El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció ayer que la Sanidad Pública empezaría a contar con la ayuda de médicos voluntarios y fuera de servicio para intentar controlar la pandemia del coronavirus. Bien, los facultativos de Granada se adelantaron a esta petición estatal ya que el Colegio de Médicos de Granada ya registrado en apenas 48 horas a 139 médicos de la provincia que están dispuestos a sumarse a la fila de activos sanitarios para contener la expansión del virus y cuidar de los enfermos. 

Según el Colegio de Médicos, de estos 112 voluntarios, 25 son jubilados que han querido poner su grano de arena frente a la crisis, mientras que el resto son médicos recién titulados que, o bien ya han hecho su especialidad (MIR) y están pendientes de que los contraten en mayo, o son estudiantes titulados que aún no han realizado la especialidad. 

Este trámite lo realiza el Colegio de Médicos que luego pone a disposición de la Consejería de Salud la lista con estos voluntarios para pasar a ser llamados donde sean necesarios. 

Este acto de solidaridad es ahora más importante que nunca dado que cada día se suman bajas de profesionales de la sanidad a causa del contagio por coronavirus. En concreto, en Granada ya hay 122 sanitarios contagiados que han tenido que dejar su puesto de trabajo, entre ellos una profesional que se encuentra ingresada en el hospital de Motril. 

Jorge Fernández, presidente del Colegio de Médicos, explica que esta medida es un encargo de la Junta de Andalucia, que previniendo lo que pueda suceder, pidió al Colegio que elaboraran una lista de médicos voluntarios de entre los colegiados para si era necesario, incorporarlos a filas. 

Además de los recién colegiados y lo jubilados, explica Fernández, hay un tercer grupo de facultativos que son los médicos que trabajan solamente en la sanidad privada y que están dispuestos a pasar a trabajar para el sector público ahora que existe esta carestía de profesionales. 

En cuanto a los médicos jubilados, aunque son la minoría de voluntarios, el presidente del Colegio de Médicos de Granada se muestra preocupado en cuanto a su incorporación al servicio. "Debido a su edad se encuentran entre la población de riesgo por eso me preocupa que se unan. De ser necesario creo que deberían estar cubriendo puesto de segunda línea y bajo riesgo como es el asesoramiento o la atención telefónica", sostiene. 

En este punto coincide con Félix Alonso, portavoz de Sanidad de CCOO, quien añade que también los liberados sindicales están llamados a colaborar y estarían dispuestos si fuera necesario. Eso sí, señala que al estar tanto tiempo fuera 'del combate' necesitarían algún tipo de cursos para reciclar sus conocimientos y "no estorbar a quien está trabajando". 

En cuanto a esta lista de voluntarios, sobre todo en lo referente a los jubilados, Jorge Fernández espera que no sea necesario su incorporación al trabajo frente al coronavirus "como ha sucedido en Madrid, donde están desbordados". El médico explica que es probable que no suceda lo mismo en Granada dado que "nosotros cogimos la epidemia en la primera fase". 

Esta carestía y la consiguiente decisión de la Consejería de Salud de tener un retén de médicos voluntarios en espera de ser llamados, pone de relieve un viejo problema en la sanidad andaluza: la falta de contrataciones de especialistas desde hace casi una década. 

"Desde que comenzó la crisis de 2008 comenzó un problema con las contrataciones de médicos especialistas en bolsa, una falta de previsión que ahora estamos notando", sostiene Fernández. Explica que entonces se comenzó a disminuir el número de contrataciones de residentes y "ahora vemos que era necesario sobre todo en profesionales de primera línea como personal de urgencias o médicos de familia y de segunda como son neumólogos o internistas". 

Pese a esta problemática, Fernández sostiene que está "muy orgulloso" de sus compañeros voluntarios así como de aquellos que están en activo ahora mismo luchando contra el virus. Sobre todo, le emociona el reconocimiento de la sociedad tanto a los médicos como al resto de personal sanitario y no sanitario como son la policía, el ejército o el personal de farmacias y supermercados. "Es necesario considerar el trabajo de estas personas".