Un gran laboratorio para biopsias y citologías entre lo artesano y lo digital
Los inmensos pasillos del nuevo hospital del PTS albergan desde hace unos días un nuevo servicio. Todavía están aterrizando, adaptándose al espacio, colocando pertenencias y aprendiéndose los recorridos, entradas y salidas de su nueva casa. Pero la actividad no puede esperar y entre salas aún cerradas y despachos con cajas hay espacios donde ya trabajan sin descanso, al mismo ritmo que cuando estaban en su antiguo hospital.
Se trata de Anatomía Patológica, instalada en la primera planta del hospital, la de los laboratorios y precisamente junto al gran laboratorio central del centro. El traslado lo comenzaron el 9 de diciembre y el 22 de diciembre les tocó su particular 'lotería' arrancando la actividad. En total el servicio cuenta con unos 90 profesionales entre los que están en plantilla mas los becarios y personal en formación.
Anatomía Patológica tendrá ahora en el hospital del PTS su laboratorio central aunque mantendrá actividad en otros tres de actuación rápida en el Virgen de las Nieves (para biopsias quirúrgicas, urgencias, etc) y los hospitales de Motril y Baza.
El director, Raimundo García del Moral, realiza para este periódico una ruta por las nuevas instalaciones con la pasión del que sabe que cuentan con un espacio único y tecnología que les hará también únicos, lo que mejorará el desarrollo profesional. "En el servicio realizamos tres actuaciones: biopsias (de fragmento de tejido), citologías (de células sueltas) y autopsias, que hemos dejado delegadas en el Virgen de las Nieves", explica Del Moral. Y la actividad no es poca. Al año llegan 35.000 estudios con 65.000 muestras; unas 70.000 citologías y se realizan un centenar de autopsias clínicas.
Para su gestión tienen un circuito establecido desde que llega la muestra hasta que se termina su análisis. Las muestras se recepcionan en el mostrador de entrada, donde se les da entrada electrónica antes de pasar a la zona de estudio. En el caso de las biopsias, se pasan primero si son grandes a la zona de estudio macroscópico "para diseccionarlas". Es lo que ellos llaman "tallar" la muestra, para sacar trozos pequeños de un órgano completo o pieza. Una vez que está al tamaño deseado, pasan a las salas de procesamiento, donde se meten en parafina líquida y se introducen en las piezas (casetes) donde se harán un bloque. Un proceso aún artesanal para colocar las diminutas muestras para que luego pueda analizarlas el patólogo. Una vez hecho el bloque, se pasa al laboratorio general, donde se hacen los cortes, precisos y milimétricos. "Un trabajo de artesanía", reivindica Del Moral. Lo que se hace es un corte fino para sacar una lámina casi transparente que incluye un corte de la muestra con todo el material necesario para el análisis. "El resto de la muestra se guarda por ser material propiedad del paciente y poder utilizarse para futuras pruebas o análisis. De hecho tienen guardadas muestras desde los años 70. Y para eso en el nuevo espacio cuentan con un gran espacio de archivo de más de 400 metros.
Una vez realizado el corte, se tiñe la muestra con colorante de forma que cada parte de la célula o muestra toma un color que ayudará al patólogo a realizar su diagnóstico tras observarla por microscopio. Y hay varios procedimientos y técnicas para analizar la muestra según lo que se busque. En el laboratorio de inmunohistoquímica, por ejemplo, se identifican moléculas con anticuerpos animales.
Por último, es el patólogo el que mira la muestra y determina el resultado. Ahora se hace a microscopio, pero el futuro es la era digital, la patología digital. El tratamiento de la muestra es el mismo pero cuando esté ya preparada y montada en el cristal, se escaneará de forma que el patólogo recibirá la imagen y en pantalla y podrá manipularla con pantallas táctiles. Así, se amplía resolución y además se podrá mandar a otros patólogos en cualquier parte del mundo. El escáner no está instalado aún pero se espera para breves fechas.
Las citologías van a otro laboratorio automatizado. Es el único de Andalucía con procesamiento automático de las citologías, lo que es de gran ayuda a los citotécnicos, que revisan las dudosas o las consideradas malignas por un robot único que aplica la inteligencia artificial con capacidad para 120.000 pruebas al año.
Un laboratorio de molecular para estudios genéticos completa el servicio de Anatomía Patológica instalado en el nuevo hospital, una unidad clave para el diagnóstico de las patologías.
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