Recordar la importancia de llevar una alimentación equilibrada para gozar de buena salud nunca está de más. Sobre todo, en una época en la que se vive muy deprisa y apenas hay tiempo para realizar comidas elaboradas. Los niños han sido los primeros en padecer las consecuencias de comer mucha grasa y pocas legumbres y, así, España se ha situado a la cabeza en obesidad infantil, por encima incluso de Estados Unidos.

Para vencer estos malos hábitos alimentarios y mostrar a los padres qué comidas deben formar parte del menú de los más pequeños, nació el libro Aprendiendo a comer mejor, una obra que realizó el equipo de cocineros de las cuatro escuelas municipales granadinas y en el que participaron la Fundación Granada Educa y la Concejalía de Educación, Salud y Consumo.

Además, se incluyó un recetario en el que se detalla paso a paso la preparación de platos muy recomendables en la dieta de los niños como merluza en salsa, estofado de judías o pescada, entre muchos otros y se añadieron los valores nutricionales de los alimentos. Asimismo, se incorporó un apartado de dietas especiales para niños celíacos, que tienen gastroenteritis o intolerancia a la lactosa.

Una obra completa y necesaria que consiguió hace pocos días el premio internacional que otorga la organización Gourmand World Book "por ser el mejor libro de nutrición de España", precisó el alcalde de Granada, José Torres Hurtado. El galardón ha llegado de forma inesperada y lo han recibido con "enorme satisfacción" porque " ha sido premiado sin haberlo presentado a ningún concurso, sino por estar expuesto en las librerías". Con motivo del galardón, el libro concurrirá al certamen mundial de París que se fallará el 6 de marzo y en el que participarán 160 países.

En palabras del cocinero de la escuela infantil Belén, Francisco Martínez, en el libro se recoge "la alimentación que nos enseñaron nuestras madres y que la sociedad ha ido perdiendo". También ofreció algunos consejos para facilitar la labor a los padres a la hora de planificar la dieta de los hijos . "No hay que repetir lo mismo que comieron al mediodía o lo mismo del día anterior" y deben de tener en cuenta que "la comida más importante es el desayuno". "Todo lo que coman en la mañana les da energía para jugar y lo gastan a lo largo del día. Lo que hay que controlar más es la noche porque los niños están muchas horas inactivos" . Por otra parte, recordó que un niño de seis años debe ingerir entre 1.300 y 1.600 calorías en función de si es "más o menos inquieto".

A pesar de las recomendaciones, el ritmo de vida en el que están inmersas las familias hace que no haya tiempo suficiente para mantener una alimentación "completa y natural". "La guerra es que la alimentación no sea artificial porque aporta calorías y muchas grasas".