El matrimonio acusado de explotar a rusas en un club de alterne niega las acusaciones
Las dos únicas denunciantes reconocen que la Policía les prometió ayudarlas si declaraban
El matrimonio acusado de explotar a mujeres rusas en el pub que regentaban en Granada capital, supuestamente un club de alterne, negaron ayer conocer a las mujeres que les han denunciado y que en su local se ejerza la prostitución. La Fiscalía de Granada ratificó su petición de cinco años de prisión para él, de nacionalidad marroquí y 34 años, y para ella, rusa de 30, por un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros.
En el juicio que se ha desarrollado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada, el procesado, que era el encargado del Pub Caviar, negó que en su establecimiento se ejerza la prostitución y afirmó que es un local "normal" al que acuden mujeres de nacionalidad rusa y española normalmente. Dijo además que "nunca" ha hecho giros de dinero a Rusia y que tampoco ha facilitado la entrada en España de mujeres rusas para que trabajen en su pub.
Su esposa, en la misma línea, indicó que viajó en varias ocasiones a Rusia, pero sólo para visitar a su familia y que no ha participado nunca en la captación de mujeres para que ejerzan como prostitutas en España.
Las dos mujeres que sí denunciaron haber sido explotadas por los acusados declararon tras una mampara como testigos protegidos que una mujer llamada 'Nina' les facilitó en Rusia los papeles para que viajaran a España y trabajaran concretamente en el Pub Caviar. Según explicaron, su trabajo consistía en "charlar" con los hombres del local y conseguir que las invitaran "a copas", por las que los clientes pagaban unos 20 euros.
Las mujeres reconocieron sin embargo que, tras una operación que desplegó la Policía, fueron arrestadas por estancia irregular en España y que los mismos agentes que las interrogaron en calidad de detenidas le prometieron arreglar su situación en el país si cooperaban y declaraban contra los procesados. Asimismo, aunque las dos tienen apellidos distintos, han admitido ser hermanas y que una de ellas se cambió el apellido al volver a Rusia tras ser expulsada de España para poder volver a entrar en el país.
La defensa del matrimonio, que solicitó la libre absolución, considera que la Policía "manipuló" a las testigos y que no está acreditado que sus patrocinados facilitaran los desplazamientos de las mujeres rusas ni su entrada en el país y, en su informe final, insistió en que las denunciantes se mueven por "ánimos espurios", puesto que esperan regularizar su situación en España.
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