La moda y el estilo de vida van de la mano

¿Se refleja la moda en el estilo de vida, o viceversa?

La respuesta a esta pregunta probablemente difiera dependiendo de la persona que este respondiendo, debido a la objetividad que hay detrás de ella.

Pero sin duda, si algo tienen en común todas respuestas es que son fruto de una pregunta intrigante, una pregunta que llama nuestra atención. ¿Tienen las personas que no se preocupan por su aspecto una personalidad más apática que el resto?, o ¿es su personalidad sólo apática a la ropa?

Si nos paramos a pensar en la respuesta a esta pregunta, miles de preguntas comienzan a recorrer nuestra mente. La ropa siempre ha tenido una gran influencia social, y cada día esta influencia crece más, así que es algo que no podemos dejar de lado. ¿Cuál es la respuesta REAL a esta pregunta?

Cierto es que nuestro estado de ánimo y de vida influye en nuestra manera de vestir. Por ejemplo, un día que estemos desanimados, tenderemos a vestirnos de manera más descuidada que el día que estemos en nuestro mejor momento.

Por ejemplo, si eliges llevar ropa aburrida y vieja a una fiesta, lo más probable es que la gente piense que eres una persona apática que no cuida su aspecto, y que por lo tanto no cuida cualquier otra cosa – si no cuidas de ti mimo, ¿Cómo vas a cuidar de algo ajeno a ti?

Estudios han demostrado que en tan solo 6 segundos nos hacemos una imagen mental de la otra persona, y la asociamos con unos adjetivos u otros dependiendo de su imagen, su forma de vestir, y sus lenguaje corporal. Si vamos a una fiesta llena de invitados, lo más probable es que queramos causar buena impresión, por eso la mayor parte de las veces, que tenemos que elegir ropa para una fiesta intentamos arreglarnos lo máximo posible, para estar elegantes. Y aunque el hecho de vestir de manera elegante no quiere decir que seas elegante, ni mucho menos, es lo que tu imagen transmite, y lo que la gente va a pensar de ti en esos 6 segundos nada más verte.

Por el contrario, si volvemos a la situación que planteamos anteriormente y en lugar de arreglarnos con un traje, una bonita corbata de tu colección de corbatas amarillas, y unos gemelos a juego, vamos con un traje roto, viejo y mal planchado, la gente en esos 6 segundos, nada más vernos va a tener una mala imagen de nosotros, pensara que no nos cuidamos, que no nos importa la opinión de los demás, y millones de cosas negativas, que aunque no tengan relación con nuestra personalidad, es lo que nuestra imagen transmite.

No es necesario que todo el mundo sea un experto en moda, ni tampoco es necesario gastarse altas cantidades de dinero ropa de diseño para vender una imagen que no nos corresponde. Con poco podemos transmitir mucho, tan solo hay que saber venderlo. No cuesta mucho vestir bien –todo es cuestión de saber hacerlo-, y vestir de acorde a cada situación.

La opinión de cada uno es una cosa pero lo que seamos es otra. Sin embargo, lo que llevemos siempre va a condicionar la opinión de la gente, ya sea para bien o para mal, queramos o no, nuestra imagen juega un papel muy importante en nuestras relaciones, y en nuestra vida diaria.