Hasta ocho muertes por cardiopatía coronaria o isquemia podrían haberse evitado en Granada si se modificaran a la baja los niveles de ruido de la ciudad generados por el tráfico rodado y se tomara como límite lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio con datos de 749 ciudades, entre las que está la capital granadina publicado recientemente por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).

El informe evalúa los niveles de ruido de las 749 ciudades objeto de estudio. En lo referente a la ciudad de Granada, se señala que el 91,7% de la población está expuesta a niveles de ruido que son "perjudiciales para la salud". Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Granada residen 231.775 personas, lo que arroja que más de 200.000 granadinos sufre estas molestias.

La OMS recomienda un límite de 53 decibelios, mientras que para el estudio se determinó que se considerarían perjudiciales los niveles por encima de los 55 decibelios, según explicita el informe. Un 15,70% de la población granadina, además, "sufre un grado elevado de molestias" generadas por el ruido generado por el tráfico rodado. Granada está entre las 20 ciudades de España con mayor porcentaje de pobación afectada por este problema y es la tercera a nivel andaluz, por detrás de Cádiz (94,60% de la población está expuesta a niveles de ruido perjudiciales) y Algeciras (97%).

Los resultados del estudio han sido publicados en Environment International y muestran, según el comunicado del Instituto de Salud Global de Barcelona, que cerca de 60 millones de personas adultas están sometidas a niveles de ruido generado por vehículos perjudiciales para la salud. "Cumplir con las recomendaciones de la OMS en materia de ruido permitiría evitar cada año más de 3.600 muertes por cardiopatía isquémica", añaden los autores del informe.

El tráfico rodado es la fuente principal de ruido ambiental, desglosa el comunicado. "Estudios anteriores han relacionado el ruido ambiental con una serie de efectos perjudiciales para la salud: alteraciones del sueño, molestias, enfermedades cardiovasculares y metabólicas, efectos adversos al nacer, deterioro cognitivo, así como salud mental y bienestar pobres", enumeran desde el Instituto.

La exposición prolongada al ruido del tráfico rodado puede provocar una reacción de estrés sostenido, que da lugar a la liberación de hormonas del estrés, al aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial y a la vasoconstricción, lo que puede acabar dando lugar a enfermedades crónicas, como las cardiovasculares o a trastornos de depresión y ansiedad. 

Sobre la recogida de datos, desde ISGlobal se indica que el mapa de ruido empleado para determinar la situación de Granada era de "baja calidad". "El equipo ha encontrado dificultades metodológicas debido a la heterogeneidad de los datos disponibles y de la calidad de los mismos. Cada uno de los mapas de ruido utilizados se sometió a una evaluación cualitativa, resultando que la mayoría de ellos se encuadraron en las categorías de baja o media calidad y menos del 17% fueron considerados de buena calidad", apunta el comunicado.

“La directiva europea sobre ruido ambiental estableció la obligatoriedad de realizar mapas estratégicos, pero no fijó una metodología o unas directrices, por lo que los resultados han sido dispares. Desde enero de 2019 contamos con una metodología común para los estados miembros de la Unión Europea, por lo que cabe esperar que en los próximos años se pueda hacer evaluaciones del impacto del ruido del tráfico en la salud mucho más completas y precisas”, aclara Mark Nieuwenhuijsen, jefe del programa de Contaminación atmosférica y entorno construido de ISGlobal y autor sénior del estudio.