Seísmos

El mayor terremoto sentido en Granada desde 1984 deja daños leves y un gran "susto" en los granadinos

Desprendimiento y grieta en el muro de una casa deshabitada de la calle Rufino de Santa Fe por el terremoto de este jueves.

Desprendimiento y grieta en el muro de una casa deshabitada de la calle Rufino de Santa Fe por el terremoto de este jueves. / Jesús Jiménez / Photogrpaherssports

Primero, el crujido; luego, el tintineo; después, el temblor. Otra vez la misma secuencia. Otra vez las ventanas de par en par, más allá de por el calor, con luces encendidas, con vecinos asomados a ellas y con alguno que otro saliendo a la calle por temor a las réplicas. Otra vez como aquella noche de enero, pero en esta ocasión con más intensidad y también algo menos de sorpresa entre los granadinos. Y otra vez más que a la mañana siguiente se repetía esa imagen protagonizada por los técnicos municipales recorriendo las calles de las localidades del Área Metropolitana que fueron epicentro de los seísmos en busca de daños.

Granada vivió la noche de este jueves uno de los mayores terremotos que se han sentido desde los años 80, un temblor de 4,5 grados, con epicentro en Cijuela –aunque el Instituto Geográfico Nacional (IGN) lo situó en primera instancia en Chimeneas–, a 0 kilómetros de profundidad y de intensidad V, al que le siguió otro más, de 3,1 de magnitud, a una profundidad de 10 kilómetros e intensidad IV, esta vez con epicentro en Santa Fe, localidad que, al igual que en enero, vuelve a concentrar todas la miradas.

La mañana de este viernes, el tema de conversación fue el mismo que la noche anterior no tardó en recorrer las redes sociales e incluso hacerse tendencia en Twitter: los dos terremotos registrados en menos de dos minutos que a más de uno hizo revivir los temores de principios de año, pero también del pasado. Y es que el primero de los temblores, el de Cijuela, ha sido el segundo de mayor intensidad sentido en Granada desde el año 1984, motivo, precisamente, que hizo que el temblor se sintiese en todos los puntos de la provincia, de norte a sur y de este a oeste, e incluso en Málaga, Jaén, Córdoba y Sevilla.

Sí, este seísmo, al que le siguió un segundo a los dos minutos y otros cinco más, aunque de menor magnitud e intensidad, registrados hasta las 8:30 horas de la mañana, fue más fuerte que los de enero, pero pese a que fueron más de 90 los avisos a Emergencias tras el temblor, apenas ha habido que lamentar daños si se comparan con los registrados a principios de año. 

Así, en el lugar del epicentro (Cijuela) ayer se contabilizaron grietas en algunas viviendas en la zona cercana a la avenida de Andalucía, mientras que en Santa Fe, municipio que aún cuenta con zonas apuntaladas por los temblores de enero, se notificó el derribo parcial de un muro, cerca del tejado, de una casa deshabitada en la calle Rufino, cuyos escombros cayeron sobre la vivienda de uno de los vecinos de la localidad.

Según el concejal de Urbanismo y alcalde en funciones de Santa Fe, Miguel Canalejo, en declaraciones a Europa Press, lo ocurrido fue un desprendimiento parcial en un muro de una vivienda deshabitada, ya dañada en los sismos de finales de enero. El inmueble estaba ya catalogado como en situación de ruina física inminente, pendiente de los trámites administrativos para su demolición.

Al igual que en Santa Fe, donde durante la mañana de este viernes los técnicos municipales se emplearon a fondo para hacer la evaluación de daños, la misma situación se repetía en localidades como Chauchina (que se vio también afectada por la oleada sísmica de hace unos meses), donde la alcaldesa, Marina Martín, confesaba que “es el terremoto que más miedo nos ha dado”. Esta vez, la localidad apenas ha lamentado daños, más allá del avance en el deterioro de aquellas viviendas deshabitadas que ya estaban afectadas por los temblores de hace unos meses.

En esta ocasión, las primeras réplicas registradas por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) se sucedieron entre una y nueve horas después de estos dos fuertes temblores. Tras el de 3,1 de Santa Fe, la localidad fue epicentro de otro una hora más tarde, de solo 1,9 de magnitud y 9 kilómetros de profundidad, por lo que fue imperceptible. Si bien, el siguiente llegó ocho horas después de este último, a las 7:24 horas, tuvo su epicentro en Chauchina, fue de magnitud 2,3, a solo 1 kilómetro de profundidad y de intensidad II-III.

Cinco minutos después se registró otro leve e imperceptible en Santa Fe, de 1,6 grados a 3 kilómetros de profundidad, al que siguió otro de 1,8 en Chauchina. Tras estos, sobre las ocho de la mañana de este viernes, llegaron dos de las réplicas más fuertes. La primera, a las 7:54 horas, tuvo su epicentro en Chimeneas, fue de 2,5 de magnitud y de intensidad II. El segundo, se localizó en Chauchina, a las 8:26 horas, y fue de magnitud 2,1.

Horas más tarde, ya en horario de sobremesa, fue cuando tuvieron lugar otras dos réplicas más con epicentro en Santa Fe. A las 15:22 horas era el primero, de magnitud 2 y 1 kilómetro de profundidad, mientras que ocho minutos más tarde se daba el segundo, de 2,3 de magnitud y 3 kilómetros de profundidad.

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