Un largo viaje que no termina al llegar a puerto

La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional de Motril explica qué ocurre con los inmigrantes que son interceptados Tras ser atendidos, son internados en el Centro de Recepción de Inmigrantes, identificados, llevados al CIE y devueltos a sus países de origen

Un largo viaje que no termina al llegar a puerto
Un largo viaje que no termina al llegar a puerto
R. Fernández Motril

18 de diciembre 2012 - 01:00

Las pateras ocupan páginas de los informativos, se dice cuántos han llegado, si son varones o mujeres, menores, o su estado de salud. Sin embargo, ¿qué ocurre después con ellos? La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional de Motril explica qué sucede tras su llegada a tierra.

Lo prioritario una vez que llegan los inmigrantes desde la embarcación de Salvamento Marítimo, que les ha interceptado y rescatado en el mar, es la atención humanitaria. En Motril, los voluntarios de Cruz Roja son los que se encargan de darles mantas, abrigo, calzado... Muchos suelen necesitar atención sanitaria. Una ambulancia les está esperando, y algunos serán trasladados al Hospital Santa Ana de Motril.

Los varones o mujeres mayores de edad son internados en el Centro de Recepción de Inmigrantes que la Policía Nacional posee en el Puerto de Motril. Antonio Cifuentes, inspector jefe de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría Local de la ciudad, quiere dejar claro que este hecho y todos los relacionados con sus actuaciones en este tema se producen en cumplimiento estricto de la Ley de Extranjería, que si bien no es una norma penal sí es administrativa, y que ellos son meros tramitadores de un proceso que está perfectamente marcado por el legislador.

Así, proceden a su identificación, con la ayuda de intérpretes oficiales, un servicio externo que contrata directamente el Ministerio. Cada uno de los inmigrantes tendrá a su disposición no sólo a un intérprete, sino también a un letrado. Y el juez también se entrevistará con ellos.

La llegada de una patera moviliza a personal sanitario, jueces, abogados, intérpretes, personal sanitario, voluntarios y prácticamente a toda la comisaría de Policía, debido a la multitud de trámites que se requieren.

El inspector señala un expediente de alrededor de 30 centímetros que tienen que rellenar de papeleo cada vez que llegan estas personas. Sin embargo, recuerdan los policías que, aparte de lo que supone un expediente, el trato con ellos implica que deben tener mucha mano izquierda, puesto que son conscientes de que se trata del primer contacto que tienen estas personas fuera de su ámbito en un país desconocido donde las mafias les han contado cosas para captarles que no suelen ser verdad. Uno de los agentes que ha asistido a multitud de servicios en estos casos, relata cómo incluso compañeros han llevado peluches a los niños que llegan en patera.

Algunas de las mujeres que llegan han sido captadas por las mafias o se pagan el viaje mediante la prostitución, aunque la Policía señala que se trata de un porcentaje poco significativo. En cumplimiento de la Ley de Extranjería, los agentes deben darle un periodo de reflexión para denunciar a los proxenetas. Tras la entrevista con ellas, en ese caso, se les da documentación, según marca la legislación. Habitualmente, en vez de "confesar" ante ellos, suelen abrirse más a las ONG que les atienden posteriormente, y se inicia una investigación sobre el asunto.

Se ha dado algún supuesto en el que la mujer ha fingido pertenecer a una red de prostitución, para quedarse en España, aunque la experiencia de los agentes suele detectar estos casos.

Los mayores de edad, después de una estancia de un día o dos en el Centro de Recepción de Inmigrantes del Puerto de Motril, son trasladados a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) más cercanos, que suelen ser los de Algeciras o Murcia. Esto último, como todos los trámites, tiene que ser autorizado, en este caso por un juez.

Se dicta un decreto de devolución para todos por entrada ilegal en territorio español, por el que los inmigrantes deben volver a su país de origen.

Sin embargo, esto no es tan fácil. Estas personas suelen ser marroquíes o subsaharianos (casi nunca mezclados). En el primer caso, Marruecos colabora activamente para su devolución, pero en el segundo entran en juego decenas de países y tribus, lo que a veces hace que sean casi imposibles de identificar. Las autoridades consulares de dichos Estados -si se conocen, pues la mayoría no trae documentación- se entrevistan con cada uno de los inmigrantes.

Cuando se producen devoluciones masivas de inmigrantes, entra en juego la UIP (Unidades de Intervención Policial) de la Policía Nacional. Si no se puede determinar su origen, serán enviados a los CIE durante el periodo máximo legal establecido de 60 días, y una vez transcurrido el mismo serán entregados a las ONG en acogida, a no ser que con posterioridad se identifiquen y entonces serían expulsados.

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