De una lechería al café más antiguo de Granada

Javier Navarro, el dueño de la cafetería, frente a su establecimiento en la plaza Bib-Rambla.

05 de septiembre 2012 - 01:00

La plaza Bib-Rambla tiene un lugar de obligada visita. Un espacio que durante todo el día permanece abierto y que es un referente en la ciudad. El conocido café Bib-Rambla comenzó sirviendo leche embotellada a 0,80 céntimos de peseta el litro en el año 1907, y se ha convertido en un espacio de referencia sobre todo para tomar los exquisitos desayunos y meriendas. Javier Navarro es el dueño de un negocio familiar que conoce desde siempre, desde que era pequeño. "Llevo aquí desde pequeño, jugando, toda la vida. Luego, a los 16 años, trabajé por primera vez una Navidad, también en los veranos ocasionalmente". Y desde el año 1988 lleva adelante el negocio familiar.

Cuenta que cuando su abuelo cogió el negocio familiar, la lechería sólo tenía un empleado. "Al poco ascendió a 50 o 60 personas trabajando aquí". Esto sucedió cuando se amplió y se contó con el espacio de la terraza. La lechería se ganó la fama por su bollería y por sus helados de gran variedad de sabores, que hacían en el propio establecimiento, En los años 70 añadieron los churros a la carta, porque los días de invierno siempre apetece sentarse al calor de un chocolate con churros en este café.

En los años 80 decidieron introducir la cocina, por lo que también ofrecen una selección variada de tapas. "Abrimos desde las 8:00 horas de la mañana hasta las 00:00 horas, y en invierno cerramos antes, a las 22:00 horas", cuenta Javier.

Ya no sólo se ajustan a la tradición, puesto que los clientes que vienen también son viajeros que llegan a la cafetería recomendados por algunas guías para probar los productos que ofrece. Han incluido, por tanto, desayunos especiales, americanos, con tortitas o tostadas francesas. En 2007 la cafetería Bib Rambla cumplió su centenario. En sus paredes se pueden encontrar recortes de periódicos de diferentes épocas, entre los que destaca un recorte de 1947 que publicitaba el negocio cuando todavía era una lechería.

Javier reconoce que tienen "buena clientela y gente de paso que vienen aquí especialmente recomendada", por lo que, pese a la situación de crisis, el negocio "va bien".

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