Granada

Casi la mitad de las personas que viven en la calle son agredidas

  • Granada es la quinta provincia andaluza con mayor número de delitos de odio, con un total de diez casos el pasado año

Casi la mitad de las personas sin hogar ha sufrido agresiones, humillaciones e intimidaciones motivadas "por la intolerancia y los prejuicios de sus agresores hacia su situación de extrema exclusión social". Así lo certifica la primera investigación realizada sobre los delitos de odio contra las personas sin hogar por el Observatorio Hatento. Según este estudio, un 47,1% de las personas entrevistadas -un total de 261- sin hogar habría sufrido, al menos, un incidente o delito relacionado con la aporofobia -el odio ante el pobre- durante su historia de sinhogarismo.

Dentro de este conjunto, la mayoría de los casos, un 36,4%, correspondería a insultos o trato vejatorio, seguido del trato discriminatorio con un 27,2%. Sin embargo, el problema se vuelve más acusado cuando una de cada cinco personas reconoce haber sido agredida físicamente -en concreto, un 23%-. "Las personas sin hogar son un grupo especialmente vulnerable frente a los delitos de odio: la ausencia de una vivienda, la exposición constante en la calle, el deterioro de la salud o la interseccionalidad con otros factores de discriminación son algunos de los factores que pueden incrementar este tipo de experiencias", agrega el estudio de Hatento -observatorio formado por distintas ONG-.

Si bien no existe una cifra exacta de cuántos ciudadanos duermen en la calle en España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) la sitúa en torno a las 23.000 -cifra de 2012 que Rais Fundación eleva a 40.000-. Además, el INE estimó que el 51% de ellos habrían sido víctimas de algún tipo de delito o agresión.

Estos incidentes relacionados con la aporofobia son una ínfima parte de los delitos de odio. Aunque la evolución del país en los pasados tres años contra la discriminación es evidente, el Ministerio del Interior señaló en su último informe sobre incidentes relacionados con los delitos de odio que existía aún "la necesidad de ahondar en la materia para erradicar la discriminación y la violencia". En este sentido, los delitos de odio por aporofobia aumentaron un 175% entre 2013 y 2014, aunque destacan en primera posición aquéllos por antisemitismo, con una variación al alza del 700% en un año.

En Granada, según el análisis del departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz, se produjeron en 2014 un total de 10 delitos de odio, siendo la quinta provincia andaluza en el ranking tras Cádiz, Sevilla, Córdoba y Málaga. La mayoría de ellos -cuatro- estaban relacionados con motivos de discapacidad o racismo o xenofobia -otros cuatro-, seguidos por orientación sexual -uno- y otro relacionado con antisemitismo. Asimismo, se llevaron a cabo ocho detenciones por estos tipos de incidencias.

Aunque bastantes casos son esclarecidos por las fuerzas policiales y de seguridad, en el caso de la aporofobia -cuando se deduce que la víctima es más vulnerable por su situación socioeconómica-, no existen apenas denuncias ante la agresión. Así, sólo 15 de las 114 personas entrevistadas por Hatento presentaron una denuncia. De las 47 personas a las que agredieron, sólo ocho de ellas se inluyen en ese grupo -lo que supone apenas un 17%-. En el otro lado, un 70% de las víctimas que no presentaron una denuncia consideró que "no sirve para nada", y un 11% tenía miedo a las posibles represalias por parte de los agresores.

Ante estas situaciones, el observatorio recomienda fomentar la confianza en los servicios y recursos disponibles -ya que un 63% de las víctimas no acudió a ningún tipo de servicio especializado-, dando prioridad al apoyo emocional de las víctimas, puesto que tras la agresión aumenta su sentimiento de indefensión.

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