La odisea de buscar piso en Granada: de los 200 euros por habitación en la Chana hasta los 400 en el Realejo
Universidad
La zona donde residir durante el curso influye mucho en el precio de la renta, siendo Camino de Ronda y La Chana, las más asequibles
Las inmobiliarias y las residencias universitarias, actores también en juego
Granada es una ciudad universitaria y eso provoca que gran parte de sus 'vecinos' sean estudiantes que vienen de fuera de la provincia para realizar aquí su formación y que deben buscarse un piso para residir, al menos, durante el curso. Por oleadas, los distintos alumnos que consiguen su plaza en la capital (junto a los que optan por mudarse una vez asentados) se embarcan en la búsqueda de un lugar donde vivir, una aventura que tiene infinidad de caminos, según la zona (áreas de ocio como Camino de Ronda o Plaza de Toros suelen tener más demanda), el número de habitaciones (generalmente tres o cuatro) o el estado del inmueble. Pero, de forma general, el alumno que haga las maletas con rumbo a la capital tendrán que pagar, por habitación, un precio que oscila entre los 200 y los 400 euros por persona.
Un vistazo a las principales plataformas de alquiler de pisos refleja que la Chana es la zona más barata para alquilar. Allí, un inmueble de tres habitaciones suele rondar los 600 euros, lo que llevaría a cada habitante a desembolsar unos 200 euros de forma mensual. El mismo precio tendrán que pagar quienes opten por compartir una vivienda de cuatro, pues en esta zona de la capital estos inmuebles tienen un precio de 800 euros aproximadamente.
Pese a todo, hay excepciones, y es posible encontrar pisos de cuatro habitaciones que superan los mil euros mensuales (más de 200 por inquilino) y de tres que rondan los 700, aunque son notablemente inferiores en cuanto a número.
Donde no es excepción, sino norma, es en zonas menos frecuentadas por estudiantes, como el Realejo, donde tres habitaciones se alquilan, de media, por 900 euros, mientras que en el caso de las cuatro habitaciones suelen rondar los 1.2000, aunque el precio por habitación realmente no varía, pues se sitúa en los 300.
Lo que en la Chana es lo normal, en el Realejo son auténticas gangas, pues las habitaciones de 200 euros son escasas y brillan por su ausencia en un barrio alejado del centro y con vistas, en el mejor de los casos, a un monumento como la Alhambra.
En un punto intermedio se encuentra Camino de Ronda y Arabial, dos zonas consideradas tradicionalmente como de estudiantes universitarios, especialmente por su cercanía a zonas de ocio como Pedro Antonio, y donde los pisos suelen alquilarse por precios que oscilan entre los 700 euros (tres habitaciones) y los 1.000 (cuatro habitaciones), aunque resulta curioso que a medida que nos alejamos de Plaza Einstein y nos acercamos al río Genil empieza a subir el precio por habitación.
En esta zona, además, suele ser más habitual alquilar habitaciones de forma individual y son muchos los grupos de Facebook o plataformas de anuncios donde se ofrecen estas estancias, lo que a su vez permite afinar mejor el precio. Así, un nuevo vistazo rápido a estos lugares de la web permite descubrir que existen incluso habitaciones por menos de 200 euros, aunque son pisos más antiguos y generalmente peor conservados.
Mes de fianza e inmobiliaria
Pese a todo, el precio viene con asterisco y notas a pie de página. Ya que a la hora de entrar por primera vez a un piso, no se pagan 200, 300 o 400 euros, eso corresponde solo a una mensualidad, pero en realidad hay que pagar el mes en curso, un mes de fianza y los honorarios de la inmobiliaria, por lo que el precio real se triplica a la hora de soltar el dinero.
Poco a poco, las inmobiliarias han ido copando el mercado y ya es casi imposible alquilar un inmueble sin recurrir a estas empresas (que generalmente suelen exigir nómina o avalista como paso previo para entrar), de ahí que también hayan proliferado opciones alternativas, como las redes sociales, donde se anuncian las habitaciones, o los pisos, esquivando la comisión de las inmobiliarias.
Aquí lo de las residencias
Ante la imposibilidad de lograr encontrar una habitación, no son pocos los estudiantes que optan por una residencia como lugar en el que vivir los próximos diez meses. Pese a todo, esta elección conlleva su propia odisea, ya que no existe un precio fijado, lo que obliga a quienes opten por esta alternativa a navegar entre ofertas y opciones en busca de la que mejor se adapte a sus necesidades.
Eso sí, este tipo de inmuebles pueden cubrir (casi) cualquier necesidad, ya que se asemejan más a hoteles que ha pisos propiamente dichos. De esta forma, una habitación individual suele rondar los 450 euros mensuales en la capital, subiendo el precio si se añaden 'extras' como la posibilidad de tener balcón o una cocina.
De hecho, según los precios consultados por este periódico con distintas residencias, el precio que puede llegar a pagar un estudiante que adquiera una de estas habitaciones se sitúa en una horquilla que oscila entre los 400, en las opciones más baratas, y los 900 euros.
Pese a esos precios tan elevados, lo cierto es que las residencias universitarias están en auge y los fondos inmobiliarios ya se han interesado en ellos, de ahí que este año se han dado permisos para establecer nuevas residencias en cinco inmuebles: se trata de proyectos que se plantean en la calle Acacias, donde se ha instalado LIV Student, empresa con presencia en diversos países; en Camino de Ronda, en lo que era el cuartel de Automovilismo, donde se implantará Livensa living, que cuenta con alojamientos para estudiantes en diez ciudades españolas (entre ellas la propia Granada, en Cartuja) y también en Portugal; en Nuestra Señora de la Salud, donde ya se puede reservar plaza para el próximo curso en la residencia bautizada como Bravo, con 255 plazas, del grupo AyC Homes; en la avenida María Moliner, en la zona del Hipercor, se proyecta la cuarta; y la quinta se sitúa en el campus del PTS, donde avanzan los trabajos.
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