El Ayuntamiento de Granada se ha propuesto terminar con los antiestéticos cables que penden de numerosas fachadas de la ciudad (sobre todo de barrios como el Albaicín) y ha desarrollado una ordenanza municipal que regula la colocación del cableado, canalizaciones y redes de servicios. Dicha ordenanza coordinará la normativa comunitaria, estatal, autonómica y las ordenanzas municipales. Hasta ahora el Ayuntamiento solo disponía de un artículo en una ordenanza anexa al PGOU que establecía como principio general que no se podían cablear las fachadas, salvo excepciones. Ahora, la última ley estatal que entra en vigor en junio dice que se permiten los cableados por las fachadas. "Con esta ordenanza queremos hacer un orden lógico de prioridades y establecer el uso de redes que tiene la gente protegiendo nuestro patrimonio", apuntó la concejal Isabel Nieto, quien apunta que en nuestra ordenanza se establece como prioridad el soterramiento. El documento especifica desde cómo deben ser las zanjas, las terminaciones, los rellenos, los registros y contempla la posibilidad de sancionar a empresas que no cumplan con esta normativa.

El despliegue de cableado solo podrá hacerse de forma aérea cuando no existan todo este tipo de canalizaciones. Si no hay otro remedio y hay que hacerlas por las fachadas deberán tirarse de forma vertical por la zona más alta y, si por debajo no puede haber zanjas, tendrán que ir por los aleros o cubiertas.

La nueva ordenanza también exige a las compañías tener licencia municipal para hacer estos trabajos y tener una planificación anual aprobada por el Ayuntamiento. "Llevamos muchos años luchando contra el impacto visual de los cables, de hecho en el Albaicín hemos invertido 700.000 euros en los últimos años", dijo Nieto.