Una caída accidental. Esa es la primera hipótesis que maneja la Guardia Civil en la investigación abierta tras el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre de 38 años que había desaparecido el lunes en una zona escarpada de las cercanías de Monachil.

Los indicios y las huellas encontradas en el lugar del accidente apuntan a que este hombre, de quien todavía falta conocer el resultado de la autopsia, posiblemente intentara atajar para que no se le hiciera de noche en el camino y resbalara al pisar hielo hasta caer por un barranco de unos 90 metros de altura, lo que le causó la muerte, según fuentes de la Guardia Civil.

El cuerpo sin vida de Fernando Sanz, como se llamaba el fallecido, natural de Barcarrota (Badajoz), fue encontrado en la tarde de ayer por miembros del Servicio de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil en una zona abrupta próxima al río Monachil después del despliegue de un amplio dispositivo de búsqueda.

Llevaba desaparecido desde este pasado lunes, según denunció un familiar ante la Guardia Civil en Granada. Su vehículo ya había sido localizado en un aparcamiento junto al recinto ferial del municipio de Monachil