Granada

Un 'lifting' a la muralla zirí

  • La intervención en el baluarte defensivo conlleva un estudio arqueológico que permitirá conocer nuevos detalles de la Granada romana

La muralla zirí del Albaicín nació para defender el nuevo reino, perdió su utilidad en poco años y, pasados los siglos, se utilizó para combatir los rigores del verano, cuando a finales del XIX se puso de moda hacerse una 'piscinita' en sus torres. La vegetación se fue adueñando de sus muros, los vecinos instalaron en ella sus antenas de televisión, el virus de los cables se extendió por sus paredes como una enredadera, los vecinos con sus casas adosadas aprovecharon para hacerse una terracita con las mejores vistas imaginables... Los agravios a la muralla fechada en el siglo XI concluyen con la intervención impulsada por el Ministerio de Cultura que comienza el próximo mes de septiembre para devolver la dignidad a un espacio que, cuando termine la rehabilitación en 2018, se convertirá en otro foco turístico para la ciudad. Con un presupuesto 1.227.658 euros, las obras corren a cargo de la empresa de Valladolid TRYCSA (Técnicas para la Restauración y Construcciones), que ya ha liderado proyectos como la rehabilitación de las Muralla de Segovia o de Mansilla de las Mulas (León).

El estado de conservación varía según los tramos de una construcción que conserva el 35% de lo que llegó a ser en su tiempo, según explica Carmen Bestué, arquitecta que firma la intervención de rehabilitación y autora también del Plan Director de las Murallas. El resto se ha ido perdiendo y algunos tramos se han derruido porque la ciudad ha ido creciendo, unos han quedado enterrados y otros 'enclaustrados' dentro de las casas que se han ido construyendo.

En la estructura defensiva hay tramos con un "excelente" grado de conservación, caso de la zona que va de la Puerta de las Pesas a la Puerta Monaita, que sin embargo es bastante desconocido porque se observa desde el Mirador de San Cristóbal, desde donde se pueda contemplar una "magnífica" postal de ese tramo de muralla y de la Alhambra, "uno de esos miradores a potenciar".

Hay otras zonas que han 'agonizado' en silencio porque no se ven desde ningún sitio y han quedado 'atrapadas' entre las casas. Este tramo se ha ido deteriorando sin que la ciudad tenga conciencia de cómo se degrada su patrimonio. Precisamente el Ministerio intervendrá en estos tramos de los que ni siquiera se conoce el estado en el que se encuentran porque están cubiertos por una vegetación muy agresiva. Pero hasta los tramos que pasan por ser casi una acumulación de cascotes ya han sido intervenidos hace décadas, algo que los técnicos pudieron comprobar durante las intervenciones de emergencia que se han desarrollado en los últimos años después de que los vecinos se quejaran al Ayuntamiento porque se les caían encima trozos de la construcción. "Actuar en las murallas no es algo que se esté haciendo ahora porque estén muy mal, sino que a lo largo de los años, a partir de la década de los treinta del siglo pasado, se intervino en esta muralla con la participación de nombres tan ilustres como Prieto Moreno", señala la experta, que lamenta que son estructuras que están a la intemperie y que tienen muy poca protección.

El tramo que se va intervenir contempla la Torre de las Tres Caras que está junto a la Torre de las Pesas, en un solar propiedad del Ayuntamiento que está dentro de lo que iba ser el Parque Lineal, el gran proyecto para el Albaicín de finales de los noventa y comienzos del siglo XXI que acabó durmiendo el sueño de los justos.

En aquel momento se intervino sobre el tramo de Puerta Monaita a Puerta de las Pesas, quizás el más vistoso, una actuación "muy potente" en la que, además, el Ayuntamiento y el Ministerio fueron comprando los solares que quedaban por dentro con la intención de generar lo que vinieron en llamar el Parque Lineal, un proyecto que firmó Eduardo Zurita. Cuando parecía que el Albaicín iba por fin a salir de la apatía se encontraron con una potencia arqueológica brutal, se toparon con otra muralla y se les diluyó todo el presupuesto en excavaciones, con lo que el Parque Lineal se quedó en el limbo. "Es un proyecto que está ahí y que en algún momento se hará porque al menos la propiedad sí ha ido pasando a manos públicas en todo ese tramo, sería una bombona de oxígeno para el Albaicín y para los vecinos porque sería un parque importantísimo que abarcaría casi todo el Albaicín a lo largo, además de tener un impresionante contenido de vestigios arqueológicos, porque hay dos murallas paralelas con torres, restos de casas romanas...", enumera.

Los trabajos comenzarán el próximo mes en la Torre de las Tres Caras, donde el Ayuntamiento tiene previsto acometer paralelamente una intervención a pequeña escala para acondicionar el entorno. No se trata de una intervención agresiva y en ningún caso se acometerá una rehabilitación como la que se llevó cabo en el Castillo de Matrera (Cádiz), donde los muros de la torre se levantaron hasta su altura original con una superficie blanca que provocó urticaria en los expertos.

"Trabajamos con lo que tenemos, si se conservan ocho metros de altura de altura de muralla no vamos a reconstruir hasta llegar a los diez metros, aunque sepamos que en ese tramo tenia originalmente esa longitud", señala Bestué sobre una construcción que en algunos tramos pudo llegar a alcanzar los 18 metros.

Los trabajos, que se regirán por criterios de mínima intervención y el uso de materiales compatibles con los originales, se basarán en la consolidación de las estructuras, incluyendo la limpieza, restauración, refuerzo, consolidación, reintegración de masas y superficies parcialmente perdidas del tapial, así como el tratamiento de los refuerzos de sillares de las fábricas originales y la protección de las coronaciones de los muros y torres.

En la Ermita de San Nicolás está la conocida como la Puerta de San Román, la parte más antigua de la muralla que se transforma en el siglo XVIII en ermita y tiene un frente lleno de parches de todas las intervenciones que se han realizado a lo largo de los años. Ahora toca limpiar, estudiar, hacer una estratigrafía mural para ver qué elementos se quedan y cuales se desechan... "La intención es recuperar en la medida de lo posible la imagen más parecida a la original y que en algunas fotografías antiguas se percibe, cuando pasas al interior de la ermita te encuentras con estructuras maravillosas realizadas con piedra de La Malá, así que la intervención consiste en recuperar todos esos espacios interiores para que se puedan en algún momento visitar", señala la arquitecta sobre una intervención que lleva aparejada un proyecto arqueológico paralelo porque es "seguro" que la historia de la Granada romana aflorará en uno de los puntos más antiguos de la muralla. "Estamos convencidos de esto porque del suelo emergen lienzos que no se han estudiado nunca y que se ven que están ahí. La intervención no plantea arqueología extensiva, pero en cuanto tú accedes a los paños de la muralla tienes que excavar para ver los niveles de arranque, así que saldrán cosas a buen seguro", continúa Bestué.

También se intervendrá en propiedad privadas, como los cármenes de la zona del cementerio de San Nicolás que están atravesados por la muralla; también en la zona de la mezquita o el convento de las hermanas Agustinas Recoletas. En este sentido, cuando una propiedad privada tiene dentro un elemento que está declarado BIC tiene la obligación de permitir que una serie de días a año pueda ser visitable la muralla, de ahí la idea de poner una serie de corredores para facilitar el mantenimiento de la muralla en estos tramos.

Es el gran proyecto para una muralla que, en España, sólo se puede comparar con las de época romana de Lugo, que son desde hace años el gran foco turístico de la ciudad gallega. "Aquí tenemos un elemento al que hay que darle vida porque una posibilidad importante de explotación turística", defiende la autora del Plan Director para que, a partir de 2018, los visitantes tengan en su hoja de ruta una visita obligada a las estructuras defensivas ziríes.

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