"Somos el séptimo centro por número de alumnos y el último en la relación entre alumnos y metros cuadrados. Somos unos 2.100 matriculados en 10.000 metros cuadrados". El director de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y Telecomunicación, Joaquín Fernández Valdivia, exhibe números para dar forma a una reclamación que ya es "histórica". La Escuela se ha quedado pequeña, minúscula. Falta un tercer brazo, un ala de 5.000 metros cuadrados. E incluso construyéndose, la ETSIIT sería siendo mínima en relación con lo que plantea su director. "En Málaga la Escuela de Ingeniería Informática tiene 45.000 metros. En Huelva, 24.000. Y, con todo, somos el mejor centro de Andalucía".

Fernández Valdivia clama por hacer del centro universitario una auténtico "motor" de la ciudad. "Falta visión estratégica", reitera el director, para plantear una solución "de futuro" a las demandas actuales de espacio. La Escuela necesita incorporar nuevas titulaciones - "El futuro está en la ciencia de datos, el internet de las cosas, la ciberseguridad..." enumera Fernández Valdivia- y dar espacio adecuado a profesores y nuevos planteamientos docentes, como un espacio maker, como los recientemente inaugurados en Arquitectura y Ciencias. "No tenemos espacio para hacer nada", sentencia el director, que reitera que "tenemos lo justo, nada más".

Informática en Málaga cuenta con 45.000 metros cuadrados; en Granada con 10.000También queda pendiente intervenir en la antigua comisaría de la calle Duquesa

Fernández Valdivia añade que la construcción de la Escuela costó unos seis millones de euros -en 1993- y la construcción del nuevo edificio que se planteó en el proyecto inicial costaría más. "No hay ni proyecto". Y, además, no aliviaría el problema de espacio. "Sea la que sea la solución, pedimos que sea una apuesta estratégica", indica el director de la ETSIIT, que permita a la Escuela ser punta de lanza de un cambio en el modelo productivo de la provincia, apostilla el responsable del centro.

Mientras llega esa solución, la Escuela cuenta ahora con un edificio alquilado por la Universidad donde se ubicarán los estudios de posgrado y que en la actualidad están en unas aulas prefabricadas en el espacio que debería haber ocupado el tercer edificio. A ese espacio que quedará libre se trasladarán despachos y un aula de estudio permanente.

La Escuela es quizá uno de los ejemplos más claros de la necesidad de crecer de una Universidad que tiene numerosos frentes abiertos. Siguen pendientes las reformas en el módulo de escultura de Bellas Artes y en la biblioteca de Filosofía y Letras. En el campus centro queda por rehabilitar el edificio de la antigua comisaría de la calle Duquesa, que servirá para aliviar los problemas de espacio de otro centro, la Facultad de Derecho.

También queda pendiente -y no se vislumbra que el proyecto se desarrolle en un plazo medio de tiempo- el traslado de Odontología y Farmacia al campus del PTS, donde en la actualidad están Medicina y Ciencias de la Salud. El traslado de estas dos facultades dejó los inmuebles del centro, en el barrio de Doctores, pendientes de sucesivos proyectos. En estos meses está previsto que se remodele Biosanitaria para que acoja a partir de 2019 la nueva sede de la Escuela Internacional de Posgrado, que hasta ahora ocupa el palacio de la Jarosa, en la calle Paz. A este inmueble se trasladarían, de rebote, el Centro Ruso, el Instituto Confucio y despachos de Traducción e Interpretación, otro centro en el que hay problemas de espacio.