Hoy es el Día de la Cruz en Granada, y como tal, las habas, las salaillas y los monumentos con unas tijeras clavadas en una manzana invaden las calles de la ciudad. Una tradición tan granadina que, tras dos años de vivir en pandemia, había muchas ganas de recuperar en la ciudad. Pese a la lluvia y al ambiente frío más propio de fechas de invierno.

Este martes ha sido un día poco común para celebrar esta festividad local si lo comparamos con otros 3 de mayo previos a la pandemia. El hecho de que este día no haya sido declarado como festivo local ha hecho que la ciudad haya vivido esta fiesta a medio gas. La lluvia también ha perjudicado la celebración de la tradición, unos chubascos que han deslucido pero no impedido una fiesta en la calle.

A pesar de estos factores, han sido muchos los granadinos curiosos y los turistas asombrados que no han querido perderse una tradición como no hay otra en Granada. Un sentimiento de fiesta que vuelve y con muchas ganas después de dos años de Días de la Cruz bajo el yugo de la Covid-19.

Un total de 40 cruces distribuidas a lo largo y ancho de la ciudad, 13 de ellas con barra, han sido las protagonistas de la jornada. Durante toda la mañana han vivido el trasiego de la gente que acudía a ellas para vivir la tradición y para inmortalizar este momento con sus teléfonos móviles. Largas colas y esperas que parecían eternas y que precedían al asombro de la belleza de estos monumentos instalados en plazas y calles.

Las barras, que este año han sido colocadas de forma que se alejan del centro de la celebración, se iban llenando conforme se acercaba el mediodía y el hambre iba acompañando a las ganas de seguir la ruta de las cruces. La gente se apretaba bajo pérgolas y techos buscando resguardo del agua, pero sin dejar de lado la tradición.

Y es que había muchas ganas de vivir esta fiesta. La amenaza de una lluvia sobre la capital que se confirmaba con la caída de las primeras gotas a las 12:00 horas y que apretaba hacia el mediodía, no ha empañado la fiesta. Es más, el hecho de que los cielos estuvieran cubiertos por las nubes ha hecho que el calor primaveral de este día, que normalmente viene aparejado a un sol de justicia, se vea mitigado, de tal manera que el ambiente ha sido inmejorable para sacar los vestidos de flamenca y bailar por las calles de Granada.

El inicio oficial de la fiesta se ha vivido en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, con la lectura del pregón oficial, que este año ha corrido a cargo de la joven cantaora flamenca Alicia Morales. Después, desde las 13:00 horas, la música tradicional y actuaciones de diferentes grupos de baile flamenco de asociaciones de vecinos de todos los distritos de la capital han sido los encargados de amenizar la jornada. Hasta la llegada de la lluvia, que ha provocado su suspensión.

La explanada del Palacio de Congresos ha sido otro lugar de obligatorio paso durante la jornada, con grupos de baile que han hecho las delicias de quienes disfrutaban de la jornada hasta que los chubascos han hecho acto de presencia. Se espera que a partir de las 19:00 horas comience en esta zona la gala ‘Vente por Sevillanas’ organizada entre el Ayuntamiento de Granada y Radiolé, pero habrá que estar pendientes de que el cielo permita que se celebre. También tienen un ojo puesto en el cielo los integrantes de la Banda Municipal de Música, emplazados a las 20:00 horas en la Plaza de las Pasiegas para el tradicional concierto del Día de La Cruz.

La lluvia no ha desanimado a los miles de granadinos que se han echado a la calle. Las previsiones son malas de cara a esta tarde, pero pese a ello a buen seguro serán muchos quienes busquen los itinerarios y visiten las cruces, aunque sea de manera breve. Una tradición recuperada y que no se va a ver deslucida llueve o nieve.