Los nuevos precios y la subida del dinero dejan a las familias con 140 euros menos al mes

La ya lejana cuesta de enero amenaza con alargarse hasta bien entrado el año. La decisión de Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés en 25 puntos básicos para contener la inflación de la eurozona incidirá muy negativamente en la economía de todas aquellas familias que tengan que revisar a partir de ahora sus hipotecas. Las hipotecas españolas crecerán entre 180 y 190 euros más al año debido a la subida de los tipos de interés en un cuarto de punto. Según la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), una hipoteca media de 120.000 euros a 24 años se encarecerá entre 15 y 16 euros mensuales, mientras que los cálculos de la Unión de Consumidores de España (UCE) para las hipotecas medias de 120.000 euros a veinte años cifran el incremento en alrededor de 190 euros anuales.

Eso, por supuesto, sin contar con la tendencia alcista del Euríbor, que cerró el mes de marzo con el 1,924% y que recientemente alcanzó el 2,057%. Para una familia que contratara su hipoteca en marzo del año pasado, cuando el índice no superaba el 1,215%, y que tenga que revisar su cuota con el dato de marzo, la escalada del Euríbor puede suponer un incremento en la cuota mensual de unos 54,5 euros. Si, tal y como señala la Asociación Hipotecaria Española (AHE), el alza de tipos provoca un repunte del Euríbor que le lleve a cerrar el año en una senda de valores similar a la registrada durante el periodo 2003-2004, cuando el índice se movió entre el 2,3% y el 2,5%, el varapalo para el bolsillo de las familias granadinas puede ser bastante mayor. Tomando como base una hipoteca de 150.000 euros a 30 años con un diferencial del 0,75%, una revisión de las cuotas con el Euríbor en esos niveles puede suponer un incremento de más de 76 euros al mes.

Aunque asumir este sobrecoste de uno de los principales gastos familiares (al año supondría un dispendio extraordinario de 912 euros) es difícil para todos, puede llegar a suponer un verdadero problema para aquellos cuya economía esté más deteriorada. Desde la Unión de Consumidores de España (UCE) señalaron que la subida de tipos "injustificada y precipitada" provocará un mayor número de impagos por parte de los ciudadanos. "El nivel de deuda de las economías domésticas, que alcanza en toda España los 957.000 millones de euros, se incrementará indefectiblemente en los próximos meses. Y la imposibilidad de afrontar los pagos contraídos dejará al borde del desahucio a cientos de miles de familias", indican desde la organización. El presidente provincial de la Unión de Consumidores en Acción-Facua, Javier Cejuela, aseguró que "la subida de los tipos de interés será enormemente perjudicial para las economías domésticas, que ya están bastante vapuleadas y perjudicadas por las subidas de los últimos meses y por la crisis".

Por su parte, el presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA) en Granada, Antonio Rodríguez, resumió que "las cosas no pintan bien" para los consumidores, que ven sus bolsillos "cada vez más achuchados". Porque si lo único que subiera fuera la hipoteca, podría tener un pase. Pero el caso es que desde que comenzó el año los precios no han dejado de subir. Primero fueron las subidas de la luz y el transporte, a las que se han sumado últimamente los incrementos registrados en la hipoteca, la gasolina, el gas, el butano y la cesta de la compra. Y, ¿cuál es la conclusión? Pues, según Rodríguez, "que cada vez tenemos menos euros en el bolsillo para gastar". Lo que tiene sus consecuencias en el conjunto de la economía: si no se reactiva la rueda del consumo, difícilmente podrá llegar la tan esperada recuperación.

Aunque el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, le quitara importancia asegurando que la luz apenas subiría "el precio de un café" por persona al mes, el incremento del 9,8% de la factura eléctrica aprobado a principios de año ha obligado a cada hogar -según los cálculos del Gobierno- a pagar 3,2 euros más.

El gas no se ha quedado al margen de la escalada de precios. A principios de abril la tarifa de último recurso (TUR) de gas natural se incrementó una media del 4,1%. La tarifa denominada TUR 1, la de los hogares que sólo tienen agua caliente y cocina con gas, se incrementó un 3,3%, unos 0,57 euros más de media, mientras que la TUR 2, para los clientes que también utilizan el gas natural para la calefacción, aumentó un 4,3%, unos 2,31 euros más al mes, según los cálculos del Ministerio de Industria. En cuanto a la bombona de butano, también a primeros de abril se incrementó un 6%, hasta los 14 euros con IVA incluido.

Y, para rematar el gasto energético, la gasolina. Durante los últimos meses, la inestabilidad de los países del norte de África y la guerra de Libia han propiciado un alza de los precios de la gasolina sin precedentes. En Granada, al cierre del mes de febrero, la gasolina costaba 1,283 euros el litro, lo que implica un gasto de 64,1 euros para llenar un depósito medio de 50 litros de capacidad. Hace justo un año, el desembolso necesario no superaba los 54,6 euros. Así que en el último año el gasto en gasolina para las familias granadinas, suponiendo que tengan un sólo vehículo, se ha encarecido 9,5 euros cada vez que se reposta.

Y luego está el incremento de la vida. En Granada, el Índice de Precios de Consumo (IPC) cerró el pasado mes de marzo con un incremento del 4%, motivado especialmente por la subida del 15,3% del precio de las bebidas alcohólicas y el tabaco, el aumento del 10,7% del coste de la vivienda y el encarecimiento del 9,8% del transporte. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo el coste de la medicina, de las comunicaciones y del ocio y la cultura le dieron un respiro a la economía familiar (con bajadas del 2,8, del 0,7 y del 2,1%, respectivamente). Porque, aunque de forma más moderada, también aumentaron los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas (2,3%), los del menaje (1,6%), los de la enseñanza (2,3%), los de la restauración (2,6%) y los de otros bienes y servicios (2,8%).

Aplicando este incremento al gasto medio familiar, que según el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA) se situaba al cierre de 2009 -último dato publicado- en unos 1.782 euros al mes (una vez descontado el gasto en agua, electricidad y otros combustibles), el resultado es que la vida se ha encarecido en torno a 71,2 euros al mes durante el último año.

Así que basta con sumar el incremento que han registrado los principales gastos fijos (que no todos) de los hogares granadinos para hacerse una idea de cómo de maltrechos están los bolsillos de los consumidores con esta alargada cuesta económica. Al presupuesto base habría que sumar los 2,3 euros del incremento del gas, los 54,4 de la hipoteca -siempre y cuando la revisión se fije en el Euríbor de marzo-, los 71,2 de la cesta de la compra, los 9,5 de la gasolina, y los 3,2 de la luz. El resultado es un sobrecoste de alrededor de 140,6 euros al mes, difíciles de asumir cuando el paro no deja de crecer y cuando la negociación colectiva, la única herramienta capaz de asimilar los salarios al aumento del coste de la vida, se encuentra prácticamente bloqueada.