violencia de género | segunda víctima a nivel nacional del 2018

La mujer asesinada en Guadix no había denunciado malos tratos

  • Sí lo hizo con una anterior relación

  • El marido ocultó el cuerpo en un paraje cercano al domicilio conyugal, denunció que la mujer había desaparecido y después terminó por confesar el crimen

El homicidio se produjo en el domicilio donde la víctima residía con el autor de los hechos.

El homicidio se produjo en el domicilio donde la víctima residía con el autor de los hechos. / fotos: miguel ángel molina / efe

Hace apenas una semana, una joven denunciaba haber sido víctima de una agresión sexual en Granada. El día 18 de enero, un hombre dejó inconsciente a su expareja sentimental en La Chana, tras haberse saltado una orden de alejamiento. Son dos casos ocurridos recientemente en Granada, dos ejemplos que representan las aristas de un mismo problema: la violencia de género, una lacra que durante este fin de semana se ha cobrado en Guadix la primera víctima mortal de Andalucía y la segunda a nivel nacional.

Como cada noche, el sábado Pilar, una vecina accitana de 56 años, había ido a casa de su madre. La mujer había quedado viuda por lo que ella solía ir a hacerle compañía. En torno a la 1:30 horas de la madrugada, Pilar se marchó a su casa, ubicada en la barriada de La Estación, donde se enzarzó en una discusión con su actual pareja -de 73 años-, quien decidió acabar con la discusión y también con la vida de su mujer. La asesinó propinándole golpes en la cabeza con un martillo, enterró el cuerpo en el paraje 'El diente y la muela', ubicado a un kilómetro de distancia del domicilio, y fingió que su mujer había desaparecido.

Esto fue lo que realmente ocurrió la madrugada del domingo con Pilar, y pese a que el autor del crimen tenía todo orquestado para evadir su culpabilidad, finalmente fue él mismo quien acabó confesando el asesinato. No sin antes haber fingido durante más de 12 horas que su mujer había desaparecido e incluso denunciarlo.

A la mañana siguiente de cometer el crimen, el agresor se desplazó a casa de Eugenia, una vecina, para preguntar si Pilar estaba allí. "Vino a preguntar por Pilar. Dijo que no estaba en su casa y que allí estaba todo ordenado", explicó Eugenia, que confesó que esa noche "escuchó un fuerte golpe" que atribuyó a la tormenta, además de confirmar que a la pareja "no se le veía reñir, ni discutir, sino que estaban todo el día besándose".

Pilar tenía cuatro hijos de una relación anterior, que nada más enterarse de la desaparición de su madre activaron una campaña de búsqueda a través de las redes sociales. Junto a una foto de la víctima y comenzando el mensaje con un "Por favor compartir" lleno de exclamaciones, una de sus hijas pedía ayuda: "Ha desaparecido mi madre desde anoche, se llama Pilar, no tiene ningún problema psicológico ni ningún tratamiento. Si la veis llamad. Es de Guadix".

La publicación no tardó en compartirse, y en alguno de los comentarios rezaba "¿qué os ha dicho la Guardia Civil?", pero aún no habían puesto la denuncia, algo que decidió hacer el marido de la víctima. Tras alertar al cuerpo armado sobre la desaparición, los agentes comenzaron a sospechar: las versiones no cuadraban. Las contradicciones en su declaración finalmente lo hicieron confesar: él la había matado la noche anterior y había enterrado el cadáver.

Ante ello, los agentes se desplazaron junto al asesino confeso al paraje donde presuntamente se deshizo del cuerpo de Pilar, un lugar cercano a las vías del tren donde a última hora de la tarde del domingo hallaron el cadáver. El hombre fue retenido en dependencias de la Guardia Civil de Guadix hasta pasar a disposición judicial.

De esta trágica forma terminaron los 12 años de relación que Pilar mantuvo con quien al final acabaría siendo su asesino. Una década de aparente "amor" en el que no existían indicios de violencia machista en la relación, según vecinos y allegados. Precisamente, Pilar ya había tenido una experiencia anterior con la violencia machista, episodio correspondiente a una pareja anterior que sí que llegó a denunciar e incluso accedió en su momento a los servicios del Centro de Información a la Mujer. Sin embargo, en esta ocasión "nadie se esperaba algo así" porque "no existía ninguna denuncia previa ni había ningún indicio" que pudiese desembocar en este desenlace, tal y como explicó la alcaldesa de Guadix, Inmaculada Olea.

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