Hace 15 años, la ciudad se levantaba sobresaltada leyendo en los periódicos la operación policial en el entorno de la calle Alhamar relacionada con las pesquisas del atentado del 11-M en Madrid. Agentes de la Policía Nacional estuvieron durante tres horas y media registrando el Ciberlocutorio de Moe, propiedad de Abdelhak Chergui, el hombre que se investigaba como presunto manipulador de los teléfonos móviles que activaron las bombas que mancharon de sangre el país, en el atentado terrorista más grave de la historia de España.
Era un día señalado para la ciudad de la Alhambra, era el miércoles de Corpus y los granadinos esperaban a la Tarasca en las calles, pero ese día del 25 de mayo de 2005 la actualidad en los periódicos la marcaba la detención de Chergui en Granada que había tenido lugar el día de antes tras los registros en el local del Ciberlocutorio de Moe, en la calle San Vicente Ferrer muy próxima a la céntrica calla de Alhamar.
La crónica de Granada Hoy que firmaba Francisco Torres, y que acompañaba a la información principal con la que abría la portada, se titulaba Tres horas y media en el locutorio. El primer aniversario de aquel 11-M sangriento estaba muy reciente y las investigaciones de la Policía estaban en marcha, pero quince años después de aquellos registros y más de una década después de los juicios dando mucho que hablar las investigaciones policiales y judiciales así como las distintas teorías periodísticas que circulan alrededor de estos atentado.
El nombre de Abdelhak Chergui, que salía detenido el 24 de mayo de 2005 del Ciberlocutorio de Moe que tenía en propiedad, desaparecía de la actualidad cuando fue enviado a prisión por el juez Del Olmo tan sólo unos días después de que lo arrestaran los agentes de la Comisaría General de Información de la Dirección General de la Policía Nacional en el local de la calle San Vicente Ferrer de Granada. A Chergui y a su hermano se les imputaba de delitos de colaboración con organización terrorista, de integración en banda armada, tráfico de armas y explosivos, tráfico de drogas y falsificación de documentos.
Meses después, los medios informarían de la liberación del que la Policía tenía como el presunto 'ideólogo' de la manipulación móviles del 11-M, este Abdelhak Chergui al que en su portátil le encontrarían fotos e informaciones muy llamativas y que aquel entonces era un estudiante de último curso de Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones en la Universidad de Granada.
El nombre del Cyber Locutorio de Moe pervive hoy en Granada, en la calle Abén Humeya.
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