una niña de once años de una relación anterior. La relación sentimental entre víctima y agresor estaba presidida por los constantes celos del acusado, que controlaba a Ana María en sus relaciones sociales, habiendo roto y retomado el noviazgo en numerosas ocasiones. A finales de enero de 2020, Ana María cortó definitivamente, bloqueándolo en sus contactos; sin embargo, él no lo aceptó y trataba de forzarla a reanudar la relación.

En este contexto, el 8 de febrero de 2020, el procesado se presentó sobre las cuatro y media de la tarde en la puerta del piso de alquiler donde residía Ana María. Aprovechó que unos vecinos entraban para poder acceder al edificio, pues el día anterior ella se había negado a abrirle el portal, y una vez en la puerta de la casa pudo convencerla para que le dejara pasar a la vivienda.

Según el relato del fiscal, comenzó a discutir con Ana María por los celos "que le acechaban" dado que ella le había comentado su intención de mantener otras relaciones. El presunto asesino, que no aceptaba esta situación, le quitó el móvil y, tras comprobar que había mantenido contacto con otras personas, "cosa que no iba a permitir", la cogió del cuello y la golpeó contra la pared. Ana María comenzó a pedir auxilio y la escuchó una vecina, que a su vez alertó a su padre de lo que estaba pasando.

Mientras, en el interior de la vivienda, el acusado la volvió a agarrar del cuello y apretó con fuerza, tras lo que ella cayó al suelo inconsciente, momento que presuntamente aprovechó para "coger un cuchillo y asestarle un gran corte en el cuello" que, entre otras lesiones, le cortó la arteria carótida izquierda.

La mujer murió de forma casi inmediata por un shock hipovolémico y el acusado abandonó el domicilio, cruzándose en ese momento con el padre de la víctima y un vecino, que no habían podido acceder antes a la vivienda porque la llave estaba echada por dentro. Cuando el padre llegó encontró a su hija tirada en el suelo, detrás de la puerta de entrada, muerta sobre un gran charco de sangre sin que ya pudiera hacer nada por salvar su vida.

Por su parte, el acusado se dirigió en coche hasta Guadix, donde contó a su madre y su hermano que "había matado a su novia, que no podía ser de otra manera y que a lo hecho, pecho", tras lo que su hermano lo llevó al cuartel de la Guardia Civil.

La acusación particular, ejercida por el padre de la víctima, también ha solicitado una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco y de género. En el ámbito de la responsabilidad civil, solicitan que el acusado indemnice al padre de Ana María en 100.000 euros.

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