Una 'oreja' electrónica vela por el silencio de los bebés

Un novedoso aparato mide los decibelios en la UCI neonatal del Materno y avisa del exceso de ruido, molesto para el niño

Una 'oreja' electrónica vela por el silencio de los bebés
Una 'oreja' electrónica vela por el silencio de los bebés
S. Vallejo / Granada

28 de julio 2008 - 01:00

El silencio es algo obligado en un hospital, aunque las visitas, los comentarios entre el personal y el funcionamiento de los aparatos lo rompen constantemente. Pero, aunque pueda hacerse la vista gorda en muchas zonas, hay áreas en las que es fundamental cumplir las reglas por el beneficio del paciente. Una de ellas es la zona de Neonatología del Materno, donde permanecen ingresados los bebés prematuros y de bajo peso al nacer, para los que el silencio es clave en su recuperación. De hecho, está demostrado que un exceso de ruido les causa estrés y retrasa su mejoría. Porque hay que tener en cuenta que han pasado bruscamente del confort del vientre materno a la vida exterior. Y encima, sometidos al estrés de una incubadora y de máquinas de tratamiento y casi siempre alejados de su madre, a excepción del tiempo que permiten las visitas, afortunadamente cada vez más frecuentes.

Por tanto, mantener un control del ruido en esta planta es fundamental. Y en el Materno tienen desde hace unas semanas un aliado. El Soundship, o como lo llama el personal de la UCI neonatal, donde está instalado, la 'oreja de Van Gogh'.

Se trata de un sonómetro que mide los decibelios en base a unos límites preestablecidos (en la unidad han programado un máximo de 70 decibelios) e indica con distintos colores la situación sonora de la estancia. Así, si las luces componen la silueta de la oreja en color verde significa que el nivel sonoro es adecuado, si se ponen en naranja avisa de que se tenga precaución y si el color sube a rojo se indica que se ha llegado a un nivel umbral y que hay que bajarlo.

En el servicio, todo el personal se ha acostumbrado ya a mirar la oreja para ver el nivel de ruido y procurar así el mayor beneficio a los recién nacidos ingresados.

Porque, según explica la coordinadora de la unidad neonatal del Materno, Marina Martínez, lo que se busca es "minimizar los efectos negativos que los estímulos externos tienen en el neurodesarrollo del prematuro, que les causan estrés". Lo que más tienen que cuidar son los estímulos de la luz y el ruido.

La oreja forma parte de toda una línea de cuidados en cuanto al ruido. Pero también las hay respecto a otros estímulos como la luz y el tacto.

"Un compañero que estuvo en un hospital de Madrid vio que tenían un semáforo que avisaba por colores del ruido. Luego, supimos que en el 12 de Octubre, pionero en estos proyectos, tenían la oreja, y la hemos estado buscando hasta que la hemos conseguido. Además, estamos esperando que nos traigan dos más para las otras salas de la unidad", explica la coordinadora.

Porque el ruido, sobre todo en la UCI, puede llegar de muchos puntos. Hay mucho aparataje que emite sonidos y pitidos desagradables para el niño "que no se pueden evitar, por lo que tenemos que trabajar en el ruido que generamos las personas".

Antes de tener este sonómetro luminoso hacían las mediciones con un aparato que les dejaban en la unidad de Prevención de Riesgos Laborales. También informan a los padres y visitas de la necesidad del silencio con carteles por los pasillos.

Aunque también tienen otras medidas contra el ruido como las cubreincubadoras, que matizan los ruidos de los elementos que se ponen sobre ellas y también hacen la función de proteger de la luz haciéndola más tenue según la hora deld ía.

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