investigación en Granada

El laboratorio de la Universidad de Granada que cocina cómo será la 'A92 verde'

  • El Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la UGR es un caso de éxito en transferencia a empresas

  • Su trabajo ha sido premiado a nivel nacional y cuenta con el apoyo del sector privado en forma de contratos

  • Son "pioneros y punteros" en el desarrollo de materiales para el asfalto y diseño de las futuras carreteras inteligentes

Fernando Moreno y Mayka rubio muestran un trozo de asfalto en su laboratorio de Caminos.

Fernando Moreno y Mayka rubio muestran un trozo de asfalto en su laboratorio de Caminos. / Alejandro Romera / PS

El pasado mes de diciembre se dio a conocer el premio nacional recibido por el equipo de investigadores del Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Granada (LabIC.UGR). Fueron merecedores del premio MPA de la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas por el proyecto Masai (siglas de Materiales Asfálticos Sostenibles, Automatizados e Inteligentes). Un hito que sirve de culminación a quince años de trabajo, demuestra la capacidad de la UGR de trabajar con el entorno empresarial y da relumbrón a un éxito investigador.

Hace quince años este laboratorio consiguió 720.000 euros gracias a tres contratos con seis empresas. Una cifra modesta si se compara con los 60 millones que Fomento ha conseguido de Europa gracias a Masai. Precisamente la Consejería, empresas privadas y la UGR decidieron apostar por la línea de trabajo de este grupo investigador, encabezado entonces por Antonio Menéndez y Mayka Rubio, que recuerda que aquellos contratos fue un “impulso” decisivo. “Vino la crisis y ahí estuvieron las empresas”, recalca sobre aquellos primeros pasos.

El punto de partida fue este: El asfalto había quedado al margen de la incorporación de innovaciones. Mientras la industria automovilística, por ejemplo, ha avanzado a pasos agigantados en pocas décadas, los compuestos que se emplean en las carreteras venían a ser los mismos que hace años. “Han sido cien años haciendo lo mismo”, explican los investigadores.

La visión de que había un hueco a cubrir y la existencia de un mercado propicio a incorporar posibles innovaciones propiciaron que en 2009 el laboratorio comenzara a despegar. Se consiguieron varios proyectos en convocatorias públicas, “siempre con el enfoque” de avanzar en investigación aplicada, apostar por la colaboración público privada y “mejorar el sistema productivo”, indica Fernando Moreno.

El investigador explica el proceso de trabajo. “Si haces preguntas simples, tienes respuestas simples”. El asfalto, defiende, es un elemento “complejo, orgánico”, al que hasta ahora se le habían hecho preguntas bastante llanas. Al intentar analizar desde otros puntos de vista este material y determinar cómo se podían mejorar las carreteras se han abierto las puertas de la innovación en una nueva generación de materiales o incluso de subproductos para otras industrias. También se apostó por el desarrollo de tecnologías con el fin de recabar información de lo que ocurre sobre esas carreteras o mejorar la sostenibilidad de las mismas. En 2009 el grupo de investigadores de LabIC.UGR se dijo “¿cómo podemos ser útiles?”.

En 2010 se dio el salto y se avanzó en la internacionalización del trabajo que ya se hacía en Granada. Llegaron nuevos contratos. Son unos nueve los millones que se han vinculado a los proyectos del laboratorio, que tiene su sede en Caminos, Canales y Puertos. Además, Masai también ha permitido a la Consejería de Fomento de la Junta ser en la única comunidad autónoma que ha obtenido fondos Next Generation procedentes de la Unión Europea para la rehabilitación de carreteras, 60 millones que se destinarán a la mejora de la A92 para que se convierta en el corredor verde de Andalucía.

En la Escuela se prueban nuevos materiales o aditivos que mejoren las prestaciones de las carreteras.“Esto es como en la cocina. Puedes seguir el libro de recetas, pero nosotros no necesitamos el libro. Sabemos que un determinado producto y otro funcionan bien. Los echamos y probamos con fundamento”, con el conocimiento de las investigaciones previas. Se hace este trabajo con “un alto porcentaje” de seguridad de que irá bien, algo muy apreciado por la empresa privada. Una vez que se da con la tecla, con una fórmula que puede ser interesante para el mercado, se procede a dar el siguiente paso para que ese trabajo de laboratorio se aplique. Así, “Masai es una cosa más de las que hacemos”, indica Moreno. El laboratorio tiene contactos con empresas de “todo el mundo” y gracias al desarrollo de sus investigaciones se han convertido en líderes del sector. “Somos pioneros y punteros”. Parte del éxito, explica el investigador, está en que el laboratorio ha desarrollado su propia tecnología. “Damos soluciones, y si no existen, las inventamos”.

¿Dónde está el futuro? Moreno arguye que esta cuarta revolución va a requerir el salto al modelo de economía circular. En cuanto a las carreteras, se va a apostar por la sensorización y monitorización de los datos, por carreteras inteligentes. Así, Masai apuesta por la reutilización y valorización de material fresado procedente de carreteras deterioradas y de polímeros y plásticos reciclados como el caucho procedente de neumáticos usados.

“El trabajo conjunto entre la UGR, las empresas y la Consejería ha permitido que la construcción y rehabilitación de las carreteras andaluzas bajo los más altos estándares de sostenibilidad y digitalización sea ya una realidad, marcando un hito en la ingeniería de carreteras”, recuerda la institución granadina en el comunicado en el que reseñó el premio nacional para este grupo.

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