48 horas, dos operaciones contra el narcotráfico, por aire y por tierra, con tiroteo incluido en una de ellas y el mayor golpe policial al cultivo de marihuana dado en la provincia de Granada durante los últimos años. A modo de resumen, este sería el balance que dejó en la provincia el inicio de la semana, en la cual se han intervenido cerca de 18.000 plantas, se han investigado a una veintena de personas y se sigue indagando para identificar y detener a más implicados en uno de los dos operativos llevados a cabo por la Guardia Civil.

Green Planet

Martes 8 de junio, casi al filo de la medianoche. Varios agentes de la Guardia Civil están realizando labores de investigación en el marco de una operación antidroga. Los efectivos se encuentran en la zona de El Barranco de Atarfe, donde hay indicios de la existencia de plantaciones de marihuana. Los efectivos empiezan a acercarse a una zona de parcelas cuando se escucha la primera detonación. Son disparos. Alguien ha empezado a abrir fuego contra ellos, pero no es sólo una persona sino varias. Los agentes tratan de identificarse como tal pero todo es en vano: les sigues disparando.

Empiezan a pedir refuerzos, el intercambio de disparos continúa, pero estos individuos logran escapar. Así fue como se inició la explotación de la denominada Operación Green Planet, la cual ha supuesto el decomiso de 15.250 plantas, la mayor aprehensión de marihuana llevada a cabo en la provincia de Granada durante los últimos años en un barrio ya marcado por el cultivo de cannabis. Y es que en junio de 2018, se llevó a cabo en ese mismo lugar la Operación Rotavátor II, la cual permitió descubrir varias viviendas y 10 parcelas en las que había plantados cultivos de marihuana.

A diferencia de Rotavátor II, en la que sí que hubo detenidos –al menos cuatro, además de 23 investigados–, la operación Green Planet no ha dejado, de momento, ninguna investigación. Y es que el desarrollo de este operativo tuvo que adelantarse de forma fortuita, cuando los vigilantes de las plantaciones observaron la presencia de personas en las inmediaciones, que eran los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Maracena que se encontraban en labores de investigación, abrieron fuego contra ellos, según fuentes del Instituto Armado, "al creer que eran ladrones que iban a por la droga". Eso sí, ni siquiera cesaron cuando los agentes se identificaron como guardias civiles.

Ante lo ocurrido, la Guardia Civil desplegó un espectacular dispositivo en la zona con agentes de las unidades de Seguridad Ciudadana de la Compañía de Armilla, además de patrullas de la Guardia Civil de Atarfe y de Maracena, el cual culminó ya al amanecer de este miércoles día 9, cuando descubrieron todo lo trataban de ocultar estos pistoleros.

En concreto, según informaron desde la Guardia Civil, esta vez han sido un total de 14 parcelas las que habían sido adaptadas, incluso con mecanismos de riego por goteo, para el cultivo de marihuana al aire libre. Para ello, habían usado telas de rafia y vallas altas con el fin de evitar que las plantas se apreciasen desde el exterior. En ellas se descubrieron 10.750 plantas de cannabis sativa de distinto tamaño, pero no fueron las únicas.

Al igual que ocurrió en 2018, también se han descubierto varias viviendas en dicho barrio, seis en total, que tenían habilitadas habitaciones para el cultivo de marihuana y que estaban enganchadas de forma fraudulenta a la red eléctrica. En estas viviendas se decomisaron 4.500 plantas, lo cual eleva la cifra total de plantas intervenidas a 15.250.

De este modo, Green Planet, pese a que aún está abierta a expensas de que la Guardia Civil pueda identificar y detener a los responsables, ya se ha convertido en el mayor operativo policial de aprehensión de marihuana hasta la fecha de la provincia.

A vista de pájaro

Tan solo un día después de que culminase el despliegue de Green Planet llegó el segundo golpe al cultivo de marihuana, esta vez a vista de pájaro. Un vuelo en helicóptero, un pueblo a vista de pájaro y un total de 14 plantaciones en patios de viviendas de la localidad granadina de Escóznar que ha dejado una veintena de personas investigadas y el decomiso de 2.700 plantas de cannabis sativa.

Vista del despliegue de la Guardia Civil en Escóznar para el operativo contra la marihuana.

La operación tuvo lugar durante la mañana del pasado día 10 de junio. Los pilotos de la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Granada se encontraban sobrevolando en helicóptero el municipio de Escóznar cuando descubrieron que en muchos de los patios de las viviendas de esta localidad crecían plantas de cannabis sativa.

En ese momento, al comprobar que la Guardia Civil los vigilaba desde las alturas, los vecinos comenzaron a arrancar las plantas que tenían en sus cultivos con el fin de deshacerse de ellas lo más rápido posible, sin embargo, no lo lograron.

El Instituto Armado desplegó de forma rápida un amplio dispositivo en la localidad en el que participaron patrullas de las compañías de Loja y de Armilla, cuyos agentes iban siendo guiados por los efectivos aéreos sobre las distintas localizaciones de las plantaciones.

Durante el operativo, cuatro de los 20 vecinos implicados entregaron voluntariamente sus plantas de cannabis sativa a los agentes. Pero, además, la Guardia Civil, además, realizó 14 registros domiciliarios e interceptó dos vehículos cargados con las plantas recién arrancadas que intentaban huir para deshacerse de ellas.