El ocaso de la Edad del Oro

En los últimos cuatro meses han cerrado en la capital 11 establecimientos dedicados a la compra de este metal precioso Los empleados advierten de que la gente ha vendido ya todas su joyas

El ocaso de la Edad del Oro
El ocaso de la Edad del Oro
Lourdes Mingorance Granada

05 de mayo 2013 - 01:00

Con la crisis económica los pendientes de la comunión, los collares que ya no se llevan o las esclavas que nadie se pone se convirtieron en una auténtica fuente de ingresos para los ciudadanos. Un hecho que se vio incrementado con la subida del precio del oro, que invitó a numerosas personas a despojarse de joyas, monedas y relojes. Y tuvo como principal resultado la multiplicación de establecimientos de Compro Oroen la ciudad.

Sin embargo, esta Edad del Oro en Granada parece que está llegando a su fin. Según relatan los empleados de los comercios que adquieren este metal precioso, "la gente ha vendido ya prácticamente todo lo que tenía", motivo por el cual estos establecimientos comprueban mes a mes un paulatino descenso del rendimiento, lo que podría terminar en cierre.

La alta competencia también es uno de los principales problemas, pues solo en Granada capital la Policía Nacional tiene contabilizados en el año 2013 60 negocios de esta índole. Lo más curioso es que antes de la crisis apenas sumaban cinco. Los agentes de este cuerpo de seguridad han visto como a lo largo de 2013 ya han cerrado 11 (en tan solo cuatro meses), mientras que en años anteriores, como 2012, solo cerró uno en todo el año y en 2011, dos.

Por si fuera poco, el pasado mes de marzo el precio del oro se desplomó en un 15%, pero esta semana Europa Press informó de que volvió a caer en un 17%, lo que supone la mayor caída en los últimos 33 años, según la firma de venta de oro A&A Commodities, que añadió que el precio del metal llegó a tocar los 1.344,39 dólares el mes pasado, su nivel más bajo desde febrero de 2011. "Si hay otro sitio donde el beneficio es mayor se invierte en otras cuestiones y baja; algo que se agrava en la medida que baja la demanda", explicó en este sentido el secretario general de la Federación andaluza de joyeros, Mariano Soler. Algo que ha pasado sobre todo con la crisis económica, pues las joyas no son un bien de primera necesidad y son prescindibles.

Pero los que más han notado este descenso, sobre todo del número de personas que se acercan hasta los negocios de Compro Oro, son los empleados de estas tiendas. Sonia Fernández, que trabaja desde hace un año en este sector, relata que "antes había más oro y se está notando la bajada de la compra en especial desde los últimos tres meses". En su opinión, "porque la gente ya se ha desprendido de prácticamente todos sus objetos personales".

Aún así, reconoció que todavía queda algo en los cajones de los granadinos pero son los más "queridos", como pendientes, relojes, pulseras y collares de un gran valor sentimental" que ante momentos de crisis extrema y de falta de ingresos también terminan por vender.

Además, hasta el Compro Oro donde trabaja Fernández, situado en el Centro de la capital, también llegan relojes antiguos, monedas procedentes de herencias que a la gente les cuesta dejar. "La gente trae de todo, a veces les cuesta dejarlo, les tienen cariño, pero necesitan el dinero y lo traen". La despedida es cruel. Una vez que el establecimiento compra la pieza, su fin es la fundición y no hay capacidad de retorno.

Con respecto a la gente que vende oro, Fernández explicó que los hay de todas las edades. "Hay gente de todo tipo, algunos vienen para vender una joya con la idea de comprarse otra mientras que otros utilizan el dinero para comer".

Otra de las tendencias que ha experimentado el sector sin demasiado éxito es la compra-venta de plata. Numerosos negocios comenzaron a ofrecer a sus clientes la posibilidad de vender este material, eso sí, en grandes cantidades. Según explicó Fernández, "la plata es mucho más barata que el oro y para que te de algo de dinero tienes que traer mucha más cantidad". Cuberterías completas o bandejas macizas son algunas de las posibilidades, "pero traen muchas menos".

El dinero que da, por ejemplo, una cubertería "depende del peso de cada cubierto". Sobre todo se tienen en cuenta si el interior no es de plata, pues en muchos casos está compuesta por "alpaca y entonces hay que descontarle".

Antonio A., que también trabaja en un establecimiento de Compro Oro de la capital, opinó lo mismo: "Lo único que sale rentable son los cubiertos; algunos traen joyas de plata, pulseras, cadenas, pero no merece la pena", remarcó. Por eso la mayoría de las personas que se acercan con objetos de plata finalmente se echan atrás y no venden.

Con respecto a los delitos que se efectúan en la capital bajo el control de la Policía Nacional, explicaron que "no se ha producido un aumento de los robos con respecto a años anteriores relacionados con los establecimientos de Compro Oro". Según fuentes policiales, el "delincuente "sabe que se hace un control minucioso de los negocios", con elementos imprescindibles como el libro de registro donde tienen que apuntar todo el oro y la plata que entra.

Aun así, reconocieron que lo más importante es que las víctimas tengan una foto de sus joyas, porque así, en caso de robo, es mucho más fácil la localización de las joyas.

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