Granada

Los médicos de familia implantarán el testamento 'verbal' para los gitanos

  • Un estudio de profesionales del centro de salud de Almanjáyar revela el rechazo del colectivo a plasmar su voluntad por escrito

El uso que hace el colectivo gitano de los servicios sanitarios tiene unas peculiaridades tan especiales que ha generado un estudio desarrollado durante un año por cuatro profesionales de la medicina en el centro de salud de Almanjáyar. A saber. El estudio parte de que el colectivo gitano tiene una percepción de la enfermedad distinta, basada en el concepto de lo momentáneo, es decir que mientras la enfermedad no da síntomas no tienen percepción de la enfermedad, lo que dificulta que se tomen medidas preventivas. Una vez que surge la enfermedad reclaman a los profesionales que sean resolutivos en el momento, por lo que el acceso a las consultas es momentáneo, haciendo un mayor uso de los servicios de urgencias.

Pero el estudio va más allá, concretamente hasta la muerte, y se ha preguntado qué piensan las mujeres gitanas sobre el proceso de la muerte y sobre la toma anticipada de decisiones, el conocido como testamento vital.

Entre los resultados del estudio resalta el desconocimiento o la indiferencia a reflejar por escrito la voluntad vital anticipada- A través de dicho proceso, los sanitarios intentan saber cuáles son sus preferencias respecto a los cuidados y la atención sanitaria que recibirá en el tramo final de su vida en caso de que su estado de salud no le permita decidir conscientemente.

"Desean que se tengan en cuenta sus preferencias pero sin papeles escritos", apunta Javier Castro, uno de los médicos que desarrolló el estudio, junto a Miguel Melgiro, Patricia Peinado e Inés María Barrio. Para poder dar una atención personalizada a este colectivo, el grupo propone a los médicos de familia que integren de forma reglada la planificación anticipada de decisiones en las consultas con pacientes en situación terminal o fragilidad clínica. "Queremos darle la máxima difusión a este estudio para que la voluntad anticipada se incluya en la historia clínica de los pacientes, aún manifestándose de forma oral", añade Javier Castro, quien reconoce que se da por hecho que la población conoce el testamento vital "pero es un formato que no funciona en todas las comunidades".

¿Por qué es tan importante para los médicos esta expresión de voluntades? "Porque resuelve muchos conflictos éticos y morales a las familias, a los tutores legales y a los profesionales. Permite atar cabos y dejar las cosas resueltas", responde Javier Castro.

El estudio, que ha sido presentado estos días en el XXXIII Congreso semFYC de médicos de familia, tiene otras conclusiones que revelan la gran influencia de la opinión de la familia y la comunidad gitana en la toma de decisiones sanitarias. "Coinciden en la dificultad de compatibilizar el deseo de mantener el máximo tiempo con vida al paciente pero sin prolongar inútilmente el sufrimiento".

Las 33 mujeres gitanas con las que se trabajó en el estudio dejaron ver como característica común en el colectivo que la enfermedad no se sufre de forma individual siendo todas ellas el elemento central de los cuidados a los enfermos.

Cuando se trata de analizar el sentimiento común en el colectivo, y en toda Andalucía, sobre la actitud ante la muerte, el deseo es unánime. "Los andaluces deseamos morir sin dolor, en situación de inconsciencia en los últimos momentos, de forma rápida pero a edad avanzada tras cumplir nuestro proyecto vital, rodeados por parte de los seres queridos y en el entorno del hogar familiar", dice Javier Castro.

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