"La obra sociocultural de las antiguas cajas no ha tenido ningún rescate"

José Guirao. Director general de la fundación Montemadrid.

Desde octubre, el histórico Monte de Piedad de Granada es propiedad de la Fundación Montemadrid, que integró la entidad en su red tras un proceso "natural y no premeditado"

El director de la Fundación Montemadrid, José Guirao, en la nueva oficina del Monte de Granada.
El director de la Fundación Montemadrid, José Guirao, en la nueva oficina del Monte de Granada. / María De La Cruz
Guadalupe S. Maldonado

Granada, 13 de marzo 2017 - 02:34

-Ha vivido en primera persona la transformación de las cajas en bancos y de sus obras sociales en fundaciones... ¿En ese proceso se ha quedado algo por el camino?

-Sí, en gran parte sí. En el rescate que ha habido de las cajas y los bancos se ha rescatado la parte financiera, pero la parte sociocultural no ha tenido ningún rescate. Los últimos datos de CECA indican que antes de la crisis las obras sociales de las cajas aportaban en torno a los 2.000 millones de euros anuales, y ahora los últimos datos son de unos 620, de los que 500 son de La Caixa. Fíjate si se ha perdido, y eso no lo ha rescatado nadie.

-¿Cree que habría sido necesario ese rescate?

-Sí, en el sentido de que las obras sociales hacían que la banca devolviera a la sociedad buena parte de sus beneficios. Era un sistema mucho más social, pero ahora las cajas han desaparecido.

-¿Hay algún tipo de institución que pueda suplir el papel que jugaban las obras sociales antes de la crisis?

-No, son recursos que ya no van a aportarse. La administración sigue existiendo y poniendo sus recursos, las fundaciones privadas y entidades sin ánimo de lucro que ya existían siguen haciendo lo que pueden, pero también es verdad que las obras sociales apoyaban mucho al tercer sector, a todas esas asociaciones y fundaciones que se dedican sobre todo a temas de desigualdad, discapacidad, etc. Todo eso se nutría en una parte importante de las obras sociales, y eso no lo ha sustituido nadie. Sí es verdad que la crisis ha traído una cosa buena, que es una mayor implicación y una mayor respuesta social, ha aumentado el voluntariado y el número de personas que se hacen socios de una ONG o de una fundación sin ánimo de lucro. Ha sido una respuesta muy generosa y muy madura de la sociedad. La labor que hace todo el tercer sector en la integración y la cohesión social es fundamental. Hoy no podríamos entender la sociedad española sin todas esas entidades.

-¿Cómo se financia la Fundación Montemadrid sin el respaldo de una caja?

-Nos financiamos en buena parte por los Montes de Piedad, que son nuestra principal vía de ingresos. En nuestro caso el patrimonio inmobiliario que teníamos lo hemos puesto en alquiler y estamos trabajando mucho en proyectos europeos. Es difícil entrar, pero una vez que lo haces y te reconocen como interlocutor válido, poco a poco van aumentado la financiación.

-En los últimos años la Fundación Montemadrid ha extendido su red de montes de piedad, incorporando también el de Granada. ¿A qué se debe esta estrategia?

-Cuando se constituyó la Fundación Montemadrid hicimos un análisis de cuáles podrían ser nuestras vías de ingresos, y tomamos la decisión estratégica de volver a los orígenes. El origen de todo habían sido los Montes de Piedad, que siguen teniendo sentido porque ofrecen microcréditos sociales que continúan funcionando como cuando se crearon, y esa es la apuesta que hemos hecho. Desde que tomamos esa decisión y empezamos el plan de expansión hemos abierto tres centros propios (Córdoba, Alicante y Móstoles) y el año pasado adquirimos el Monte de Piedad de Granada. Estamos ultimando los detalles para adquirir este año el Monte de Palma de Mallorca, que también pertenece a BMN. Si este año se consuma lo de Palma vamos a parar un poco para integrar todo eso bien y asentar la red.

-¿Qué atractivo tenía el Monte de Piedad de Granada para la Fundación?

-La adquisición del monte de Granada fue muy curiosa. En el de Madrid habíamos hecho un sistema informático nuevo y el Monte de Piedad de Granada se acercó a nosotros porque también quería renovarlo. De manera natural, de ese trato que empezó por la informática, se empezó a hablar de la posibilidad de adquirirlo. No fue una decisión estratégica nuestra ni de BMN. Surgió desde abajo. Lo hablamos y ya oficialmente me dirigí a los responsables de BMN para ver si les interesaba la posibilidad. Dijeron que sí y entramos en un periodo de análisis. Fue todo muy bien con BMN, muy rápido, y a partir de octubre se empezó a integrar Granada. El día 20 de febrero se implantó el nuevo sistema informático y ya la implantación es plena. Siempre ha habido mucha relación profesional, mucho trato. Fue todo muy natural, nada premeditado.

-Siendo la Fundación Montemadrid, derivada de la obra social de CajaMadrid, y el Monte de Piedad de Granada, propiedad de BMN, quienes se fusionaban, se podría interpretar como una previa a la fusión entre Bankia y BMN...

-No, no tiene nada que ver. La Fundación no tiene nada que ver con Bankia, y cuando empezamos a hablar no se hablaba públicamente de esa fusión. Cuando las cajas eran cajas el Monte de Piedad era un negocio residual, pero formaba parte de su historia. Cuando las cajas se transforman en banco, el monte es un negocio mucho más residual. Estoy seguro de que si siguiera existiendo CajaGranada no se hubiera prescindido del Monte, pero no porque fuera un negocio espectacular, sino porque forma parte de su ADN. Es un negocio con una rentabilidad baja, porque tiene una función social, y para un banco no tiene mucho sentido. Para nosotros tiene todo el sentido del mundo.

-¿El negocio del Monte de Piedad de Granada seguirá destinándose a Granada? ¿En qué se va a trabajar?

-Nuestra política es devolver a la sociedad parte de los beneficios, y la parte correspondiente a Granada se quedará en Granada. Nos vamos a implicar. Este año vamos a terminar la reforma del convento de Santa Isabel la Real, que se empezó hace ocho años, y el año que viene participaremos en otros proyectos. La parte cultural y patrimonial de Granada la conocemos muy bien, pero la parte socioasistencial la tenemos que estudiar. Este año quiero estudiar la situación concreta de Granada y a partir de ahí decidiremos los proyectos. Esa es nuestra vocación de existir. Nuestra idea y nuestro compromiso es empezar con proyectos nuevos el año que viene, y así cada año.

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