Una mirada granadina a las Google Glass

Desde niño, Antonio Zugaldia ha sentido una atracción especial por la tecnología. Con los años este interés ha crecido hasta el punto de que este granadino ha cruzado el charco. Actualmente reside en Estados Unidos, donde desarrolla aplicaciones para las innovadoras Google Glass.

Con 35 años, este hombre con raíces granadinas presenta una larga trayectoria a sus espaldas. A los 12 su padre le regaló su primer ordenador. "Paseábamos por el Camino de Ronda en dirección a Recogidas, que es donde se encontraba la división de El Corte Inglés", cuenta con cierta añoranza. "De hecho, fueron personas de El Corte Inglés los que me ayudaron y enseñaron informática durante mis primeros años", añade como preludio a su posterior especialización en Física Teórica en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada.

Tras terminar la carrera, decidió darse de alta como autónomo. "Fue una pesadilla, de papeleo, burocracia y ventanillas. Después fue un reto extra conseguir que los clientes nos pagarán". La aventura en la que enarbolaba la bandera de la independencia no llegó a buen puerto, sin embargo, reconoce que "esa experiencia me ayudó a mejorar mi formación y me sirve hoy con esta nueva empresa".

Junto a un amigo y compañero de Física cofundó a los 27 años GCubo, una asociación de Software Libre -que continúa en funcionamiento- cuyo objetivo fundamental era "poner en contacto a los pocos desarrolladores de Linux que había en Granada".

Decidió dar el salto fuera de la provincia hace ocho años. "En 2005 hice unas prácticas en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York". La experiencia le convenció para buscar prácticas en la Comisión Europea. "Cuando me mudé tenía la idea de estar sólo unos meses y volver a mi trabajo en la Universidad". Sin embargo, el destino de este emprendedor estaba lejos de su país de nacimiento y él mismo confiesa "nunca regresé a España y me quedé a trabajar en Bélgica".

Su vida dio un giro completo cuando recibió una propuesta de trabajo en la Organización Mundial de la Salud (OMS), institución en la que ha trabajado durante los últimos cinco años. "Estados Unidos fue completamente inesperado, pero uno no puede dejar pasar esa oportunidad", revela Antonio Zugaldia, "en palabras de Larry Page, cofundador de Google Glass, aquí se vive con un saludable desprecio por lo imposible".

En Nueva York participó en dos concursos de Google para crear aplicaciones para las llamadas Google Glass, "el primer gran dispositivo wearable en el mercado". El primer certamen fue un hackathon organizado por Google en su sede en Nueva York. "Junto con otra físico americana desarrollamos una aplicación que permitía utilizar el GPS en las gafas de Google para encontrar y comunicarte con tus amigos en las redes sociales", explica Zugaldia, que junto a su compañera obtuvo el primer premio y "de esa manera conseguimos las gafas gratis".

La segunda competición consistió en un Startup Weekend, una maratón para montar una empresa en tres días. "Ahí conocí a mis socios y a los primeros inversores interesados en trabajar con nosotros", manifiesta Zugaldia.

En abril de 2013 conoció a los cofundadores de Silica Labs, una empresa dedicada a la creación de aplicaciones para las Google Glass. "Silica Labs nació cuando se alinearon dos factores, una idea ambiciosa y el grupo ideal de personas para acometer el proyecto", admite Zugaldia. Respecto a su objetivo, el granadino desvela que "como los buenos futbolistas, no queremos correr hacia donde está el balón sino hacia donde se dirige".

Con relación a las gafas de Google, éstas dieron sus primeros pasos en el ámbito sanitario cuando el doctor Pedro Guillén retransmitió por primera vez una operación quirúrgica con este dispositivo. A partir de ahí, las aplicaciones son múltiples y se postula como una de las herramientas que cambiarán el futuro.

A pesar de los miles de kilómetros que separan a Antonio Zugaldia de España, no olvida la crisis que sufre el país. "En estos momentos económicamente tan difíciles es cuando más falta hacen emprendedores", declara Zugaldia, "lo ideal sería que los Gobiernos apostaran de verdad por ellos para que no se vean obligados a salir del país". Por último, da un último consejo a los que quieran montar una empresa en el extranjero. "Es un compromiso a largo plazo y debe ser una decisión bien meditada".