La Universidad de Granada acoge el próximo domingo 25 de febrero la primera prueba de las oposiciones a auxiliar administrativo. En juego 60 plazas y la garantía de un futuro laboral estable y con excelentes condiciones. Son cientos las personas que cada año se preparan y presentan a estas pruebas, que, como todos los procesos selectivos planteados por las administraciones públicas, señalan de forma previa cómo será la prueba e instrucciones precisas para evitar disgustos de última hora.

La Universidad ha hecho públicas las instrucciones para presentarse a este primer ejercicio del proceso selectivo. No señala recomendaciones, sino que apunta obligaciones de forma tajante para garantizar, en la medida de lo posible, que no haya fraude.

Así, se prohíbe de forma taxativa tener móviles o dispositivos electrónicos encima de la mesa. En las mencionadas instrucciones esta prohibición aparece en mayúscula, negrita y subrayado. De llevar algún aparato electrónico éste debe permanecer apagado desde el mismo momento en el que se accede al aula de la prueba hasta que se deja la misma.

Otra obligación está relacionada con el control del uso de pinganillos. Así, se indica que "será obligatorio" realizar la prueba con el pelo recogido y los pabellones auditivos despejados. Orejas a la vista. "Queda prohibido portar auriculares, salvo en los casos previamente y expresamente autorizados". Aviso para quienes necesiten audífono.

Los exámenes se harán en Ciencias y en las escuelas de Caminos, Canales y Puertos e Ingeniería de la Edificación. Las personas que se han inscrito en las pruebas "deben permanecer en silencio una vez comenzado el ejercicio". Además, se señala que se debe "evitar hacer ruidos o movimientos que puedan ocasionar molestias al resto de opositores".

Los inscritos a la prueba se enfrentan, según se recoge en las instrucciones previas al examen, a cien preguntas tipo test. Cada una tendrá cuatro respuestas y sólo una es válida. La calificación va de 0 a 40, y para pasar la prueba se requiere sacar 20 puntos.

Los opositores tendrán 120 minutos, dos horas, para contestar. Para hacerlo deben llevar un bolígrafo azul o negro de "tinta clásica", nunca un rotulador o pluma. No se pueden hacer anotaciones en la hoja del examen y salir del aula hasta que pasen quince minutos desde el inicio de la prueba.