Una moneda en la pila de los deseos del Corral del Carbón

Está prohibido echar monedas a la fuente central.
Está prohibido echar monedas a la fuente central.
Andrés Cárdenas

17 de abril 2016 - 01:00

TENGO suerte de que esta serie se publique los domingos. Parece como si los domingos estuviera la gente más proclive a la lectura. Es también cuando la naturaleza parece acercarse más a nosotros, incluso el piar de los pájaros parece distinto. Para mucha gente los domingos no son un día de la semana, son un estado de ánimo. Pero hay quien también odia los domingos porque no encuentra su sitio en el ambiente. Trabajadores que no tienen que fichar se sienten marginados ese día de la semana. Dice Tavares que si el progreso dependiese de los domingos, todavía iríamos en carroza y hablaríamos en latín. Pero a mí me gustan los domingos porque leo con más sentimiento de lector, el día en el que, como se dice en el Quijote, "leo incluso los papeles rotos que me encuentro por la calle".

Harry me ha llamado para decirme que Dorothy le echó la bronca el otro día porque llegó un poco piripi a casa. Por eso y porque había preparado un guiso que se lo tuvo que echar al perro. No porque estuviera malo sino porque Harry no se presentó a comer: estaba conmigo en las bodegas Castañeda.

-Dorothy estar cabreada, se come paredes.

-Se dice se sube por las paredes.

-Sí, eso.

Así que le digo que he preparado una excursión más cultural y más relajante: quiero enseñarle una ruta por lo sitios donde se supone que estuvo Don Miguel de Cervantes cuando vino a Granada a cobrar impuestos. Hay quien sostiene, como el periodista e investigador Gabriel Pozo, que el famoso manco de Lepanto comenzó a escribir Don Quijote de la Mancha cuando fue encarcelado por una deuda que no pudo cobrar en Granada. A Harry le gusta la idea porque dice que el otro día comenzó a leer El Quijote para conmemorar el cuatrocientos aniversario de la muerte del genial escritor, que se cumple el próximo 23 de abril. Harry dice que siempre le ha intrigado que los dos genios más grandes de la literatura como Williams Shakespeare y Miguel de Cervantes murieran el mismo día y el mismo año.

Quedo con mi amigo el irlandés en la plaza del Carmen. Es miércoles y a eso de las diez de la mañana hay un revuelo inusual. Muchas personas y policías apiñadas en torno a la Casa Consistorial. Un colega de profesión me dice que están registrando las oficinas de Urbanismo porque la Policía sospecha que el alcalde y la concejal del ramo, Isabel Nieto, han intervenido en un caso de corrupción urbanística. Cuando llega Harry se sorprende también del revuelo. Al explicarle lo que pasa pone cara de sorprendido, se mesa el cabello y exclama:

-Esto ser circo mediático.

Harry tiene la teoría de que las televisiones y ahora las redes sociales nos han convertido en morbosos espectadores de un circo romano en el que siempre estamos esperando el momento en que salgan los leones para comerse a los cristianos. Dice que sí, que esos políticos puede que hayan cometido esos delitos, pero que cree que no es democrática la manera en que se llevan a cabo las detenciones. Dice que eso se puede hacer de otra manera, más en silencio, porque esas personas que son detenidas ya han sido juzgadas por la opinión pública al salir en televisión escoltadas por policías.

-Yo no decir que no ser culpables, pero las maneras no ser correctas. ¿Y si luego ser inocentes? Aquí no tener en cuenta la pre…pre… ¿cómo decir cuando alguien ser declarado culpable antes de tiempo?

-Presunción de inocencia.

-Sí, presunción de inocencia.

De todas maneras nosotros vamos a lo nuestro. Antes de llegar, le explico a Harry que El Corral del Carbón fue construido en el siglo XIV por Yusuf I, en plena época nazarí, y servía de almacén de mercancías para venderlas allí mismo, además de albergar a los mercaderes que pasaban por la ciudad. Más tarde, en el siglo XVI, los cristianos lo adaptaron para representaciones teatrales. Muchas obras de Miguel de Cervantes se representaron allí a cargo de la compañía de cómicos de Angulo el Malo, a quien Cervantes incluye en el pasaje Cortes de la Muerte de su Quijote. Según Gabriel Pozo, Cervantes pudo dormir los días que estuvo en Granada en una de las muchas pensiones que había en la Calle Mesones y posiblemente durante su estancia en nuestra ciudad asistiría a alguna representación en el Corral del Carbón. Miguel de Cervantes nombra a Granada en varias ocasiones ya que estuvo aquí una pequeña temporada.

Harry me pregunta si en el año del cuatrocientos aniversario de la muerte de Cervantes Granada ha organizado alguna celebración en torno al mismo. Le digo que lo único que sé es que durante la feria del libro, que empieza esta semana, se va a celebrar una lectura de su libro más famoso, pero que aparte de eso no tengo conocimiento de alguna celebración más.

-Pues, lástima. Ser buena ocasión para conocer su obra. En Inglaterra todas las ciudades homenajean a Shakespeare este año.

-Ya, pero aquí… Yo estoy seguro que la gran mayoría de los granadinos no han leído el Quijote.

Son casi las once de la mañana y el Corral está lleno de turistas con cámara en ristre que fotografían, sobre todo, la monumental fachada que es un arco de herradura apuntado. En el interior lo que más enfocan los visitantes es la pila cuadrada de piedra con caños laterales que hay en el centro. Los locales que hay allí están ocupados por las oficinas de la Orquesta Ciudad de Granada, el Festival Internacional de Música y Danza y un local de información turística, por eso hay siempre tantos turistas en torno a ella. Hace un día de sol espléndido.

A la entrada hay una chica que se ocupa de la seguridad del recinto. Se llama Mari Pruden y nos cuenta que en este mes de abril son muchos los visitantes del Corral. Y que hay días que algunos grupos tienen que esperar fuera a que salgan otros para poder entrar. La chica es muy amable y nos cuenta que uno de sus cometidos es vigilar que los turistas no echen monedas a la pila central, pues hubo un tiempo en que alguien difundió que aquello era como una especie de pozo de los deseos y a todos los visitantes les dio por echar monedas y pedir deseos.

Gracias a una guía que llevo, me entero, y así se lo explico a Harry, de que aquel recinto fue construido durante el reinado nazarí con anterioridad a 1336. Un pequeño puente situado sobre el río Darro comunicaba la Alhóndiga con el zoco. Leopoldo Torres Balbás dice que este edificio responde a un modelo oriental, pero la decoración y los detalles son netamente granadinos. En 1494 los Reyes Católicos lo concedieron a Sancho de Arana. A su muerte (1531) salió a subasta, usándose como hospedaje de carboneros, de ahí su nombre. Fue corral de comedias hasta 1593 en que fue casa de vecinos. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1918, pero estuvo amenazado de derribo hasta que fue adquirido por el Estado en 1933, que encargó su restauración al citado Leopoldo Torres Balbás. En 1992 volvió a ser restaurado por el arquitecto Rafael Soler Márquez.

-En verano se siguen representando aquí obras de teatro-,le informo a Harry.

Al salir veo que mi amigo irlandés lleva una muestra de sibilina sonrisa en su rostro. Le preguntó a qué viene esa mueca.

-Es que yo echar una moneda a la pila y pedir un deseo.

-Joder, Harry, nos acaban de decir que no se pueden echar monedas… Pero bueno, dime qué deseo has pedido.

-Que ahora tú poder tomar vermú conmigo.

-¿Eso has deseado? ¡Cuidao con la polla!

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