Emasagra

Las lluvias torrenciales cada vez más intensas obligan a intervenir en la red de drenaje de Granada

  • El informe anual de Emasagra reconoce que en algunos puntos no hay capacidad suficiente para evacuar el agua

Imagen de archivo de la plaza Einstein, en Granada, anegada tras una tromba en 2018.

Imagen de archivo de la plaza Einstein, en Granada, anegada tras una tromba en 2018. / R. G.

Emasagra, la empresa suministradora de agua en Granada capital y su Cinturón, señala que los fenómenos meteorológicos como las trombas de agua, las danas y las fuertes tormentas – que han registrado un “aumento de la intensidad”– provocan que “las redes que recogen” el agua caída “no tengan capacidad suficiente de drenaje en algunos puntos concretos”. La advertencia se recoge en el Informe de Desarrollo Sostenible de la empresa, referido al año 2019 y publicado recientemente.

Fenómenos extremos, como los que se vivieron en Granada en otoño de 2019, suponen un problema para la red que gestiona Emasagra. La empresa apunta a que ante estas situaciones catastróficas “colaboramos con todos los municipios” en los que tiene presencia con “apoyo técnico” para solicitar las ayudas estatales o autonómicas que permiten paliar los daños de esas trombas de agua. En Granada capital la insuficiencia en el drenaje de la plaza Einstein propició imágenes insólitas hace unos años, con la zona inundada. En 2019 se ejecutó un colector principal de 1.500 milímetros de diámetro que recogen y desvían las aguas que confluyen en Gonzalo Gallas y la llevan a otros colectores de gran capacidad de absorción. También en 2019 se desarrolló la redacción del proyecto para mejorar el drenaje en la Bobadilla, y evitar los episodios de inundaciones que sufre el barrio, según apunta el informe. Desde la Junta se acometen obras para paliar las consecuencias de las lluvias torrenciales, como la agrupación de vertidos en el Área Metropolitana, la ampliación de la EDAR Vados, o el colector de Cúllar Vega a los Vados.

En el ámbito del alcantarillado, se señala que el pasado año se dotó de red de saneamiento a las viviendas y cuevas del Camino de Beas, en el Sacromonte. También se actuó en Cájar o Gójar, señala el documento, donde se eliminaron conexiones de redes de alcantarillado “a medios no adecuados”.

El documento señala otras cuestiones, como la labor realizada para atajar las fugas y el fraude de agua. En 2019 se recuperó agua suficiente para llenar unas 400 piscinas olímpicas, explica muy gráficamente el texto, aunque sin entrar en el detalle de la cuestión. El ejercicio anterior, 2018, fueron 1,4 hectómetros cúbicos. El agua recuperada forma parte de la labor de inspección, que controla las anomalías en el servicio, como el agua no recuperada, la que se sirve pero no se cobra.

Para detectar filtraciones, Emasagra emplea desde 2019 un sistema de detección con gases trazadores, en concreto helio, que permite marcar los puntos en los que hay una fuga.

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