Los licenciados en paro confían en la campaña de la aceituna para trabajar
Este año también habrá mayoría de mano de obra nacional en los olivares de la provincia · Los propietarios optan por la mecanización del proceso de recogida del fruto para ahorrar costes
Las últimas campañas han supuesto un notable cambio de tendencia en cuanto a la contratación de mano de obra para las tareas agrícolas en el campo granadino. Así, si hasta hace unos años -fundamentalmente hasta que estalló la crisis económica- era más que complicado encontrar españoles dispuestos a trabajar en la recogida de la aceituna, hoy lo extraordinario es contar con mano de obra foránea. Únicamente las explotaciones más grandes, y por tanto las que necesitan un mayor número de trabajadores para la campaña, precisan de empleados marroquíes, argelinos, subsaharianos o incluso latinoamericanos.
Esta tendencia, que ya fue palpable la pasada campaña, se mantiene. Si antes esos trabajadores españoles preferían trabajar en la construcción o en el sector servicios -menos sacrificados que el campo- , ahora la necesidad obliga a volver a las tareas agrícolas. Y es más, en las cooperativas y explotaciones se encuentran cada vez más con personas que cuentan incluso con titulación universitaria dispuestos a trabajar, por ejemplo, en la recogida de la aceituna, cuya campaña comienza a mediados de noviembre.
Esta situación era, en tiempos anteriores a la crisis, esporádica y, sobre todo, ligada a las explotaciones familiares, en las que colaboran todos los miembros mientras durara la recolección. O bien, según explica el gerente provincial de Faeca, Gustavo Ródenas, inmigrantes con una alta cualificación en sus países que, sin embargo, no les servía para trabajar en España.
Ahora, según confirma el secretario provincial de UPA, Nicolás Chica, "hemos detectado que a las cooperativas y particulares se les ofrece más mano de obra nacional, algo que antes no pasaba y que ya se vio el año pasado". Además "de vez en cuando, incluso aparece gente de formación universitaria que te dice que quiere trabajar en lo que sea". Según Ródenas, las solicitudes para trabajar que llegan a las cooperativas granadinas también reflejan que el perfil de los solicitantes ha cambiado como consecuencia de la crisis y que se detecta un mayor nivel en cuanto al nivel formativo de éstos.
Sin embargo, pese a la importante tasa de desempleo que soporta la provincia de Granada y a la cantidad de currículos que llegan a cooperativas, almazaras, asociaciones y particulares, resulta llamativo que para puestos técnicos no es fácil encontrar candidatos. Así, Chica relata que requirió a través del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) cinco ingenieros técnicos agrícola "y sólo se han presentado tres, lo que significa que sí ha profesiones con una alta demanda".
Por otro lado, el secretario provincial de la Unión de Pequeños Agricultores señala que ante la delicada situación por la que pasa la agricultura a consecuencia de la crisis económica, un porcentaje importante de propietarios ha optado por hacer un esfuerzo y apostar por la mecanización del proceso de recolección para ahorrar así el coste de los jornales. "El precio del aceite es muy bajo y se busca el medio de recolección más barato. De las 295 o 300 pesetas no se pasa, y eso para un olivar que no tenga la recolección mecanizada supone que al agricultor le cuesta el dinero", explica Chica, que relaciona el aumento de la "venta de maquinaria con la reducción de mano de obra".
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