"Nuestro objetivo no es construir centros, es conseguir el éxito escolar"

Hay un monólogo de Pedro Reyes en el que el genial humorista narraba la conversación entre un padre esquimal y su hijo. Andando por el Ártico el niño le pregunta al padre. ¿Y yo de mayor, qué seré?. Tras echar una mirada a su alrededor el padre mira al niño y le contesta: "Tú serás esquimal". La anécdota le da pie a Germán González para explicar a padres e hijos la importancia de la educación más allá de los contextos en los que a una persona le ha tocado vivir. Delegado de educación desde el curso 2015/16 está convencido de que la educación es es el mejor ascensor social para una persona.

-¿Qué tiene de particular este curso que ahora empieza?

-Para mí es especial porque ya podemos echar la vista atrás y hacer algo de balance respecto a las infraestructuras educativas que hemos puesto en marcha en la provincia. Tenemos colegios como el de Churriana o el de Alomartes que han sido muy demandados para poder dar respuesta a la escolarización y que ya están hechos, y además están en proceso otros centros como El Chaparral que ya está en licitación o el IES de Maracena. Además, están pendientes el IES de Albolote y un nuevo colegio en Alhendín. Hoy por hoy podemos hacer balance de lo que llevamos hecho y podemos mirar al futuro con optimismo.

-Hace muchas alusiones a la provincia, principalmente al Área Metropolitana. ¿Se han conseguido cubrir allí las necesidades educativas?

-El Cinturón de Granada es el sector de población que más ha crecido estos años atrás motivado por políticas de vivienda del gobierno municipal anterior que no han permitido el acceso a la vivienda en la capital. Cuando los desarrollos urbanísticos los hacen los promotores, lógicamente el mejor suelo existente dentro de ese desarrollo no va a ser el que se reserve para los servicios. Depende de los propios municipios que ese desarrollo venga aparejado a la existencia de suelos para poder realizar las infraestructuras. Un ejemplo es el colegio de Churriana por el tiempo que se tardó en tener un terreno adecuado.

-¿Hay algún municipio que sea prioridad para este curso escolar?

-Cenes de la Vega. Tiene una necesidad y una situación complicada que condiciona toda la planificación educativa de parte de un área de la ciudad y del Cinturón. Allí tenemos dos proyectos sobre la mesa: la construcción de un instituto y la ampliación del colegio, y los dos están paralizados. El colegio tiene dotación presupuestaria pero la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir nos aplica una normativa con la que no estamos de acuerdo porque ahora nos está diciendo cosas que no nos dijo hace años cuando hicimos los planes de desarrollo. El 57% del terreno de Cenes de la Vega está afectado por la Confederación, luego es imposible encontrar un terreno allí que no tenga que pasar por la Confederación. Lo curioso es que esa ampliación está dentro del colegio existente y, lógicamente, no se puede hacer una ampliación en otro punto... tiene que ser allí. La provincia necesita que esto se desbloquee y que los actores políticos tomen decisiones. Desde la Junta hemos puesto las soluciones que nos pidieron sobre la mesa pero no se han considerado. Este no es un proyecto solo para un pueblo, afecta a muchos municipios pequeños de alrededor que tienen que llevar estudiantes a la capital.

-¿Tiene algún reto en particular para este año educativo?

-La Formación Profesional es una prioridad. Hemos hecho muchos esfuerzos para adaptar la FP a la realidad. Es muy fácil decir: que se doblen las plazas... pero la FP es una formación muy compleja, tiene que existir un tejido productivo donde poder hacer las prácticas, eso para empezar. No se puede poner un ciclo formativo, por muy novedoso que sea, en un sitio donde es imposible que se hagan esas prácticas. Eso sí, el hecho de que haya un distrito único en toda Andalucía permite que cualquier estudiante tenga la posibilidad de elegir. En Andalucía tu ya puedes decir "quiero ser mecánico aeronáutico", te requerirá esfuerzo, trabajo, trasladarte a Sevilla... pero tienes esa posibilidad. En Granada el ciclo que ponemos de Ortopedia es el segundo en Andalucía. La idea es hacer una FP que le sirva a la gente para construir un proyecto de vida muy vinculado a la empresa para que haya la máxima inserción laboral posible.

-Si hay algo que caracteriza este curso que ahora comienza es el aumento del profesorado. ¿Estarán todas las vacantes cubiertas cuando hoy empiecen las clases?

-Las contrataciones son muy dinámicas. Ha habido una colocación de efectivos inicial en la que el grueso fundamental del profesorado está, pero lógicamente septiembre produce cambios en la planificación, al alza o a la baja. Los exámenes de septiembre puedan cambiar las necesidades o, por ejemplo, imagine que en Primaria se muda una familia y viene con gemelos al mismo centro y al mismo curso, pues resulta que tú tenías un centro acorde con la normativa y de repente salta una necesidad. Todo eso está ahí y obliga a hacer contrataciones casi 'in extremis'. En ese sentido, lo más rápido posible se abren las bolsas para contratar al personal que el lunes [por hoy] debe estar contratado en los centros. Fíjese que para poner el máximo de vacantes posibles sobre la mesa consideramos hasta el profesorado que se va a jubilar en los primeros días de septiembre para que esa vacante salga. Puede haber un centro en el que un profesor puntual todavía no haya llegado, hay que tener en cuenta que son interinos y tienen su derecho a desplazarse.

-¿Hay garantías de que el año que viene esa cifra de profesores se mantenga, o incluso siga aumentando?

-Dependerá de la distribución de la población y de la dispersión que tenga porque donde hay una densidad de población más alta el descenso de la natalidad y por tanto del número de alumnos sí puede repercutir en que haya una necesidad inferior de unidades.

-Hace unos meses el Ayuntamiento daba a conocer un estudio entre adolescentes que revelaba que el 40% de las chicas había sufrido algún tipo de violencia sexual. Esfundamental el papel de la educación para cambiar esta realidad...

-Seguimos en una sociedad muy machista. Desde los centros hay que seguir trabajando en los planes de igualdad, en la prevención. También tenemos que analizar dónde estábamos hace cuarenta años y dónde estamos ahora. Estamos hablando de cambiar una sociedad con algo aprendido. Venimos de una sociedad patriarcal en la que la Dictadura se encargó muy mucho de tener a la mujer en un segundo plano. En cuarenta años hemos llegado a donde estamos, y han cambiado bastantes cosas, pero no hay que ser autocomplacientes, hay que seguir trabajando. Lo que estamos haciendo es necesario, los planes de igualdad son fundamentales y tienen que estar sometidos a un proceso de evaluación continua para seguir mejorando.

-Y luego además del cole está la casa...

-El colegio es una parte, importante, pero una parte. En esta tarea está toda la sociedad implicada. La educación no es una isla, no es una burbuja.

-Otro de los aspectos sobre el que habrá que poner el foco es el acoso escolar.

-No es algo nuevo, y tiene mucho que ver también con la igualdad, porque al final es la relacion entre personas lo que estamos trabajando. Creemos que estar detrás de un móvil o una pantalla te salvaguarda para poder decir lo que quieras, y no es así, todas estas cosas hay que trabajarlas. Hay que trabajar para que el acoso y el ciberacoso no se toleren por ninguna de las partes existentes. Para que haya un caso de acoso tiene que haber un acosado, un acosador... pero suele haber también una 'comparsa', una serie de individuos alrededor que jalean, ayudan o facilitan... o simplemente que se callan. Cada uno de nosotros tenemos que aprender a no tolerar que eso ocurra y cuando lo veamos, denunciarlo.

-Para este nuevo curso escolar tienen pensado implantar un plan especial contra el acoso escolar. ¿En qué se basará?

-Estará muy centrado en la prevención porque los protocolos están claros: pasa una situación como esta, la detectamos y ponemos en marcha la protección del supuesto acosado. Siempre supuesto porque puede haber casos que no son ciertos, y casos que no son acoso, que son otra cosa. Tenemos que ser muy cautos y dar siempre información a la familia para que cada uno ponga también los medios necesarios. No es fácil decirle a las familias: tú hijo ha hecho esto; sobre todo porque no tenemos todas las garantías de que sea cierto. Lo que está claro es que al chiquillo o la chiquilla que denuncia una situación le está pasando algo, y por tanto tenemos que buscar qué es, informar a los actores de alrededor para que cada uno en su responsabilidad tome las decisiones oportunas y dependiendo de la gravedad del caso habrá que tomar otras medidas. Todo esto tiene protocolo, pero donde hay que hacer hincapié es en la prevención.

-Y para prevenir lo primero es detectar.

-La prevención tiene dos aspectos: primero la relación de las personas y segundo la detección, ser capaces de ver los indicadores que nos pudieran hacer pensar que está pasando algo. Y esto no es fácil , aún teniendo en cuenta que el tutor se pasa muchas horas con los niños, pero no es fácil detectar las situaciones, porque no es fácil que el acosado lo exteriorice, hasta que llega un momento en el que estalla. Esto cuando es acoso, cuando hay una discusión entre dos alumnos y se agreden de alguna manera: verbal, físicamente, con un dibujo... ahí suele haber un mecanismo de defensa entre unos y otros del tú me has dicho y yo te he dicho... Generalmente uno es más 'fuerte' que otro y el que 'pierde' es el que habla. Pero este escenario no es el de acoso. El acoso es algo continuado en el tiempo, soterrado, en el que se promueve la ridiculización, hay agresiones basadas en el sometimiento... todo esto es lo que necesitamos que nuestros docentes conozcan.

-¿Está formado nuestro profesorado para detectar estos casos?

-Nuestro profesorado conoce todas estas cosas, pero también necesita formación y actualización. Todo esto es lo que desde nuestros centros de formación permanente se va a tratar formando parte del plan de actuación.

-¿Se han detectado en Granada muchos casos de acoso?

-Para nosotros no se trata de una cuestión de números. Primero es difícil determinar qué es y qué no es acoso. No son cifras alarmantes, la convivencia en los centros en general es buena, obviamente hay espisodios de mala convivencia pero ese tipo de casos enconados de muy difícil tratamiento no hay muchos. Pero repito, no es una cuestión de números, detrás de un solo caso de este tipo hay un niño que sufre, que lo está pasando mal y que posiblemente su vida académica se esté viendo afectada. El porcentaje es ínfimo en una comunidad de 200.000 alumnos, pero está.

-¿Ha pensado ya como solucionar los problemas de climatización con los que se encontraron el verano pasado muchos centros?

-A partir de ahora cada centro recibirá un formulario para que rellenen una documentación en la que digan cómo están. Luego iremos implantando acciones en función de cada realidad. A corto plazo solucionaremos las necesidades más acuciantes pero habrá que ver si la solución en los centros es colocar un aparato de aire acondicionado u otro tipo de medidas más sostenibles, como por ejemplo mejorar los cerramientos.

-Dice siempre que la educación es el mejor ascensor social.

-Así es, la educación es la única manera de cambiar las condiciones de partida, el entorno. Hay que proporcionar las herramientas necesarias en función de las necesidades para garantizar que, efectivamente hay una igualdad.

-¿Cuál es su reto para este nuevo curso?

-Mi objetivo es conseguir el éxito escolar, no es construir centros educativos -que también-, mi objetivo es que todos los niños titulen, que tengan éxito y que consigan terminar sus estudios. El resto son herramientas que ponemos al servicio de este objetivo.