Todavía queda mucho para que los granadinos puedan utilizar un billete de Metro. O al menos ésta es la sensación que da transitar por las calles de la ciudad. Aun así, y en plena polémica entre las distintas administraciones la Junta presentó ayer la primera máquina dispensadora de billetes, que si bien no resuelve la situación de caos existente, al menos genera cierta esperanza de que algún día el Metro llegará.

El delegado territorial de Fomento y Vivienda, Manuel Morales presentó ayer el sofisticado aparato en la Oficina de Información del Metropolitano de Calle Arabial. Morales explicó que en total se van a instalar 54 dispensadores en el recorrido. Se trata de unas máquinas "muy intuitivas" adaptadas a todos los usuarios que cumplen con los requisitos de accesibilidad, traducidas en cuatro idiomas y que cuentan con diversas formas de pago y que han costado, cada una, 40.000 euros.

El delegado se mostró verdaderamente satisfecho con la presentación de la primera dispensadora que consideró la prueba de que "el Metro empieza a ser una realidad palpable". Con respecto al precio de los billetes, Morales adelantó que todavía es pronto para saber cuanto va a valer el Transporte Metropolino. Lo que si se tiene claro es que tendrá un precio unitario independientemente de los trayectos o saltos que pueda hacer el usuario a lo largo de las distintas estaciones.

Por su parte, el gerente de Obras del Metropolitano Alberto Sánchez invitó a los ciudadanos que lo deseen a pasarse por la Oficina de Información para ver en primera persona la máquina. Asimismo, explicó que una vez esté en funcionamiento se podrán adquirir dos tipos de billete: unitario de un día o de dos o la tarjeta recargable del Consorcio, que según explicó podrá utilizarse también en otros medios de transporte de toda Andalucía.

Sin embargo ayer en la Oficina de Información del Metropolitano no solo se habló de billetes. El proyecto ha estado sumido en los últimos días en una auténtica polémica y en un duelo de embargos entre la Junta y el Ayuntamiento que ayer, Morales quiso aclarar. En primer lugar, el delegado explicó que el coste del proyecto no es de "600.000 millones de euros", tal y como dijo en días pasados el PP municipal "si no que es de 500.000". En este sentido, justificó los distintos cambios que se han producido en los últimos años, la mayoría como consecuencia de los propios requisitos que imponían distintas instituciones y organismos como "la Universidad y el Ayuntamiento" en materia de obras. Asimismo criticó que se "diga que hacemos el Metro a espaldas", cuando "las reuniones son continuas", para hacer cosas tan fundamentales como cortar el tráfico de una calle.

Pese a todas las dificultades, Morales se mostró positivo ante la celebración de la próxima reunión entre el Consistorio granadino y la Junta para hablar sobre el convenio del Metro el día 26 de diciembre. Un encuentro que afrontan "con buenas propuestas consensuables".