Granada despide a la catedrática de Medicina María Castellano

Granada despide a la catedrática de Medicina María Castellano Arroyo, muy vinculada a la Universidad granadina, fallecida en Madrid a los 77 años. Castellano Arroyo (Jaén, 1948), se licenció por la UGR y fue la primera catedrática de una facultad de Medicina en España. Experta en Medicina Legal y Forense, dio nombre a un protocolo puesto en marcha en Andalucía para incorporar médicos docentes a las facultades.

Muy vinculada a su tierra, abordó la necesidad de mejorar los programas de atención a las víctimas de violencia de género. Abogaba por atender a la mujer en el menor tiempo posible y por avanzar en la prevención.

De orígenes humildes, llegó a ser honoris causa por las universidades de Jaén y Extremadura. En 1980 fue la primera mujer catedrática de Medicina en una universidad española, la de Zaragoza. Ese año Castellano fue nombrada jefe del servicio de medicina legal y toxicología del Clínico Universitario de Zaragoza.

Desde diciembre de 2015 era colegiada de honor del Colegio de Médicos de Granada, que la lamentado la muerte de Castellano.

Fue nombrada Académica de Número de la Real Academia de Medicina de Zaragoza, y de la Real Academia de Medicina de Andalucía Orienta, y fue la segunda mujer nombrada académica de la Real Academia Nacional de Medicina, recuerda el Colegio Oficial de Médicos.

Recibió la Cruz de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort, por su colaboración con la Administración de Justicia; la Medalla al Mérito Policial por su colaboración en la formación de la Policía Judicial española. Castellano fue secretaria de la Internacional Academy of Legal Medicina, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina del Trabajo, y formó parte de las Comisiones de Ética y Deontología Médica de los Colegios Médicos de Zaragoza y de Granada. También fue vocal de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial; y vocal de la Comisión de Deontología del Consejo Andaluz de Colegios Médicos.

"Es la gran figura pionera en los estudios de violencia de género, habiendo sido posiblemente la mejor especialista en el tema; con un bagaje en el ejercicio como Médico Forense de varios miles de agresiones denunciadas por mujeres, ofreciendo a la Administración de Justicia, a través de un Proyecto de I+D, un Informe pericial integral de las circunstancias de la violencia, el daño sufrido por la víctima y los hijos, y el riesgo del agresor para la seguridad y la vida de la víctima, desde su estudio médico-psicológico-psiquiátrico. Sus líneas de investigación se centraron en la violencia en el medio familiar y de género, la Psiquiatría Forense (valoración del daño psíquico, valoración de peligrosidad), la Deontología Médica y el Derecho sanitario", destaca el Colegio, que subraya además que era una "humanista reconocida". "El auditorio del Colegio de Médicos llevará siempre orgullosamente su nombre", finaliza el comunicado.