Martina y Fernando, los dos granadinos que han brillado en Selectividad
Ella, que ha estudiado en Dulce Nombre de María, quiere hacer Biotecnología en la UGR mientras que él, cañonero de 16 años, pedirá plaza en Matemáticas también en Granada
El grado de la UGR que pocos piden y que tiene cero paro

A Fernando no le ha dado tiempo a ver sus notas de Selectividad. Antes de entrar en la web para consultar sus calificaciones recibió del rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, para felicitarle. El motivo, su rotundo 13,825 logrado en la convocatoria ordinaria de la PAU. Otra persona que ha recibido los parabienes del rector ha sido Martina, que ha logrado un espectacular 13,931, la mejor calificación en este 2025.
Fernando Rubio Ruiz tiene apenas 16 años. Cumplirá 17 en diciembre. Será uno de los estudiantes más jóvenes de la Universidad de Granada el próximo curso. Tiene claro que se matriculará en Matemáticas, una de las carreras más en alza en la institución granadina. Y lo va a disfrutar.
16 años y de Lanjarón
Orgulloso vecino de Lanjarón, Fernando decidió hacer Bachillerato en un instituto público de Granada, el IES Miguel de Cervantes. Cada día su padre, Alberto, le ha traído y llevado de Granada a Lanjarón y a la inversa. Miles de kilómetros a la espalda y un esfuerzo que el padre valora que ha merecido la pena.
El talento matemático de Fernando se hizo evidente cuando era un chiquillo. "En Lanjarón tuve a un profesor de Matemáticas que me ilusionó", recuerda sobre el papel que ha ejercido Santiago Jurado en su camino. Alberto, el padre de Fernando, destaca que el docente es "uno más de la familia".

El profesor cambió de destino y la familia de Fernando valoró qué opciones había para que el chico continuara con sus estudios en el instituto. Cursó tercero y cuarto de la ESO en un único curso y al final optaron por hacer Bachillerato en el Miguel de Cervantes de la capital granadina, centro en el que justamente da clases Santiago Jurado, que se confiesa emocionado por el logro de su alumno en Selectividad.
La media de Fernando en Bachillerato ha sido de diez. Tras Selectividad, si nota de admisión es de 13,825, lo que le abre las puertas de cualquier titulación. Él lo tiene claro y quiere hacer Matemáticas. "Al principio dudaba si hacer el doble grado de Matemáticas y Física, pero yo me quiero dedicar a las Matemáticas y ser profesor", alega sobre su vocación. "Y si luego encarta, haré Física, pero lo principal son las Matemáticas".
A pesar de tener apenas 16 años habla con seguridad. Fernando responde con desenvoltura y madurez, rasgo que destacan tanto su padre como su profesor Santiago Jurado, que señala que el chico ha estado en programas de captación de talento matemático como Estalmat y participado en Olimpiadas Thales y certámenes similares con muy buenos resultados. Fernando atendido igualmente al resto de asignaturas. "Me gusta" señala sobre lo que le supone estudiar otras materias. "No deja de ser conocimiento". También es jugador de ajedrez, está en el Club de La Zubia.
Martina González, un 13,931
Martina González Mena es también de diez. Ha logrado la mejor nota de admisión de la provincia, con un 13,931 que le abre las puertas de par en par en el grado de Biotecnología, su meta ahora que ha terminado sus estudios en Escolapios de Granada.

"Desde pequeña me gusta", señala Martina, que se recuerda con su padre viendo documentales sobre naturaleza. No tiene antecedentes familiares y a partir de septiembre hará su camino en este grado universitario en Granada. Sobre todo tiene interés en la aplicación de recursos biológicos a problemas medioambientales, señala.
Sobre su etapa en Escolapios reconoce que "ha habido momentos mejores y peores", pero que en cualquier caso ha "disfrutado" su paso por Bachillerato, etapa que ha cerrado con un magnífico 10 de nota media. La PAU la superó con solvencia, y todo pese a la incertidumbre que existía sobre cómo serían este año los exámenes. "Ha sido estresante", reconoce.
Martina no se plantea expectativas ahora que cierra una etapa y está a punto de comenzar su vida universitaria en Granada. Habla de sus otras aficiones, porque no todo va a ser estudiar. Le gusta leer -cita a Jane Austin, de quien ha leído prácticamente toda su obra-, la novela gráfica y el boxeo. Llegó a este deporte casi sin querer y le ha enganchado.
Se reconoce constante en los estudios, con capacidad también para desconectar en los momentos en los que es necesario un respiro. Ahora, este verano, toca reponer fuerzas de cara a lo que está por venir.
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