A licitación la obra para musealizar el primer sector arqueológico de los Mondragones: la Villa Mummius Niger
La actuación se dividirá en dos sectores, saliendo ahora a concurso el más grande por 2,1 millones
Recreación del futuro museo arqueológico de los Mondragones: vitrinas, pasarelas elevadas y miradores
Florentia Iliberritana: el primer parque arqueológico de Granada sobre las ruinas romanas de Mondragones
El Ayuntamiento de Granada acaba de sacar a licitación el contrato de obras para construir lo que será el primer parque arqueológico de la capital con la musealización de los restos romanos encontrados en Los Mondragones. El importe del contrato es de 2,1 millones de euros con impuestos (que se sufraga con cargo al Plan Alhambra dentro del Plan de Turismo de Grandes Ciudades en su segunda fase) y tendrá un plazo de 12 meses de ejecución para convertir los restos sacados a luz en el distrito Beiro en el primer museo de este tipo en la ciudad. Para ello se actuará en dos sectores independientes y por tanto en dos fases, saliendo ahora el contrato para el primero de ellos, el A, el más grande y que acoge el complejo de edificaciones público-privadas y la calle interior.
El proyecto básico y de ejecución ha sido realizado por el arquitecto Fernando Acale Sánchez y recoge en el documento, consultado por este periódico en el portal de Contratación, que el sector A se halla situado en una amplia parcela de forma poligonal y una superficie de 15.296 metros cuadrados destinada a espacio público por el PERI. La edificación proyectada ocupa una parte de esta parcela, junto a la calle Rector José Vida Soria, donde se plantea un edificio para la cubrición del yacimiento arqueológico de la denominada Villa Mummius Niger, que se ajusta estrictamente a los restos localizados. El edificio proyectado será de una única planta en todo su perímetro. Según el programa de usos, tendrá vestíbulo, recepción, aseos, sala de audiovisuales, un mirador, una pasarela.
Debido al valor de los restos, la construcción será con una mínima intervención utilizando un sistema de micropilotes y zapatas superficiales para afectar lo menos posible a las estructuras arqueológicas.
El edificio tendrá seis pórticos con vigas de celosía metálicas y el cerramiento será permeable. Solo habrá una ventana, situada en la sala de audiovisuales. La cubierta será con chapas onduladas de policarbonato. Las aberturas contarán con mallas invisibles antiaves o chapas onduladas.
La presentación de ofertas estará abierta hasta el 1 de septiembre.
Seguir excavando
Con el edificio proyectado en esta primera zona A se indica también la necesidad de seguir excavando ya que la prózima zona a excavar estará cubierta por el edificio. El objetivo es recuperar el espacio del cardo secundario que daba acceso al atrio previo a las termas y el decumano que conectaba con la entrada al edificio protocolario. Si se sigue excavando más allá, la estructura podría crecer llegando incluso a duplicar la superficie del edificio actual o con ampliaciones puntuales.
Hay posibilidad también de levantar algún elemento como pedestales o columnas del atrio para facilitar su lectura. También se mantendrá la escalera del polvorín militar que se instaló a posteriori como testimonio de este uso.
Para la musealización habrá que intervenir también en los propios restos, afectados por el paso del tiempo tras su excavación. Así, se intentarán recuperar todos los elementos de los pavimentos y muros originales con tratamientos específicos para su consolidación, además de limpiar el terreno eliminando plantas y retirando toda la grava y geotextil que se colocaron como protección en las campañas realizadas. La limpieza será tanto mecánica como manual.
El proyecto contempla también el uso de la fachada exterior del edificio del gimnasio para situar una imagen a gran escala del yacimiento completo para facilitar su comprensión. El logo del yacimiento será la flor del mosaico del triclinium por su singularidad.
El recorrido por el yacimiento: del cardo a las termas con miradores y plataformas
Según el proyecto de obra, el recorrido por el interior del edificio del sector A será circular a través de pasarelas de madera sobreelevadas con partes acristaladas para ver elementos de interés como las marcas de rodadura de los carros.
El recorrido por el complejo se iniciará en la Villa Mummius Niger, donde se informará de la totalidad del yacimiento en el punto de información y recepción. Habrá un vídeo explicativo y paneles. Desde el vestíbulo se podrá tener una primera visión del conjunto a través de un hueco sobre la natatio. Además habrá dos grandes vitrinas con objetos singulares, como jarros, lucernas o el brasero de bronce de la cámara funeraria.
En el lateral habrá un pasillo con otra vitrina para ir a la sala de audiovisuales y el primer mirador, desde el que se verá el espacio representativo del edificio protocolario.
Una vez se inicie el recorrido por el cardo, se podrá ver por un mirador las salas del caldarium y tepidarium con sus hipocaustos. Siguiendo por el cardo, se verá por una ventana acristalada del suelo las marcas de los carros por la calle y después desde un mirador la tumba íbera y en otro punto el atrio de ingreso a las termas con el mirador más elevado del conjunto. Desde ahí se irá al último tramo . Desde el exterior las celosías permitirán la visión velada del edificio protocolario, la zona del lagar, el atrio de las termas y la zona metalúrgica. Antes de abandonar el edificio se verá un panel con las indicaciones del contenido del sector B y el itinerario para llegar hasta él a través de señalización en el pavimento.
El gran asentamiento de la Florentia Iliberritana
Este yacimiento apareció de forma casual durante las obras del parking en la parcela municipal durante 2013. Desde entonces se han realizado campañas arqueológicas para caracterizar con precisión el lugar. Tenía antecedentes protohistóricos del siglo V A.C. con una tumba íbera que contenía en su interior un ajuar de piezas de bronce. Posteriormente, en época romana (siglo I) se fundaría este asentamiento, conocido como Municipium Florentinum Iliberritanum. Estaba organizado condicionado por el río Beiro pero con un cardo y un decumano ordenando todo el conjunto en insulaes (manzanas) rectangulares.
El yacimiento está separado en dos partes, el sector A, la Villa Mummius Niger, con un carácter más urbano, presenta edificios del siglo I al VII con construcciones que se han definido como protocolarias pero también con restos de un lagar para producción de vino; unas termas, identificando una palestra, y unas posibles tabernas. Este edificio estuvo en uso hasta el siglo VII, paral o que fue adaptándose con estructuras superpuestas. También fue talles de fundición de metales, único en España. El sector B, Torcularium (que tendrá otro edificio independiente), tiene restos de un torcularium para producir aceite, con restos materiales que hacen reconocible todos los procesos. En parte está cubierto por el edificio del supermercado y del gimnasio. Los mosaicos que se encontraron en la casa superior, ahora en el Museo Arqueológico, se supone que volverán al yacimiento. En este sector B también hay restos de una iglesia de los siglos V-VI d.C., el primer edificio paleocristiano de Granada.
Todo el conjunto se completa con espacios de necrópolis y restos aislados que demuestra que estuvo ocupado durante más de 600 años. Después en la Edad Media fue utilizado como cantera de material de construcción y en los siglos XII-XIII fue ocupado por diversas viviendas.
De esta forma, lo que en un principio fue interpretado como una villa suburbana ha terminado siendo una zona muy importante del suburbio de la Granada romana, la antigua Florentia, un polo de atracción de actividad humana.
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