transporte público | el nuevo mapa empezará a funcionar en abril

La maldición de la movilidad: hacer y deshacer para acertar

  • Desde la implantación de la LAC en junio de 2014, el Ayuntamiento no ha dejado de hacer cambios

  • La del PSOE es la segunda reordenación integral en apenas cuatro años

"¿Pero qué pasa en Graná que se quita el tranvía, se pone un Metro, se quita la LAC y se pone un autobús?". Así arranca un vídeo de humor que ya circula a ritmo viral por las redes sociales. La cuestión tiene fácil respuesta: la ciudad no lo pone fácil nada fácil a la hora de diseñar un modelo de transporte que guste a todos principalmente por dos motivos: porque el eje Avenida de la Constitución, Gran Vía, Reyes Católicos, Acera del Darro está saturado y porque no se puede prestar un servicio de autobús puerta a puerta. De ahí que las últimas propuestas realizadas en materia de movilidad hayan chocado siempre con los gustos y necesidades de los vecinos.

Hace casi cuatro años el equipo de Gobierno popular intentó revolucionar el modelo con la implantación de la Línea de Alta Capacidad en el eje Palacio de Congresos-Cruz del Sur. El sistema ideado, según denunció esta semana el equipo de Gobierno socialista, fue diseñado por una empresa catalana que poco sabía de Granada. Y montó un autobús a gran velocidad por este eje expulsando al resto de autobuses hacia otras áreas como Camino de Ronda o Arabial. No gustó. La obligatoriedad de hacer transbordos para llegar a los barrios a través de los intercambiadores principales ubicados en Caleta y Palacio de Congresos provocó un descontento brutal entre la población que provocó que poco a poco el equipo de Gobierno popular modificara el proyecto para incluir algunas líneas como la SN1 por este recorrido. Así, también se acabó con la absurda imagen de turistas que, desesperados, no sabían cómo ir desde el centro de la ciudad hasta la estación de autobuses pues hasta la llegada del SN1 no había una conexión directa.

Y así, poco a poco, la ciudad fue introduciendo autobuses por esta vía donde a priori la LAC sería la única privilegiada que podía circular. Pese al rechazo ciudadano que fue tornando a satisfacción con el paso de los años, no hay que olvidar los efectos positivos que se dieron con la llegada de estos autobuses azules. Uno de ellos fue la reducción del 35% de la contaminación en el eje pero también el descenso de los decibelios. Además, tal y como explicó la que fue encargada de Movilidad, Telesfora Ruiz, durante ese periodo "la ciudad logró otros beneficios como la alta frecuencia, la rapidez en el desplazamiento, la accesibilidad y la comodidad en las paradas".

Del otro lado, destaca el sobrecoste que produjo. La ciudad estimó que esta línea supondría un ahorro y presupuesto el coste del servicio en ocho millones de euros. Sin embargo, la necesaria ampliación del sistema con líneas transversales motivada por el descontento vecinal ante la obligación de hacer transbordos disparó el presupuesto, que se ha quedado corto año tras año y que ha dejado 20 millones de sobrecoste. Tampoco la contaminación se redujo en el resto de zonas.

Antes de entrar a la alcaldía, los socialistas ya mostraron su intención de eliminar la LAC. Así lo manifestaron en varias ruedas de prensa donde apoyaron el impulso de rutas para conectar los barrios. Y así lo presentaron el pasado martes. El equipo de Gobierno socialista ha puesto sobre la mesa un proyecto con tres grandes ejes: una red principal constituida por cinco líneas de largo recorrido que circulan por el Centro y dos circulares que también lo hacen. Esta red se ve complementada por las redes norte o sur así como las líneas especiales que conectan con la universidad o los barrios en horario nocturno.

La clave para evitar el colapso serán las frecuencias y, en esto, la nueva "LAC" no será muy competitiva. Aunque el equipo de Gobierno insiste en que no ha suprimido la LAC sino que la ha ampliado para dar un mejor servicio a los barrios y crear un sistema de transporte homogéneo, a nadie se le escapa que los tiempos que ofrecerá esta LAC alargada distan mucho del origen. En 2014 los autobuses azules pasaban cada tres minutos. Y, aunque esta frecuencia ya no se cumple, cabe resaltar que el nuevo cuatro pasará cada 8 o 9 minutos en hora punta y cada 12 en horas valle. ¿Estos tiempos no son como los que tendría otra línea cualquiera? Está previsto que los cambios entren en funcionamiento en abril. Como ya ocurrió con la propuesta del PP en 2014, los ciudadanos tendrán la última palabra.

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