Una madre denunciará a Sanitas y a dos clínicas por la atención a su hijo

Sonia Guerrero ha iniciado los trámites con sus abogados para denunciar a la compañía Sanitas y a los hospitales privados de la capital La Inmaculada y La Salud por lo que considera una falta de medios y mala atención a su hijo, de dos años y medio y con síndrome de down, atendido en ambos hospitales la pasada semana.

Según relata la madre, todo comenzó el domingo 28 de septiembre. "Estaba en Cádiz de viaje y el niño se puso malo con neumonía, por lo que fui al hospital público, donde lo ingresaron. Entonces llamé a Sanitas ya que desde hace ocho meses tengo un seguro especial para el niño por tener esta enfermedad, un servicio que ellos publicitan. Pedí una ambulancia para que nos trasladaran a Granada y comenzaron los problemas". Tras muchas trabas consiguió que una ambulancia los recogiera en Cádiz y los trajera hasta La Inmaculada, "porque en La Salud no había camas", donde llegamos a las 06:30 de la mañana del lunes. Allí, el médico revisó al niño y ordenó ponerle oxígeno 24 horas.

"Llegó el martes y nadie le puso el oxígeno al niño, que se ahogaba. El médico cuando llegó hasta se sorprendió, pero me dijeron que las enfermeras no se habían dado cuenta. Entonces hablé con la dirección y pedí el traslado a otro hospital", narra la afectada.

Ese martes por la tarde llegaron a La Salud "pero con la sorpresa de que nadie había llamado para ver si había camas, por lo que tuvimos que entrar por Urgencias y esperar". Allí se puso al niño el oxígeno y aerosoles pero seguía sin reaccionar. "Querían dejarnos en la sala de observación con adultos y el resto de pacientes, pero exigí que nos cambiaran y nos llevaron a la de reanimación, por lo que si llegaba una urgencia teníamos que salir. Me negué a todo porque se supone que para eso pago un seguro específico".

Finalmente, "a las 23:00 horas pasamos a planta ya con el oxígeno puesto pero el niño tenía déficit de todo el día anterior y no estaba bien. Yo lo decía y no me hacían caso pero estaba preocupada porque también padece de corazón". Al día siguiente por la mañana el niño seguía igual. "Estuvo desde las 11:00 hasta las 18:00 horas sin responder, dormido, no abría los ojos y no me daban soluciones, me decían que esperara, pero yo conozco a mi hijo y no me iba a estar quieta", asegura.

Pero el vaso se colmó cuando le sacaron sangre para realizarle una analítica "y a las tres horas me dicen que se les ha roto la máquina". Entonces, Sonia comenzó a pedir soluciones. "Al final me dijeron que lo iban a mandar a la pública, al Materno, porque si se ponía peor allí tienen UCI". Ya por la noche consiguió la ambulancia e ingresaron en el Materno. "Le pusieron el oxígeno que necesitaba y el tratamiento adecuado y lo salvaron. Los médicos alucinaban con lo que me había pasado. Se pudo morir pero tras una semana ingresado ya está en casa". Sonia lo que pide es que la compañía no concierte un servicio si los hospitales que tiene no disponen de medios para garantizarlo o que deriven directamente ciertos casos a los hospitales públicos aunque luego asuman los gastos.