La obsesión por la comida sana y el agua, los nuevos trastornos alimenticios

Adaner y el Ayuntamiento editan una guía con las claves para detectar y prevenir este tipo de enfermedades

La información es sencilla para que se pueda entender fácilmente.
La información es sencilla para que se pueda entender fácilmente.
R.a- C.r./ Granada

24 de octubre 2008 - 01:00

La anorexia y la bulimia ya no son los únicos trastornos alimenticios que afectan a los jóvenes. Ambas dolencias han dejado paso a otras más nuevas y, como consecuencia, más difíciles de detectar por las personas que están alrededor de quienes las padecen: la vigorexia, la ortorexia, la potomanía o la sadorexia son los nuevos desórdenes alimenticios cada vez más frecuentes.

La asociación Adaner, en colaboración con el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía, han editado una guía para tratar de dar una información sencilla a la vez que exacta de este tipo de enfermedades en torno a las cuales se crean en muchas ocasiones falsos rumores que dificultan reconocerlas.

Los centros escolares o las asociaciones infantiles serán algunos de los lugares donde se repartirán las 40.000 guías que se han editado. Los folletos darán a los afectados las claves para poder detectar cuándo existe realmente un trastorno de este tipo y les ayudará a conocer las nuevas enfermedades desconocidas para muchos.

La obsesión por una alimentación sana es uno de los ejemplos de estas nuevos trastornos de la conducta alimenticia. Personas que basan su dieta en productos bajos en calorías, ecológicos o que no contengan ningún tipo de aditivos. Para ellos la comida "biológicamente pura" se convierte en una obsesión patológica que les impide desarrollar una vida social normal, la calidad de la comida que consumen acaba siendo el principal objetivo de su vida. Es la ortorexia.

Lo mismo les ocurre a aquellos que tienen un consumo excesivo de agua y otros líquidos. La potomanía consiste en un deseo frecuente de consumir gran cantidad de líquido, llegando a beber más de siete litros diarios. Aunque a primera vista pueda parecer inofensivo, esta ingesta de agua puede llegar a alterar el buen funcionamiento de los riñones, la composición de la sangre y el equilibrio de los fluidos.

Pero quizá la más impactante sea la sadorexia. Este trastorno se produce habitualmente en personas que tienen un historial previo de otro tipo de desórdenes alimenticios. Los afectados por esta dolencia llegan a autolesionarse con técnicas de autoagresión como el masoquismo, lo que provoca que además de una extrema delgadez presenten signos de maltrato físico.

Junto a estas siguen vigentes la anorexia, la bulimia y la vigorexia, esta última aunque ha aparecido más recientemente es ya bastante conocida y que, a diferencia del resto, afecta más a los hombres que a las mujeres. El culto al cuerpo, la obsesión con un físico perfecto o la influencia de la publicidad está causando que a pesar de la información el número de personas afectadas por estos trastornos mentales haya aumentado. En España una de cada 200 jóvenes de entre 14 y 24 años sufre algún tipo de trastorno y la franja de edad se está ampliando por ambos extremosos. Los buenos hábitos alimenticios, la prevención y una dieta saludable son claves para combatir la enfermedad.

Pero no sólo está cambiando el tipo de trastorno. El presidente de Adaner Granada, Eduardo Oblaré, afirma que el perfil de los afectados también ha variado: el número de chicos que padecen estas enfermedades ha aumentado y se sitúa ya en más del 2% de la población.

La guía insiste en que tanto la detección y reconocimiento de la enfermedad son los primeros pasos para conseguir la recuperación de los que las padecen. Aunque existen casos en los que esta recuperación no se produce de manera total, según la asociación más de la mitad de los enfermos logra salir definitivamente.

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