La ordenanza de la Convivencia 'saca' a las prostitutas de las calles de la ciudad

La Policía Local confirma la vertiginosa bajada tanto de ofrecimiento como de demanda de trabajos sexuales en las zonas más habituales y conflictivas · Las sanciones por botellones ilegales siguen en alza

Muchas de las trabajadoras del sexo han optado por irse a los polígonos; el trabajo en domicilios particulares también ha aumentado.
C. Rodríguez / Granada

14 de agosto 2011 - 01:00

Si la efectividad de las ordenanzas se mide por el cumplimiento de objetivos, la de la Convivencia ha pasado el examen con nota. Hace cuatro años el Ayuntamiento planteó crear este documento, básicamente por los problemas que el ejercicio de la prostitución callejera en la zona de la Carretera de Jaén estaban ocasionando a algunos vecinos, que se quejaban de presenciar escenas de sexo explícito frente a sus viviendas y a cualquier hora del día.

Pues bien, el nacimiento -no lejos de polémica- de este texto que aplicaba sanciones a este tipo de conductas ha logrado que en los primeros ocho meses del año (del 1 de enero al 8 de agosto) tanto la demanda como el ofrecimiento de trabajos sexuales se queden en mínimos sorprendentes. Según la concejal de Policía, Telesfora Ruiz, durante esta primera parte del año los agentes sólo han puesto18 denuncias por ofrecimiento y 15 por demanda cuando el año pasado se cerró con 222 denuncias por ofrecer trabajos sexuales y 46 por demandarlos. "El descenso es evidente y es el más importante que se ha registrado en todos los campos de la ordenanza", comenta la concejal, quien añade que a pesar de la bajada seguirán vigilantes para evitar que las cifras aumenten una vez que las obras del Metro terminen y la zona se quede más transitable.

Al margen del capítulo de la prostitución, hay otros apartados que no experimentan bajada alguna, más bien, suben. Es el caso de los llamados 'gorrillas', que durante estos ocho meses ya han acumulado 506 sanciones. "Es la pescadilla que se muerde la cola", comenta la concejal en este terreno. Asegura que los agentes hacen todo lo posible para evitar esta práctica y las situaciones de coacción que se generan en algunas ocasiones, pero la insolvencia de los denunciantes y su facilidad de movilidad hacen que las sanciones caigan en saco roto.

Las denuncias por botellón también son otras que no bajan. Los últimos datos indican que se han puesto 1.528 multas al respecto, cantidad que se acerca a las 1.988 con las que se cerró el año pasado. La edil responsable explica que, aunque el fenómeno de la reunión masiva sí que se ha eliminado, los microbotellones siguen existiendo, razón por lo que las denuncias no bajan. "Esta época además no beneficia nada y se ve un incremento importante de botellones en las plazas de los barrios, especialmente en el Albaicín, donde los botellones son habituales y las quejas de los vecinos también".

En ocasiones no sólo existen denuncias por el ruido que se hace en la calle, sino que el que se genera en casa también ha generado un aluvión de quejas y sanciones durante estos primeros ocho meses. Ruiz detalla que se han interpuesto 228 denuncias por este motivo, 43 en vía pública. Cuando se habla de ruido en casas se refiere a sanciones que ponen por fiestas de jóvenes, e incluso a mudanzas u obras a horas intespestivas. En el caso de la vía pública, especialmente en el periodo estival, tienen que ver con las concentraciones vecinales que se hacen en plazas y calles y que acaban impidiendo el sueño del resto de vecinos.

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